El Gobierno de Cantabria y la empresa Armando Álvarez S.A. han suscrito un convenio de colaboración para la puesta en marcha de un proyecto piloto encaminado a la gestión de residuos de plástico de uso agrario que ofrezca al sector primario una alternativa para gestionar los residuos agrarios generados en sus fincas.
El Gobierno de Cantabria, a través de MARE, junto a la empresa ASPLA y la Cooperativa Ruiseñada- Comillas, colaborarán en la ejecución de este proyecto piloto ofreciendo una alternativa limpia a los ganaderos y agricultores para la gestión de este tipo de residuos. De este modo se contribuye al desarrollo de una actividad agraria sostenible y respetuosa con el medio ambiente, ya que el reciclaje contribuye al consumo de recursos, energía y materias primas, así como las emisiones de gases de efecto invernadero.
La vicepresidenta ha recordado que el objetivo de este iniciativa "no es económico sino medioambiental" y que surge con el fin de poder "controlar" todas las toneladas que se producen de estos plásticos, así como "potenciar su reciclaje y valorización". Además ha subrayado que esta iniciativa da respuesta a una petición largamente demandada por el sector.
La vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos y el consejero delegado de ASPLA, José Ramón Álvarez, han rubricado el acuerdo en un acto en el que también han estado presentes la directora general de MARE, Rosa Inés García; los alcaldes de Val de San Vicente, Roberto Escobedo; Valdáliga, Lorenzo González y el presidente de la cooperativa Comillas-Ruiseñada, Francisco Borja Toyos.
Eva Díaz Tezanos ha subrayado que con este proyecto piloto se persigue obtener datos que se evalúen y permitan definir un modelo de gestión para estos plásticos y permitan su posterior implantación en toda la Comunidad Autónoma. "Queremos experimentar con este proyecto piloto para ya tener un modelo de gestión permanente que podamos implantar en toda Cantabria", ha precisado.
La empresa ASPLA, dedicada a la transformación de materias plásticas, es generadora de plástico de uso agrario, y en el marco de sus iniciativas de responsabilidad social corporativa, ha expresado su interés en una adecuada gestión de los residuos. Por este motivo, ha solicitado a MARE colaboración en la implantación de un proyecto piloto que permita obtener resultados que puedan extrapolarse al resto de municipios de la región, haciéndose cargo de su financiación que supondrá una cantidad cercana a los 6.000 euros.
La vicepresidenta ha reiterado su agradecimiento a la empresa por la sensibilización y colaboración en proyectos con el Gobierno de Cantabria, así como a la cooperativa Ruiseñada Comillas.
Experiencia en Valdáliga y Val de San Vicente
El proyecto se desarrollará este año 2017 en los municipios de Valdáliga y Val de San Vicente y su área de influencia, de gran actividad agraria, sobre todo ganadera. Se establecerán varios periodos de recogida puntual a lo largo del año, durante los cuales cada municipio dispondrá de un punto de recogida, con un contenedor de 15m3, exclusivo para los residuos de plásticos agrarios.
Estos contenedores se ubicarán en El Tejo (Valdáliga), entre el cementerio y la antena, y Los Tánagos (Val de San Vicente) junto a la rotonda del polígono industrial, y solamente se podrán depositar residuos de plástico procedentes de silo manta (ensilado), invernadero y film estirable para pacas.
La colocación de los mismos se ha consensuado con los Ayuntamientos en lugares accesibles a ganaderos y vehículos de MARE y se va a hacer de manera intermitente durante cinco meses. Los primeros ya se han colocado el mes de enero y el calendario fijado para el resto del año establece como fechas del 3 de abril al 31 mayo y del 1 de septiembre al 31 de octubre.
La vicepresidenta ha detallado tres objetivos principales que se persiguen a través de esta iniciativa: ofrecer una alternativa a ganaderos y agricultores para gestionar estos residuos que generan en sus explotaciones, reducir el impacto medioambiental ocasionado por una incorrecta gestión, así como potenciar su reciclaje y su valorización.
La vicepresidenta ha recordado que según los datos recogidos en el Plan Sectorial de Residuos del Sector Primario, Sanitario y Veterinario en Cantabria se generan, aproximadamente, unas 800 toneladas al año de residuos de plástico de uso agrario, sin que exista hasta el momento un canal específico de recogida que garantice su correcta gestión.
El objetivo general es valorar la implantación de un modelo de gestión permanente para los residuos plásticos agrarios, eliminando o reduciendo al máximo el impacto medioambiental. Díaz Tezanos ha señalado que hasta el momento las prácticas más habituales han sido las quemas incontroladas, el depósito en contenedores urbanos o el abandono en los campos de estos residuos, "dando lugar un deterioro progresivo de nuestro entorno".
Se trata, por lo tanto, de plásticos empleados fundamentalmente en el ensilado, en el caso de la ganadería, y utilizados en invernaderos, acolchados, etc. El empleo de estos plásticos esenciales para la actividad agraria proporciona muchos beneficios, pero también plantea problemas técnicos, económicos y medioambientales en el momento de su retirada, cuando dejan de tener utilidad y son desechados.
La empresa pública MARE cuenta con un centro habilitado para el almacenamiento temporal de estos residuos en Meruelo, desde donde se gestiona el residuo para su transporte hasta un gestor de Galicia. Hasta el momento han sido gestionadas 178 toneladas de estos residuos, lo que viene a suponer entre un 10 y un 15% del total, y el objetivo es "eliminar y reducir el impacto medioambiental que supone una incorrecta gestión de estos residuos y potenciar su reciclaje y valorización", ha concluido Díaz Tezanos.
El Gobierno de Cantabria, a través de MARE, junto a la empresa ASPLA y la Cooperativa Ruiseñada- Comillas, colaborarán en la ejecución de este proyecto piloto ofreciendo una alternativa limpia a los ganaderos y agricultores para la gestión de este tipo de residuos. De este modo se contribuye al desarrollo de una actividad agraria sostenible y respetuosa con el medio ambiente, ya que el reciclaje contribuye al consumo de recursos, energía y materias primas, así como las emisiones de gases de efecto invernadero.
La vicepresidenta ha recordado que el objetivo de este iniciativa "no es económico sino medioambiental" y que surge con el fin de poder "controlar" todas las toneladas que se producen de estos plásticos, así como "potenciar su reciclaje y valorización". Además ha subrayado que esta iniciativa da respuesta a una petición largamente demandada por el sector.
La vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos y el consejero delegado de ASPLA, José Ramón Álvarez, han rubricado el acuerdo en un acto en el que también han estado presentes la directora general de MARE, Rosa Inés García; los alcaldes de Val de San Vicente, Roberto Escobedo; Valdáliga, Lorenzo González y el presidente de la cooperativa Comillas-Ruiseñada, Francisco Borja Toyos.
Eva Díaz Tezanos ha subrayado que con este proyecto piloto se persigue obtener datos que se evalúen y permitan definir un modelo de gestión para estos plásticos y permitan su posterior implantación en toda la Comunidad Autónoma. "Queremos experimentar con este proyecto piloto para ya tener un modelo de gestión permanente que podamos implantar en toda Cantabria", ha precisado.
La empresa ASPLA, dedicada a la transformación de materias plásticas, es generadora de plástico de uso agrario, y en el marco de sus iniciativas de responsabilidad social corporativa, ha expresado su interés en una adecuada gestión de los residuos. Por este motivo, ha solicitado a MARE colaboración en la implantación de un proyecto piloto que permita obtener resultados que puedan extrapolarse al resto de municipios de la región, haciéndose cargo de su financiación que supondrá una cantidad cercana a los 6.000 euros.
La vicepresidenta ha reiterado su agradecimiento a la empresa por la sensibilización y colaboración en proyectos con el Gobierno de Cantabria, así como a la cooperativa Ruiseñada Comillas.
Experiencia en Valdáliga y Val de San Vicente
El proyecto se desarrollará este año 2017 en los municipios de Valdáliga y Val de San Vicente y su área de influencia, de gran actividad agraria, sobre todo ganadera. Se establecerán varios periodos de recogida puntual a lo largo del año, durante los cuales cada municipio dispondrá de un punto de recogida, con un contenedor de 15m3, exclusivo para los residuos de plásticos agrarios.
Estos contenedores se ubicarán en El Tejo (Valdáliga), entre el cementerio y la antena, y Los Tánagos (Val de San Vicente) junto a la rotonda del polígono industrial, y solamente se podrán depositar residuos de plástico procedentes de silo manta (ensilado), invernadero y film estirable para pacas.
La colocación de los mismos se ha consensuado con los Ayuntamientos en lugares accesibles a ganaderos y vehículos de MARE y se va a hacer de manera intermitente durante cinco meses. Los primeros ya se han colocado el mes de enero y el calendario fijado para el resto del año establece como fechas del 3 de abril al 31 mayo y del 1 de septiembre al 31 de octubre.
La vicepresidenta ha detallado tres objetivos principales que se persiguen a través de esta iniciativa: ofrecer una alternativa a ganaderos y agricultores para gestionar estos residuos que generan en sus explotaciones, reducir el impacto medioambiental ocasionado por una incorrecta gestión, así como potenciar su reciclaje y su valorización.
La vicepresidenta ha recordado que según los datos recogidos en el Plan Sectorial de Residuos del Sector Primario, Sanitario y Veterinario en Cantabria se generan, aproximadamente, unas 800 toneladas al año de residuos de plástico de uso agrario, sin que exista hasta el momento un canal específico de recogida que garantice su correcta gestión.
El objetivo general es valorar la implantación de un modelo de gestión permanente para los residuos plásticos agrarios, eliminando o reduciendo al máximo el impacto medioambiental. Díaz Tezanos ha señalado que hasta el momento las prácticas más habituales han sido las quemas incontroladas, el depósito en contenedores urbanos o el abandono en los campos de estos residuos, "dando lugar un deterioro progresivo de nuestro entorno".
Se trata, por lo tanto, de plásticos empleados fundamentalmente en el ensilado, en el caso de la ganadería, y utilizados en invernaderos, acolchados, etc. El empleo de estos plásticos esenciales para la actividad agraria proporciona muchos beneficios, pero también plantea problemas técnicos, económicos y medioambientales en el momento de su retirada, cuando dejan de tener utilidad y son desechados.
La empresa pública MARE cuenta con un centro habilitado para el almacenamiento temporal de estos residuos en Meruelo, desde donde se gestiona el residuo para su transporte hasta un gestor de Galicia. Hasta el momento han sido gestionadas 178 toneladas de estos residuos, lo que viene a suponer entre un 10 y un 15% del total, y el objetivo es "eliminar y reducir el impacto medioambiental que supone una incorrecta gestión de estos residuos y potenciar su reciclaje y valorización", ha concluido Díaz Tezanos.
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