La multinacional Bridgestone ha anunciado al comité intercentros que representa a los trabajadores de tres de sus plantas españolas, entre ellas, Puente San Miguel, Burgos y Basauri (Vizcaya) que las inversiones que tenían previsto llevar a cabo en estas fábricas cercanas a los 30 millones de euros se desviarán a otros centros de trabajo.
El motivo ha sido el rechazo del comité intercentros de un convenio colectivo hasta 2018 (el anterior caducó en diciembre de 2015) que incluía un recorte de salarios para los nuevos trabajadores contratados en nuevas categorías y menores sueldos y un régimen de flexibilidad laboral. De este modo, la empresa aseguraba una carga de trabajo para diez años.
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