"La apuesta por la calidad de la leche siempre tiene recompensa, y Cantabria es una alumna aventajada. Tanto en el aspecto físico químico, con el 3,62% de grasa y 3,14% de proteína, como en el higiénico-sanitario. Estamos al nivel de países de lo más avanzado, como Holanda, y más del 84 % de las explotaciones de Cantabria tienen calidad Súper A. Ese es el único camino posible en un horizonte sin cuotas".
Lo ha dicho la consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural en funciones, Blanca Martínez, que ha presentado la nueva línea de packaging diseñada por la Oficina de Calidad Alimentaria (Odeca) y que servirá no sólo para promocionar el consumo de leche en todos los mercados de proximidad de la región, sino también para estrenar la nueva marca Alimentos de Cantabria.
Se trata de dos nuevos formatos de envase, uno para producto a granel y otro destinado a botellas, así como bolsas de papel reutilizables. En las mismas, el envés recoge el logo de "Alimentos de Cantabria", mientras que el revés hace referencia al carácter saludable y natural de la leche cántabra. En total, 30.000 unidades que se han comenzado a distribuir gratuitamente entre los productores para que los empleen en ferias locales.
"Lo hemos dicho muchas veces, que tan importante como seguir avanzando en producción es dar pasos al frente en materia de diferenciación", añadió Martínez, que insistió en las potencialidades del sector agroalimentario para "consolidar las políticas de desarrollo rural" y contribuir al "despegue de nuestro Producto Interior Bruto. Si mantenemos la línea, pronto esta rama de actividad logrará superar ese listón 20% del empleo en el sector industrial que hace cuatro años veíamos como una quimera".
La nueva línea de packaging, además de "reforzar la diferenciación porque hace mas perdurable la imagen de marca", ayuda también "a generar nuevas expectativas para nuestra leche. Sigo convencida de que Cantabria va a ganar la batalla a la liberalización de la producción. Es cierto que no compartí en su momento que en 2008 no se replanteara esta situación, pero no vale de nada mirar atrás. Debemos encarar el futuro sin complejos. Tenemos buenos ganaderos, élite genética, leche de la mayor calidad, explotaciones competitivas, una sanidad animal cada vez mejor, más censos¿ ¿A qué hay que tener miedo? Industria, distribución y productores están condenados a entenderse porque del futuro de cada uno de ellos depende el del resto. Cuanto mejor le vaya a uno, mejor le irá a los demás. Y estoy segura de que, tras los ajustes obvios de todo proceso novedoso, vamos a reforzar nuestras expectativas".
Fomentar el consumo es sólo un escalón en "esa batalla" en la que "hemos sentado ya las bases incluso para que se implante a medio plazo una `política a la carta' para las explotaciones lácteas. En 2015 se van a tipificar todas las ganaderías de la comunidad autónoma con arreglo a variables zootécnicas, de recursos pastables y socieconómicas, y eso va a permitir establecer en una segunda fase la agrupación por distintos subtipos y áreas geográficas (regional, comarcal y municipal), diseñar paquetes de medidas específicos para cada uno y, de esta forma, optimizar los resultados de las iniciativas públicas".
Martínez informó en este sentido cómo el Centro de Investigación y Formación Agraria, CIFA, será quien ejecute esos trabajos con financiación del Plan Nacional I+D+i y recursos propios de la comunidad.
"Ni todas las explotaciones ni todas las comarcas, aunque compartan lógicamente muchas cosas, tienen las mismas fortalezas ni las mismas oportunidades, y para ello basta comparar una ganadería de alta montaña con 50 vacas en ordeño y otra de la zona costa, por ejemplo, que puede estabular 300. Lo que queremos es conocer el mejor diagnóstico, y a partir de ahí poder afinar en el diseño de medidas concretas, prescribir un tratamiento lo más individualizado posible con el objetivo de eliminar desventajas y ganar así en eficiencia y rentabilidad de cada euro público invertido", insistió la consejera.
Martínez incidió también en la necesidad de "ganar tamaño medio para optimizar rendimientos, fortalecer las OPL, y aplicarnos en seguir progresando en eficiencia, costes y mejora de la gestión. Además, hemos de ser capaces de analizar qué podemos hacer para reducir la atomización de industrias y cooperativas, cómo explorar nuevas alianzas con la industria alimentaria, o qué opciones tenemos para generar nuevos valores añadidos".
A todo ello se suma la necesidad de mantener la presión contra la venta a pérdidas, donde Cantabria fue pionera; garantizar el cumplimiento de los contratos y la ausencia de imposiciones de parte en la negociación, así como rentabilizar el Plan de Desarrollo Rural. "Se hizo lo más difícil, garantizar financiación suficiente gracias al Feader y el Feder para generar estabilidad en las ayudas hasta 2020. Ahora toca aprovecharnos de esa ventaja y también del significativo aumento de los pagos acoplados", concluyó.
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