jueves, 27 de agosto de 2020

Madrid/Santander: USO analiza la situación de las mujeres con discapacidad, que sufren una doble discriminación por su condición y resume las propuestas del sindicato para favorecer su integración laboral


Ser mujer y sufrir una discapacidad, supone una doble discriminación. El lado oscuro de la discapacidad existe y hay que hablar de él, el rechazo de la sociedad es evidente y, aunque hemos avanzado mucho, todavía debemos seguir luchando por el respeto a la dignidad y derechos de las personas con discapacidad.
Frente a la discapacidad suelen existir dos aptitudes: la lástima y, por tanto, la sobreprotección, que se da en mayor medida en las mujeres, como parte del ideario de la sociedad en general de ser el “sexo débil” y, por otro, el rechazo y la discriminación. Tanto una aptitud como la otra deberían de ser eliminadas.
Dar una oportunidad a la discapacidad no es fácil, ni la normativa, ni las bonificaciones, ayudas etc. servirán de nada hasta que no desterremos el prejuicio y partimos de la educación, las normas las tenemos, ahora hay que ir a la acción.
Mujeres y niñas con discapacidad, las más vulnerables
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce que las mujeres y niñas que la sufren se encuentran en peor punto de partida, ya que están sujetas a múltiples formas de discriminación.
Entre los objetivos de la Agenda 2030 está el de lograr la igualdad entre mujeres y hombres y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Y es que la realidad de ser mujer y sufrir discapacidad es difícil, ya que se dan mayores obstáculos: Las mujeres discapacitadas presentan en todas las variables relacionadas con empleo las peores cifras, no sólo respecto a los varones sino también respecto a las personas sin discapacidad en edad laboral.
En 2018, la tasa de actividad de las mujeres se situaba en el 33,6%, 44 puntos menos que la población sin discapacidad. La tasa de paro de las mujeres con discapacidad es del 25%, 10 puntos superior a la de la población sin discapacidad (Fuente: INE 2018).
Ser mujer supone tener una mayor tasa de paro. Pero ser mujer con discapacidad te coloca en mayores tasas de paro aún. Si comparamos la tasa de paro de las mujeres vemos que la evolución es descendiente, con diferencias de hasta 8 puntos en 2018.
Las mujeres discapacitadas ganan 3.348,4 euros menos al año que los hombres con discapacidad. La brecha salarial entre hombres y mujeres en este ámbito es del 15,9% (datos del INE, 2017). Si lo comparamos con lo que ganan las personas sin discapacidad, la diferencia es de 6.000 euros anuales menos.
El porcentaje de hombres con discapacidad matriculados en el curso 2026-2017 de Enseñanzas no Universitarias supone el 3,5%, siendo superior al de las mujeres en un 1,8%.
El porcentaje de niñas escolarizadas en los centros ordinarios es del 81,3% mientras que para los niños es del 84,4% (Informe Olivenza, 2019).
Estudios como el de la Plena Inclusión Canarias
“La Historia solo cuenta una parte de nosotras”, nos dicen que las mujeres con discapacidad intelectual presentan un riesgo entre dos y cinco veces mayor de sufrir maltrato físico y emocional que las que no la tienen.
La esterilización forzosa de mujeres y niñas con discapacidad es denunciada por el informe de la Fundación Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, “Poner fin a la esterilización forzosa de las mujeres y niñas, en su mayoría adolescentes, con discapacidad”. En él se apunta a que se siguen haciendo sin el consentimiento o comprensión de las mujeres y niñas con discapacidad sobre el propósito de la intervención quirúrgica, y bajo el pretexto de su bienestar. Está en trámite una Proposición de Ley de modificación del Código Penal para la erradicación de la esterilización forzada o no consentida de personas con discapacidad incapacitadas judicialmente. Los hombres con discapacidad también están expuestos a esta situación, pero esta se produce con menor frecuencia que en las mujeres. La esterilización forzosa supone la violación de derechos humanos y libertades fundamentales, y causa profundos efectos físicos y psicológicos.
La soledad afecta más a estas mujeres. El 74% de las personas con discapacidad que viven solas son mujeres, según el Observatorio Estatal de la Discapacidad.
Solo el 7,5% de las mujeres con discapacidad pueden disfrutar de actividades de ocio (Informe Olivenza, 2019).
El 6,5% de las mujeres con discapacidad se encuentra en situación de pobreza severa y un 17,3% en situación de pobreza moderada (Informe Olivenza, 2019).
El riesgo de pobreza afecta 30 de cada 100 mujeres con discapacidad. (Llano, J. (2019). El estado de la pobreza, 9º informe AROPE).
Propuestas de USO para el desarrollo laboral de personas con discapacidad
La cifra de personas en edad laboral con discapacidad va a seguir aumentando, tanto de nacimiento como las sobrevenidas, por lo que debemos tener previsto un sistema que no les deje fuera, prestando atención a aquellos que cuentan con mayor dificultad, como son las mujeres.
El sindicato USO sigue proponiendo trabajar para la integración real en la dinámica laboral de estos trabajadores y trabajadoras, haciendo cumplir a las empresas lo regulado en materia de contratación y todo lo previsto para este colectivo.
Realizar un tratamiento estratégico de supervisión y denuncia de las condiciones laborales y el abuso fraudulento de los Centros Especiales de Empleo, como medio para reducir costes salariales a costa de los derechos de las personas con discapacidad.
Potenciar la afiliación entre las personas con discapacidad, así como trabajar para su integración en la actividad sindical y orgánica de USO.
Que sus problemas y reivindicaciones estén presentes en la negociación colectiva, en la vigilancia y denuncia dentro de la acción sindical habitual.
Incluir cláusulas en la contratación administrativa para que se le aplique el convenio colectivo de referencia, evitando así la discriminación salarial.
Continuar con nuestra interlocución y colaboración con plataformas y organizaciones de personas con discapacidad como la Conferencia Estatal de Personas Sordas (CNSE) o el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI). USO participa en el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia.
Favorecer la contratación y fomentar la integración dentro de las empresas para constituir una sociedad plural donde tengan cabida todos los trabajadores y trabajadoras, cada uno con sus diferentes capacidades.
Velar por el cumplimiento de la legislación en materia de accesibilidad y adecuación de los puestos de trabajo, así como el cumplimiento de la cuota de reserva para personas con discapacidad en las empresas de más de 50 personas en plantilla.

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