La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras de Cantabria ha mostrado preocupación de cara a la vuelta a las aulas y tras el anuncio del cordón sanitario impuesto en Santoña a consecuencia de la aparición de un brote de COVID-19 en el municipio.
El sindicato insta a la Consejería de Sanidad y a la Consejería de Educación “a que sean valientes y decreten el retraso del inicio del curso del alumnado del municipio hasta el día 16 de septiembre”, ha reclamado Conchi Sánchez, Secretaría General de Enseñanza de CCOO de Cantabria.
La vuelta a las clases presenciales en Santoña puede afectar a la situación sanitaria de toda la Comunidad, ya que un elevado porcentaje de docentes de los más de 200 que trabajan en los cinco centros del municipio –cuatro públicos y uno concertado- no viven allí. Por este motivo, Sánchez considera que “estaríamos poniendo en riesgo a otros municipios de Cantabria y, por tanto, a toda la sociedad”.
Los habitantes de Santoña deberán permanecer en confinamiento durante catorce días debido a la alta transmisión del virus y, teniendo en cuenta la situación en este municipio, Sánchez recalca: “Más vale prevenir y comenzar de forma segura cuatro días lectivos más tarde que arriesgar la salud del alumnado y sus familias”.
El sindicato lamenta que “la pandemia se haya cebado con el municipio” y reclama que, ante estos casos, “todas las medidas preventivas que se tomen deben ser tenidas en cuenta por las autoridades sanitarias”.
En el municipio hay 1.034 alumnos y alumnas de Educación Infantil y Primaria y 864 de Educación Secundaria Obligatoria y Bachiller y, como recalca la Secretaria General de Enseñanza, retrasar unos días el inicio de curso “evitaría tomar medidas más drásticas o tener que alargar la no presencialidad en los centros durante el primer trimestre”.
La imposición de medidas más duras en vez de comenzar el curso el día 16 de septiembre podría traer muchas consecuencias negativas al alumnado y sus familias. Por ejemplo, como enumera Sánchez, “sería perjudicial para la evolución educativa de los alumnos y alumnas, para la organización de las familias por temas de cuidados y conciliación familiar y, desde luego, tendría repercusiones económicas a consecuencia de dañar la imagen del municipio”.
Además, CCOO reclama una serie de medidas con el objetivo de prevenir y evitar el contagio en los centros educativos. En Santoña, por su situación sanitaria, el sindicato insta a que “se refuercen las plantillas con plazas covid, que se bajen las ratios, se busquen espacios para mantener al alumnado lo más separado posible”, enumera Sánchez.
Además, aunque el sindicato solicita que se haga la PCR a todos los profesionales de la educación de Cantabria –ante la negativa de la Consejería de Educación-, Sánchez reivindica que, “como mínimo, se haga la prueba PCR a los docentes de Santoña en este caso particular y, en general, a todos los docentes de las zonas donde se puedan producir rebrotes tan significativos”.
Además, en términos generales, CCOO reclama “mascarillas FFP2 y pantallas para todos y todas las docentes, no solo para el profesorado de infantil”.
Para solicitar estas medidas, CCOO ha tratado de contactar con salud pública, “responsables últimos de la decisión”, como señala Conchi Sánchez, y no ha obtenido respuesta por parte de ningún responsable.
Miembros de este organismo han derivado el tema a la Consejería de Educación, que tras ser consultada también por CCOO aclara que no tiene potestad para determinar el cierre de centros escolares o posponer el curso, sino Sanidad.
El sindicato insta a la Consejería de Sanidad y a la Consejería de Educación “a que sean valientes y decreten el retraso del inicio del curso del alumnado del municipio hasta el día 16 de septiembre”, ha reclamado Conchi Sánchez, Secretaría General de Enseñanza de CCOO de Cantabria.
La vuelta a las clases presenciales en Santoña puede afectar a la situación sanitaria de toda la Comunidad, ya que un elevado porcentaje de docentes de los más de 200 que trabajan en los cinco centros del municipio –cuatro públicos y uno concertado- no viven allí. Por este motivo, Sánchez considera que “estaríamos poniendo en riesgo a otros municipios de Cantabria y, por tanto, a toda la sociedad”.
Los habitantes de Santoña deberán permanecer en confinamiento durante catorce días debido a la alta transmisión del virus y, teniendo en cuenta la situación en este municipio, Sánchez recalca: “Más vale prevenir y comenzar de forma segura cuatro días lectivos más tarde que arriesgar la salud del alumnado y sus familias”.
El sindicato lamenta que “la pandemia se haya cebado con el municipio” y reclama que, ante estos casos, “todas las medidas preventivas que se tomen deben ser tenidas en cuenta por las autoridades sanitarias”.
En el municipio hay 1.034 alumnos y alumnas de Educación Infantil y Primaria y 864 de Educación Secundaria Obligatoria y Bachiller y, como recalca la Secretaria General de Enseñanza, retrasar unos días el inicio de curso “evitaría tomar medidas más drásticas o tener que alargar la no presencialidad en los centros durante el primer trimestre”.
La imposición de medidas más duras en vez de comenzar el curso el día 16 de septiembre podría traer muchas consecuencias negativas al alumnado y sus familias. Por ejemplo, como enumera Sánchez, “sería perjudicial para la evolución educativa de los alumnos y alumnas, para la organización de las familias por temas de cuidados y conciliación familiar y, desde luego, tendría repercusiones económicas a consecuencia de dañar la imagen del municipio”.
Además, CCOO reclama una serie de medidas con el objetivo de prevenir y evitar el contagio en los centros educativos. En Santoña, por su situación sanitaria, el sindicato insta a que “se refuercen las plantillas con plazas covid, que se bajen las ratios, se busquen espacios para mantener al alumnado lo más separado posible”, enumera Sánchez.
Además, aunque el sindicato solicita que se haga la PCR a todos los profesionales de la educación de Cantabria –ante la negativa de la Consejería de Educación-, Sánchez reivindica que, “como mínimo, se haga la prueba PCR a los docentes de Santoña en este caso particular y, en general, a todos los docentes de las zonas donde se puedan producir rebrotes tan significativos”.
Además, en términos generales, CCOO reclama “mascarillas FFP2 y pantallas para todos y todas las docentes, no solo para el profesorado de infantil”.
Para solicitar estas medidas, CCOO ha tratado de contactar con salud pública, “responsables últimos de la decisión”, como señala Conchi Sánchez, y no ha obtenido respuesta por parte de ningún responsable.
Miembros de este organismo han derivado el tema a la Consejería de Educación, que tras ser consultada también por CCOO aclara que no tiene potestad para determinar el cierre de centros escolares o posponer el curso, sino Sanidad.
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