El hallazgo de los restos de Eloy Campillo cerró una búsqueda de 74 años pero faltaba encontrarles en una torca entre riscos, en La Topinoria, en terrenos de Cillórigo de Liébana.
El buen tiempo permitió llevar a cabo un operativo planificado al milímetro por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ejecutado de forma impecable con la colaboración de cinco voluntarios de la Asociación Espeleológica Ramaliega.
La intervención estuvo centrada tanto en el estudio forense de la cavidad y la zona superficial de entrada a la sima, como en la búsqueda y rescate de restos humanos, objetos asociados y evidencias de interés forense.
El pasado 19 de octubre, con el fin de facilitar las tareas del operativo, y tras una reunión de coordinación entre los principales responsables, el equipo de espeleólogos dejó montada la instalación para el descenso en la sima. Así mismo se llevó a cabo en ese momento una primera exploración de la cavidad, realizando tareas de registro pero sin retirar objeto alguno de la torca.
En el día de ayer los espeleólogos accedieron a la sima en torno a las 9:45 horas. El proceso de recuperación se llevó a cabo de acuerdo con todos los protocolos nacionales e internacionales en materia de metodología arqueológica con aplicaciones de las Ciencias Forenses, con registro foto y videográfico de todas las fases, además de con fines forenses, al objeto de poder realizar un documental en un futuro.
Mientras tanto, los doctores forenses Francisco Etxeberría y Fernando Serrulla realizaron una prospección de los alrededores de la torca con ayuda de un detector de metales, lo que les llevó al descubrimiento de un casquillo de bala del nueve largo, hallado a unos tres metros de la torca, que pudiera corresponder con la bala que acabó con la vida de Eloy Campillo. Hallazgo con el que se vio reforzada la tesis del investigador Antonio Brevers, Asesor histórico y coordinador del operativo, también presente en el hallazgo. En sus libros sobre Juanín y Bedoya y sobre la Brigada Machado, queda recogida la abundante documentación recopilada durante años así como los testimonios directos recabados por él entre antiguos miembros de la Brigada Machado; y por lo que sitúa el fallecimiento de Eloy Campillo frente a una torca de la zona de Ándara, por un disparo de pistola en la cabeza efectuado a corta distancia antes de ser arrojado a la sima.
En todo momento el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) estuvo pendiente del operativo. En la Torca de La Topinoria también se recibió la visita del vicepresidente del Gobierno de Cantabria don Pablo Zuloaga, acompañado de la Directora de Patrimonio y Memoria Histórica doña Zoraida Hijosa. Las autoridades saludaron a los nietos de Eloy Campillo: José Manuel Fernández Campillo y José Rodríguez; y dieron ánimos al equipo de trabajo. Francisco Etxeberría aprovechó para agradecer la visita y exponer precisamente la importancia que algo así tenía para los familiares presentes en una exhumación, añadiendo que por desgracia había muchos sitios de España donde no es tan frecuente.
La Vicepresidencia de Gobierno ha colaborado activamente en la agilización de los permisos necesarios y ha proporcionado ayuda económica para sufragar los gastos de desplazamiento, alojamiento y manutención del equipo, junto con las pruebas de ADN y Carbono 14 que se precisen; cabe destacar que el conjunto de profesionales que han intervenido, tanto de la Sociedad de Ciencias Aranzadi como de la Asociación de Espeleología Ramaliega lo hacen de forma totalmente altruista.
En torno a las cuatro de la tarde comenzaron a salir al exterior los espeleólogos, portando los restos óseos. Sobre el terreno el equipo forense hizo una primera clasificación, comprobando para satisfacción de todos que se había podido recuperar en torno a un 90 % de los restos de Eloy Campillo; pendiente de confirmar en una segunda fase de laboratorio.
No hubo tanta suerte con los restos de la niña, de la que se recuperó en torno a un 30 %, aunque aparecieron piezas importantes, como una mandíbula con algunos dientes. Muestras de dichos restos serán enviadas a Estados Unidos para un exhaustivo estudio mediante la técnica del Carbono 14, con el fin datar con mayor exactitud su fallecimiento, dado que para el equipo de trabajo es igualmente prioritario la posible resolución de ese caso.
Los restos óseos y el casquillo de bala serán trasladados al Laboratorio de Antropología Forense de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, donde se realizará el análisis antropológico forense y toma de muestras biológicas para identificación genética.
Mercedes Campillo, hija de Eloy, aguardó la llegada de noticias en el domicilio familiar de Sotres, el mismo del que fue obligado a abandonar su padre Eloy Campillo en la noche del 22 de abril de 1945. Allí recibió la visita de Fernando Serrulla y Antonio Brevers y emocionada fue informada de los pormenores con ayuda de una pizarra y del teléfono móvil, donde tiene instalada una aplicación que le ayuda a superar su sordera. Con lo que quedó cerrada la incertidumbre familiar de estos 74 años.
A continuación todos los asistentes acudieron a la última reunión de trabajo, en un salón del hotel, donde se proyectaron las imágenes y videos obtenidos durante la jornada, tanto en el interior y como en el exterior de la cavidad, apoyadas por las explicaciones técnicas de las personas que llevaron a cabo la extracción y recuperación de los restos.
La intervención estuvo centrada tanto en el estudio forense de la cavidad y la zona superficial de entrada a la sima, como en la búsqueda y rescate de restos humanos, objetos asociados y evidencias de interés forense.
El pasado 19 de octubre, con el fin de facilitar las tareas del operativo, y tras una reunión de coordinación entre los principales responsables, el equipo de espeleólogos dejó montada la instalación para el descenso en la sima. Así mismo se llevó a cabo en ese momento una primera exploración de la cavidad, realizando tareas de registro pero sin retirar objeto alguno de la torca.
En el día de ayer los espeleólogos accedieron a la sima en torno a las 9:45 horas. El proceso de recuperación se llevó a cabo de acuerdo con todos los protocolos nacionales e internacionales en materia de metodología arqueológica con aplicaciones de las Ciencias Forenses, con registro foto y videográfico de todas las fases, además de con fines forenses, al objeto de poder realizar un documental en un futuro.
Mientras tanto, los doctores forenses Francisco Etxeberría y Fernando Serrulla realizaron una prospección de los alrededores de la torca con ayuda de un detector de metales, lo que les llevó al descubrimiento de un casquillo de bala del nueve largo, hallado a unos tres metros de la torca, que pudiera corresponder con la bala que acabó con la vida de Eloy Campillo. Hallazgo con el que se vio reforzada la tesis del investigador Antonio Brevers, Asesor histórico y coordinador del operativo, también presente en el hallazgo. En sus libros sobre Juanín y Bedoya y sobre la Brigada Machado, queda recogida la abundante documentación recopilada durante años así como los testimonios directos recabados por él entre antiguos miembros de la Brigada Machado; y por lo que sitúa el fallecimiento de Eloy Campillo frente a una torca de la zona de Ándara, por un disparo de pistola en la cabeza efectuado a corta distancia antes de ser arrojado a la sima.
En todo momento el Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) estuvo pendiente del operativo. En la Torca de La Topinoria también se recibió la visita del vicepresidente del Gobierno de Cantabria don Pablo Zuloaga, acompañado de la Directora de Patrimonio y Memoria Histórica doña Zoraida Hijosa. Las autoridades saludaron a los nietos de Eloy Campillo: José Manuel Fernández Campillo y José Rodríguez; y dieron ánimos al equipo de trabajo. Francisco Etxeberría aprovechó para agradecer la visita y exponer precisamente la importancia que algo así tenía para los familiares presentes en una exhumación, añadiendo que por desgracia había muchos sitios de España donde no es tan frecuente.
La Vicepresidencia de Gobierno ha colaborado activamente en la agilización de los permisos necesarios y ha proporcionado ayuda económica para sufragar los gastos de desplazamiento, alojamiento y manutención del equipo, junto con las pruebas de ADN y Carbono 14 que se precisen; cabe destacar que el conjunto de profesionales que han intervenido, tanto de la Sociedad de Ciencias Aranzadi como de la Asociación de Espeleología Ramaliega lo hacen de forma totalmente altruista.
En torno a las cuatro de la tarde comenzaron a salir al exterior los espeleólogos, portando los restos óseos. Sobre el terreno el equipo forense hizo una primera clasificación, comprobando para satisfacción de todos que se había podido recuperar en torno a un 90 % de los restos de Eloy Campillo; pendiente de confirmar en una segunda fase de laboratorio.
No hubo tanta suerte con los restos de la niña, de la que se recuperó en torno a un 30 %, aunque aparecieron piezas importantes, como una mandíbula con algunos dientes. Muestras de dichos restos serán enviadas a Estados Unidos para un exhaustivo estudio mediante la técnica del Carbono 14, con el fin datar con mayor exactitud su fallecimiento, dado que para el equipo de trabajo es igualmente prioritario la posible resolución de ese caso.
Los restos óseos y el casquillo de bala serán trasladados al Laboratorio de Antropología Forense de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, donde se realizará el análisis antropológico forense y toma de muestras biológicas para identificación genética.
Mercedes Campillo, hija de Eloy, aguardó la llegada de noticias en el domicilio familiar de Sotres, el mismo del que fue obligado a abandonar su padre Eloy Campillo en la noche del 22 de abril de 1945. Allí recibió la visita de Fernando Serrulla y Antonio Brevers y emocionada fue informada de los pormenores con ayuda de una pizarra y del teléfono móvil, donde tiene instalada una aplicación que le ayuda a superar su sordera. Con lo que quedó cerrada la incertidumbre familiar de estos 74 años.
A continuación todos los asistentes acudieron a la última reunión de trabajo, en un salón del hotel, donde se proyectaron las imágenes y videos obtenidos durante la jornada, tanto en el interior y como en el exterior de la cavidad, apoyadas por las explicaciones técnicas de las personas que llevaron a cabo la extracción y recuperación de los restos.
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