El portavoz del PP de Piélagos, Carlos Caramés, asegura que el presupuesto presentado por el ayuntamiento para 2019 es la prueba de la incapacidad del tripartito municipal para controlar el gasto y no tener que sangrar a los vecinos con una subida de impuestos generalizada.
En opinión de Carlos Caramés, las cuentas municipales para el año que viene demuestran una vez más que la fiesta de cargos y sueldos del tripartito la tienen que pagar todos los vecinos de Piélagos con sus impuestos.
El último presupuesto elaborado por el PP en 2015 era de 16 millones de euros y ya contemplaba una dotación de 548.000 euros para hacer frente a la responsabilidad municipal en los derribos. Ahora el presupuesto previsto por el tripartito para el próximo ejercicio es tres millones superior, 19 millones en total, mientras que el fondo de contingencia para derribos es de 500.000 euros hasta un montante total de 874.000 euros. El Partido Popular se pregunta a qué se destina el dinero sobrante y por qué los socialistas y sus socios no pueden gestionar los servicios y los ingresos sin subir impuestos de una forma tan grosera.
La conclusión que extrae Caramés es que las obligaciones del ayuntamiento en los procesos con sentencia de demolición no pueden ser la excusa de la gestión del dinero público. “Cuanto más tiene más gasta”, asegura el portavoz del PP en referencia al tripartito, del que considera que sigue tendiendo cortinas de humo para ocultar la subida de impuestos para los vecinos, la cual llega al 10% de media en el IBI.
Los populares piensan que la alcaldesa y sus socios de gobierno no saben controlar ni optimizar el gasto público. “La flagrante falta de control por su parte es un continuo derroche”, afirma su portavoz Carlos Caramés. Piélagos tiene con el tripartito casi el doble de concejales y asesores con sueldo, los cuales además cobran emolumentos mayores que en ejercicios anteriores. La factura total supone un incremento de más de un millón de euros en la legislatura. “Ese el precio que ha tenido para los vecinos que estos tres grupos hayan decidido unirse en contra de la opción mayoritaria votada por los vecinos”, afirma el portavoz popular.
A la fiesta de sueldos hay que añadir los caprichos en mobiliario, los incrementos en las subvenciones para beneficiar a personas próximas, o los gastos desproporcionados en fiestas populares, como si eso fuera a servir para conseguir el apoyo que no han recibido unos y otros en las urnas. Caramés lamenta del tripartito que “tiene más capacidad de gasto, sube los impuestos y ni si quiera puede alardear de haber mejorado los servicios públicos respecto al estado en que los encontraron”.
Y pone más ejemplos, como el fiasco de la plaza de Liencres, donde ya se ha tenido que gastar 10.000 euros de dinero público en un nuevo proyecto, el costosísimo gabinete de prensa municipal al servicio de la alcaldesa o los gastos en autobombo a costa del erario municipal. Y algo muy significativo, el aumento de 1.000 a 2.500 euros + IVA en la cantidad que los concejales pueden gastar sin explicación previa a Intervención Municipal para contratar con quien quieran, como quieran y cuando quieran.
Según Carlos Caramés, “el ansia por gastar no cesa para socialistas, regionalistas e independientes”.
El último presupuesto elaborado por el PP en 2015 era de 16 millones de euros y ya contemplaba una dotación de 548.000 euros para hacer frente a la responsabilidad municipal en los derribos. Ahora el presupuesto previsto por el tripartito para el próximo ejercicio es tres millones superior, 19 millones en total, mientras que el fondo de contingencia para derribos es de 500.000 euros hasta un montante total de 874.000 euros. El Partido Popular se pregunta a qué se destina el dinero sobrante y por qué los socialistas y sus socios no pueden gestionar los servicios y los ingresos sin subir impuestos de una forma tan grosera.
La conclusión que extrae Caramés es que las obligaciones del ayuntamiento en los procesos con sentencia de demolición no pueden ser la excusa de la gestión del dinero público. “Cuanto más tiene más gasta”, asegura el portavoz del PP en referencia al tripartito, del que considera que sigue tendiendo cortinas de humo para ocultar la subida de impuestos para los vecinos, la cual llega al 10% de media en el IBI.
Los populares piensan que la alcaldesa y sus socios de gobierno no saben controlar ni optimizar el gasto público. “La flagrante falta de control por su parte es un continuo derroche”, afirma su portavoz Carlos Caramés. Piélagos tiene con el tripartito casi el doble de concejales y asesores con sueldo, los cuales además cobran emolumentos mayores que en ejercicios anteriores. La factura total supone un incremento de más de un millón de euros en la legislatura. “Ese el precio que ha tenido para los vecinos que estos tres grupos hayan decidido unirse en contra de la opción mayoritaria votada por los vecinos”, afirma el portavoz popular.
A la fiesta de sueldos hay que añadir los caprichos en mobiliario, los incrementos en las subvenciones para beneficiar a personas próximas, o los gastos desproporcionados en fiestas populares, como si eso fuera a servir para conseguir el apoyo que no han recibido unos y otros en las urnas. Caramés lamenta del tripartito que “tiene más capacidad de gasto, sube los impuestos y ni si quiera puede alardear de haber mejorado los servicios públicos respecto al estado en que los encontraron”.
Y pone más ejemplos, como el fiasco de la plaza de Liencres, donde ya se ha tenido que gastar 10.000 euros de dinero público en un nuevo proyecto, el costosísimo gabinete de prensa municipal al servicio de la alcaldesa o los gastos en autobombo a costa del erario municipal. Y algo muy significativo, el aumento de 1.000 a 2.500 euros + IVA en la cantidad que los concejales pueden gastar sin explicación previa a Intervención Municipal para contratar con quien quieran, como quieran y cuando quieran.
Según Carlos Caramés, “el ansia por gastar no cesa para socialistas, regionalistas e independientes”.
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