La Plaza Mayor de Torrelavega volvió a convertirse ayer en un circo. La iniciativa de la Escuela de Circo Local Malabaracirco acercó a niños y padres además de a los abuelos y abuelas las disciplinas y el espectáculo circense más genuino.
Algunos quisieron ser por un día magos, otros payasos, otros equlibristas o iniciantes en acrobacias áreas. A otros les dio por pintarse la cara con colores de fantasía, muy vivos y cómicos.
Otros practicaron bajo la atenta mirada de un monitor écnicas aéreas sobre telas, trapecismo, equilibrios,
malabares y funambulismo practicado por gente con ganas de aprender.
También está funcionando un taller de maquillaje de fantasía. Las
actividades comienzan a las 17.00 horas y se desarrollarán hasta las
20.00 horas. Mañana viernes es el último día.
Se pudo ver a una niña de pie sobre una enorme bola y a
otros dos niños practicando técnicas aéreas en tela.
Tanto estas disciplinas como la de funambulismo se
practican con grandes colchonetas debajo. Además, los monitores, casi
todos titulados en enseñanzas de técnicas circenses, controlan en todo
momento el buen desarrollo de la actividad.
En todo el tiempo en que la compañía Malabaracirco lleva
realizando este tipo de iniciativas no ha habido ninguna lesión seria.
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