martes, 9 de mayo de 2017

Torrelavega Tribuna Libre: ¿Exterminar palomas es una solución?


El Ayuntamiento de Torrelavega ha decidido acabar con el problema de la sobrepoblación de palomas con un método que están abandonando las ciudades más avanzadas ética y medioambientalmente. El exterminio de palomas no resuelve el problema y así ha quedado demostrado donde se ha procedido a sacrificarlas masivamente, ya que las palomas recolonizan en poco tiempo las zonas en las que habitaban.
De hecho estudios sobre la materia han establecido que las poblaciones de palomas han aumentado utilizando este método. Investigaciones científicas demuestran que estos métodos son completamente ineficaces, ya que tras los descastes el número de palomas puede crecer hasta los mismos niveles que antes o incluso superiores en cuestión de semanas (HaagWakernagel, 1995). Un estudio realizado en la Universidad de Barcelona concluye que matando las palomas que ya hay en la ciudad, sólo se consigue que vengan otras a reemplazarlas, es decir que se consigue que palomas de la periferia que no podían entrar en la ciudad por la competencia interespecífica, lo hagan al desaparecer dicha competencia (Sol y Senar, 1991). 
En este mismo sentido, estudios realizados en EE.UU. han demostrado que si una cuarta parte de la población de palomas es eliminada, la colonia puede recuperar su densidad original en menos de 24 meses, e incluso puede dar resultados contrarios a su objetivo inicial, dado que durante algunos años la comunidad de palomas puede alcanzar un mayor número de aves que antes de efectuar el descaste. Por lo tanto el hueco dejado por las palomas eliminadas es rápidamente llenado por las palomas jóvenes que tienen más posibilidades de sobrevivir, con lo que el método resulta totalmente ineficaz, ya que no sólo no reduce el número de palomas, sino que además ayuda a rejuvenecer a la población que se intenta reducir. Además los descastes son una opción demasiado cara, ya que deben de repetirse periódicamente (generalmente entre dos y tres campañas anuales)
Deberíamos mirar cómo están gestionando el problema en otros municipios y seguir su ejemplo como el de Barcelona, que se ha propuesto reducir hasta un 80% en cinco años la población de palomas de la ciudad, estimada actualmente en 85.000 ejemplares, facilitándoles pienso con anticonceptivos, en 40 puntos de la urbe. Un método efectivo, ético y de bajo costo. El pienso está formado por maíz con nicarbazina, sustancia anticonceptiva para las aves y totalmente inocua para los humanos.
Otro método que ha dado buenos resultados es el de la implantación de palomares ecológicos como ya se utilizan en otras ciudades europeas como París o Génova, y que básicamente sirven para controlar la población de palomas de forma racional e incruenta. Estos palomares controlados, distribuidos por diversos puntos de la ciudad, servirían para albergar aproximadamente a unos doscientos ejemplares en cada uno. En ellos se suministra a las aves grano mezclado con pienso hormonado de efecto anticonceptivo, a la par que se pueden retirar con facilidad por el hombre las nidadas que se produzcan. La colonia permanece estable, en condiciones sanitarias mejores y además sus excrementos se pueden reutilizar como abono para los propios jardines donde se ubican. Además la concentración en éstas determinadas zonas de la ciudad haría que se descongestionasen otras zonas en las que es más inadecuada la presencia de estas aves.
Existiendo soluciones eficaces, en EQUO Besaya valoramos esta medida como muy retrógrada ya que provoca el rechazo de la población en general y el Ayuntamiento de Torrelavega debería sumarse a la sensibilidad de la gente que demanda soluciones éticas y respetuosas con los animales.
Dolores Póliz - Coportavoz EQUO Cantabria

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