La Asociación Cultural Octubre regresó de los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf con un sabor agridulce. Por un lado, satisfechos por poder trasladar y hacer entrega a las autoridades saharauis de la ayuda humanitaria, (principalmente glucómetros, test de embarazo, antibióticos y material escolar), que pudieron adquirir gracias a la recaudación del evento cultural solidario realizado en la nave de la Asociación, el pasado marzo donde participaron el grupo cántabro “Inés Pardo meets Lone Ark” y la agrupación escénica “Unos Cuantos”. Gracias también a los que colaboraron activamente con la Fila Cero.
Pero por otra parte, tristes por observar como malviven cientos de miles de saharauis que durante más de 40 años están exiliados en la inhóspita hamada argelina y los que viven en los territorios ocupados sufren a diario la vulneración continua de sus derechos humanos.
Además, la ayuda internacional ha descendido notablemente, se ha abandonado progresivamente. Las condiciones de vida en los campamentos se hacen cada vez más difíciles habiendo serios problemas alimentarios y sanitarios.
No obstante otro de los objetivos del viaje, según la Asociación, era visitar los centros y espacios culturales de los campamentos saharauis, para poder realizar un proyecto cultural de cooperación a largo plazo.
Para ello los representantes de la Asociación Cultural Octubre se entrevistó con la ministra de Cultura Jadiya Hamdi, quién a través del Ministerio de Cultura saharaui les organizó una serie de visitas por estos espacios culturales durante su estancia. En este sentido, la Asociación Cultural Octubre ha agradecido el interés y coordinación excelente, realizada por las asociaciones “Cantabria por el Sáhara”, “Alouda Cantabria” y la delegada saharaui en Cantabria, Maina Chejatu.
El resultado fue asombroso, pues pese a la precariedad de instalaciones y falta de recursos materiales, los visitantes pudieron observar el trabajo de músicos, pintores y artistas en general mostrándonos la cultura e identidad del pueblo saharaui.
La Asiciación Cultural Octubre colabora desde hace años con la Asociación Cantabria por el Sáhara. Siempre han estado vinculados a la causa saharaui, acercándose a su forma de vida, porque sienten su causa, su exilio y el devenir de su injusta historia reciente.
De hecho ya participaron activamente en el primer Artifariti, en el año 2007. Un encuentro con el arte que año tras año se realiza en los territorios liberados del Sáhara. Es una cita con el arte, con las prácticas artísticas, como el lenguaje-herramienta para reivindicar los derechos humanos, el derecho de las personas y los pueblos a su tierra, su cultura, sus raíces y su libertad.
"El pueblo saharaui existe y esto lo sabemos por su historia, a pesar de que muchos quieran negarla y hacerla desaparecer a través de la ocupación, la represión y el silencio", aseguran.
Desde la Asociación Cultural Octubre creen que hablar de una cultura es más complejo que referirse a sus bellas artes. La vestimenta, la cocina, la música, los saludos, el respeto a los ancianos, las relaciones entre las personas, los juegos, los mitos, la poesía, los cantos, las danzas… "Una cultura es una construcción colectiva. La cultura es la identidad que da vida a cada pueblo y región", aseguran.
"La cultura saharaui se confunde con la vida, sostiene las esperanzas, es reivindicación y lucha por existir. La cultura saharaui es resistencia. La cultura saharaui tiene derecho a ser, mantenerse y crecer. Para que la cultura saharaui siga sonriéndole al sol es necesario que los pueblos del mundo apoyemos a estos hombres y mujeres en su derecho a la autodeterminación e independencia. Por aquí debe comenzar la cooperación", aseguran desde la Asociación Cultural Octubre.
El resultado fue asombroso, pues pese a la precariedad de instalaciones y falta de recursos materiales, los visitantes pudieron observar el trabajo de músicos, pintores y artistas en general mostrándonos la cultura e identidad del pueblo saharaui.
La Asiciación Cultural Octubre colabora desde hace años con la Asociación Cantabria por el Sáhara. Siempre han estado vinculados a la causa saharaui, acercándose a su forma de vida, porque sienten su causa, su exilio y el devenir de su injusta historia reciente.
De hecho ya participaron activamente en el primer Artifariti, en el año 2007. Un encuentro con el arte que año tras año se realiza en los territorios liberados del Sáhara. Es una cita con el arte, con las prácticas artísticas, como el lenguaje-herramienta para reivindicar los derechos humanos, el derecho de las personas y los pueblos a su tierra, su cultura, sus raíces y su libertad.
"El pueblo saharaui existe y esto lo sabemos por su historia, a pesar de que muchos quieran negarla y hacerla desaparecer a través de la ocupación, la represión y el silencio", aseguran.
Desde la Asociación Cultural Octubre creen que hablar de una cultura es más complejo que referirse a sus bellas artes. La vestimenta, la cocina, la música, los saludos, el respeto a los ancianos, las relaciones entre las personas, los juegos, los mitos, la poesía, los cantos, las danzas… "Una cultura es una construcción colectiva. La cultura es la identidad que da vida a cada pueblo y región", aseguran.
"La cultura saharaui se confunde con la vida, sostiene las esperanzas, es reivindicación y lucha por existir. La cultura saharaui es resistencia. La cultura saharaui tiene derecho a ser, mantenerse y crecer. Para que la cultura saharaui siga sonriéndole al sol es necesario que los pueblos del mundo apoyemos a estos hombres y mujeres en su derecho a la autodeterminación e independencia. Por aquí debe comenzar la cooperación", aseguran desde la Asociación Cultural Octubre.
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