El consejero de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Javier Fernández, junto con el alcalde de Miengo, Avelino Cuartas, ha visitado las obras de restauración ambiental que el Gobierno de Cantabria está realizando, a través de MARE, en la antigua duna de Cuchía. La actuación contempla la plantación de 2.880 árboles en sustitución de especies invasoras.
Fernández, que también ha estado acompañado por el director de MARE, Antonino Zabala y el director general de Medio Ambiente, David Redondo, ha destacado los "efectos importantes para los ciudadanos" que conllevará la restauración de la zona.
El consejero, que ha recordado que con estos trabajos el Gobierno de Cantabria satisface las peticiones realizadas desde el consistorio menicense, ha señalado el alto aprovechamiento que tendrá la zona para los vecinos tras la conclusión de las labores de eliminación de especies invasoras y su sustitución por arbolado autóctono.
"Desde la Consejería de Medio Ambiente queremos que se implante la idea de la regeneración ambiental", ha dicho Fernández, que ha defendido la activación de "un plan de este tipo cada año". El consejero ha apuntado que la actuación de Miengo formaba parte del plan que se está ejecutando en el presente año, pero ya se está elaborando el de 2014 y pensando en los futuros, todo ello para "eliminar puntos negros y sustituirlos por puntos verdes. Así, en una década, "habremos eliminado, posiblemente, las principales áreas degradadas de la comunidad".
El titular de Medio Ambiente considera también fundamental las labores de mantenimiento y conservación que preceden a la actuación concreta, que en este caso tiene un presupuesto de 160.170 euros, para impedir que vuelvan a implantarse los plumeros y el resto de especies invasoras. En su opinión, no basta con llevar a cabo estos planes, sino que "hay que ser constantes en los mismos".
Por su parte, Avelino Cuartas, alcalde del municipio, ha señalado como elemento clave la colaboración entre instituciones para llevar a cabo este proyecto. "Este es un ejemplo de coordinación de administraciones que han trabajado para recuperar un área degradada en el que ahora, con las actuaciones que se están haciendo, vamos a regenerar casi 40 hectáreas", ha dicho. Cuartas ha recordado que, desde el año 1997, momento en el que se elaboró el Plan Director de Cuchía, todas las administraciones han unido sus esfuerzos para conseguir la regeneración de la zona.
Los trabajos, que se vienen realizando en varias etapas, han contado con la participación activa del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Miengo, pero también de la Demarcación de Costas, que "hizo una actuación que abarcó 20 hectáreas en las proximidades de la playa de Marzán. A pesar del importante esfuerzo económico, tanto el de la actuación concreta como el requerido para su mantenimiento, el regidor considera que "vale la pena" para conseguir esta zona de ocio que los vecinos valoran y que, desde el punto de vista medioambiental, supone "un ejemplo de recuperación paisajístico".
Características de la restauración
Se trata de una superficie de 6 hectáreas en las que, tras retirar los escombros allí depositados, se va a realizar un subsolado de 20 cm de profundidad y una hidrosiembra posterior. Asimismo, se va a desbrozar y despejar toda la zona para posteriormente plantar encinas, laurel, agracejo y aladiermo que formarán el futuro encinar cantábrico.
En total, la actuación contempla la introducción de 2.880 especies arbóreas que contribuirán a conformar el nuevo espacio verde. A la introducción de estas cuatro especies se suma la de diferentes tipos de arbustos que ocuparán una superficie de 19.450 metros cuadrados y servirán para sustituir a las especies invasoras (plumeros principalmente) que ocupan el espacio en la actualidad.
Esta actuación se enmarca dentro del Plan de regeneración Ambiental de espacios Degradados de Cantabria de 2013 que pretende sustituir puntos negros por puntos verdes. En la actualidad, esta zona presenta un estado muy alterado de su cubierta vegetal por la colonización de plumeros y su uso como vertedero no autorizado.
"Desde la Consejería de Medio Ambiente queremos que se implante la idea de la regeneración ambiental", ha dicho Fernández, que ha defendido la activación de "un plan de este tipo cada año". El consejero ha apuntado que la actuación de Miengo formaba parte del plan que se está ejecutando en el presente año, pero ya se está elaborando el de 2014 y pensando en los futuros, todo ello para "eliminar puntos negros y sustituirlos por puntos verdes. Así, en una década, "habremos eliminado, posiblemente, las principales áreas degradadas de la comunidad".
El titular de Medio Ambiente considera también fundamental las labores de mantenimiento y conservación que preceden a la actuación concreta, que en este caso tiene un presupuesto de 160.170 euros, para impedir que vuelvan a implantarse los plumeros y el resto de especies invasoras. En su opinión, no basta con llevar a cabo estos planes, sino que "hay que ser constantes en los mismos".
Por su parte, Avelino Cuartas, alcalde del municipio, ha señalado como elemento clave la colaboración entre instituciones para llevar a cabo este proyecto. "Este es un ejemplo de coordinación de administraciones que han trabajado para recuperar un área degradada en el que ahora, con las actuaciones que se están haciendo, vamos a regenerar casi 40 hectáreas", ha dicho. Cuartas ha recordado que, desde el año 1997, momento en el que se elaboró el Plan Director de Cuchía, todas las administraciones han unido sus esfuerzos para conseguir la regeneración de la zona.
Los trabajos, que se vienen realizando en varias etapas, han contado con la participación activa del Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Miengo, pero también de la Demarcación de Costas, que "hizo una actuación que abarcó 20 hectáreas en las proximidades de la playa de Marzán. A pesar del importante esfuerzo económico, tanto el de la actuación concreta como el requerido para su mantenimiento, el regidor considera que "vale la pena" para conseguir esta zona de ocio que los vecinos valoran y que, desde el punto de vista medioambiental, supone "un ejemplo de recuperación paisajístico".
Características de la restauración
Se trata de una superficie de 6 hectáreas en las que, tras retirar los escombros allí depositados, se va a realizar un subsolado de 20 cm de profundidad y una hidrosiembra posterior. Asimismo, se va a desbrozar y despejar toda la zona para posteriormente plantar encinas, laurel, agracejo y aladiermo que formarán el futuro encinar cantábrico.
En total, la actuación contempla la introducción de 2.880 especies arbóreas que contribuirán a conformar el nuevo espacio verde. A la introducción de estas cuatro especies se suma la de diferentes tipos de arbustos que ocuparán una superficie de 19.450 metros cuadrados y servirán para sustituir a las especies invasoras (plumeros principalmente) que ocupan el espacio en la actualidad.
Esta actuación se enmarca dentro del Plan de regeneración Ambiental de espacios Degradados de Cantabria de 2013 que pretende sustituir puntos negros por puntos verdes. En la actualidad, esta zona presenta un estado muy alterado de su cubierta vegetal por la colonización de plumeros y su uso como vertedero no autorizado.
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