El Balonmano Torrelavega logró el primer triunfo de la temporada frente al Solla y Cia Chapela. Cántabros y gallegos disputaron un encuentro cargado de tensión que mantuvo en vilo a los aficionados hasta el final.
A los de casa les hacía falta ganar para ahuyentar la ansiedad que revoloteaba por encima del Trueba y eso se notó desde el primer segundo de juego. Cada una de sus acciones transmitía hambre y ganas de brindar la primera victoria del curso a sus aficionados.
Sin embargo, el conjunto gallego demostró por qué había vapuleado a Palma del Río en la jornada anterior. Con más oficio que calidad y los roles muy bien definidos, los pupilos de Fran Teixeira apagaron el ímpetu inicial de los cántabros apoyados en una defensa sólida y un ataque expeditivo. Pablo Vidal los metía de todos los colores.
El BM Torrelavega se mantenía en partido a pesar de la contundencia de la zaga visitante. Genio González lograba empatar a 8 en el ecuador del primer acto. Además, Cristian Pereda, recién entrado a cancha, sacó dos pelotas realmente espectaculares. Los nuestros se pusieron por delante. Pero Pablo Vidal no había venido a Torrelavega de paseo. El lateral despachó dos cañonazos desde más allá de la línea de puntos para devolver la igualdad al choque.
En el tramo final del primer acto, los locales dieron una vuelta de tuerca al tornillo de la intensidad y lograron abrir un pequeño hueco. Una recuperación de Joaquín Marcos unida a un contragolpe materializado por Abel Lamadrid obligaba a Fran Teixeira a pedir tiempo muerto. El parcial era de 4 – 1. Un gol de vaselina de Fernando Martínez dejaba el marcador en 16 – 14 al descanso.
Tras el intermedio, el Balonmano Torrelavega siguió a lo suyo. Los de Diego Soto aprovecharon la primera exclusión en las filas visitantes para hurgar en la herida gallega. Guille Barbón se permitió el lujo de marcar un gol desde su propia portería mientras que Genio González repartía maestría en forma de goles y asistencias. El acierto de Vidal y de Cid era la única constante vital que tenía el Chapela. Sus tantos mantenían abierto un partido que, por sensaciones, parecía teñido de naranja.
Más aún cuando “El Guaje” elevaba la renta local a cinco con un lanzamiento en apoyo mágico. El partido se rompía pero vino una exclusión en las filas locales que hizo dudar a la grada. Los nervios fueron totales cuando los árbitros mostraron tarjeta roja a Joaquín Marcos en una acción más que discutida. Otra decisión rigurosa de los colegiados permitía a Cid marcar su noveno tanto del choque y resucitaba a los gallegos. 26 – 24 con siete minutos por jugarse.
Con mucha tensión en los dos bandos, la ventaja local se mantenía. En cada acción saltaban chispas y los piques eran una constante. Tanto que en una doble exclusión se produjo una tangana entre Pablo Vidal y un aficionado. El partido quemaba y era difícil mantener la calma.
Curiosamente fue un joven con alma de veterano dio un paso al frente. Dos goles consecutivos de Sergio Crespo enjugaban el recital de Chema Cid desde el extremo. Tras un tiempo muerto, la pizarra de Diego Soto dejó a Oscar Arroyo solo en seis metros y el canterano resolvió el choque. 31 a 28 fue el marcador de un partido tenso pero con final feliz.
Ficha técnica
BM Torrelavega. Jacob Melián, Cristián Pereda; Diego Abascal, Oscar Arroyo (2), Sergio Crespo (3), Eugenio González (7), Guille Barbón (8), Abel Lamadrid (3), Borja Lombilla (3), Alberto Pérez, Joaquín Marcos (4), Jadim Sour y J.A. Calderon (1).
Solla y Cía Chapela. José Antonio Lafuente, Pablo Domínguez; Oscar Silva (2), Rubén Gómez, José María Cid (10), Enrique Fernández, Fernando Martínez (2), Ángel Martínez (1), Adrián Blanco, Iago Cuadrado (4), Pablo Vidal (8), Pablo Casal (1) y Marco Fernández.
Parciales 2 – 3, 5 – 6, 8 – 8, 10 – 11, 12 – 12, 16 – 14. Descanso 19 – 16, 21 – 19, 25 – 20, 26 – 22, 27 – 24, 31 – 28 final. Arbitros. Efrén Muñoz y Julio Posadas (Colegio madrileño). Pabellón Vicente Trueba. 600 espectadores.
A los de casa les hacía falta ganar para ahuyentar la ansiedad que revoloteaba por encima del Trueba y eso se notó desde el primer segundo de juego. Cada una de sus acciones transmitía hambre y ganas de brindar la primera victoria del curso a sus aficionados.
Sin embargo, el conjunto gallego demostró por qué había vapuleado a Palma del Río en la jornada anterior. Con más oficio que calidad y los roles muy bien definidos, los pupilos de Fran Teixeira apagaron el ímpetu inicial de los cántabros apoyados en una defensa sólida y un ataque expeditivo. Pablo Vidal los metía de todos los colores.
El BM Torrelavega se mantenía en partido a pesar de la contundencia de la zaga visitante. Genio González lograba empatar a 8 en el ecuador del primer acto. Además, Cristian Pereda, recién entrado a cancha, sacó dos pelotas realmente espectaculares. Los nuestros se pusieron por delante. Pero Pablo Vidal no había venido a Torrelavega de paseo. El lateral despachó dos cañonazos desde más allá de la línea de puntos para devolver la igualdad al choque.
En el tramo final del primer acto, los locales dieron una vuelta de tuerca al tornillo de la intensidad y lograron abrir un pequeño hueco. Una recuperación de Joaquín Marcos unida a un contragolpe materializado por Abel Lamadrid obligaba a Fran Teixeira a pedir tiempo muerto. El parcial era de 4 – 1. Un gol de vaselina de Fernando Martínez dejaba el marcador en 16 – 14 al descanso.
Tras el intermedio, el Balonmano Torrelavega siguió a lo suyo. Los de Diego Soto aprovecharon la primera exclusión en las filas visitantes para hurgar en la herida gallega. Guille Barbón se permitió el lujo de marcar un gol desde su propia portería mientras que Genio González repartía maestría en forma de goles y asistencias. El acierto de Vidal y de Cid era la única constante vital que tenía el Chapela. Sus tantos mantenían abierto un partido que, por sensaciones, parecía teñido de naranja.
Más aún cuando “El Guaje” elevaba la renta local a cinco con un lanzamiento en apoyo mágico. El partido se rompía pero vino una exclusión en las filas locales que hizo dudar a la grada. Los nervios fueron totales cuando los árbitros mostraron tarjeta roja a Joaquín Marcos en una acción más que discutida. Otra decisión rigurosa de los colegiados permitía a Cid marcar su noveno tanto del choque y resucitaba a los gallegos. 26 – 24 con siete minutos por jugarse.
Con mucha tensión en los dos bandos, la ventaja local se mantenía. En cada acción saltaban chispas y los piques eran una constante. Tanto que en una doble exclusión se produjo una tangana entre Pablo Vidal y un aficionado. El partido quemaba y era difícil mantener la calma.
Curiosamente fue un joven con alma de veterano dio un paso al frente. Dos goles consecutivos de Sergio Crespo enjugaban el recital de Chema Cid desde el extremo. Tras un tiempo muerto, la pizarra de Diego Soto dejó a Oscar Arroyo solo en seis metros y el canterano resolvió el choque. 31 a 28 fue el marcador de un partido tenso pero con final feliz.
Ficha técnica
BM Torrelavega. Jacob Melián, Cristián Pereda; Diego Abascal, Oscar Arroyo (2), Sergio Crespo (3), Eugenio González (7), Guille Barbón (8), Abel Lamadrid (3), Borja Lombilla (3), Alberto Pérez, Joaquín Marcos (4), Jadim Sour y J.A. Calderon (1).
Solla y Cía Chapela. José Antonio Lafuente, Pablo Domínguez; Oscar Silva (2), Rubén Gómez, José María Cid (10), Enrique Fernández, Fernando Martínez (2), Ángel Martínez (1), Adrián Blanco, Iago Cuadrado (4), Pablo Vidal (8), Pablo Casal (1) y Marco Fernández.
Parciales 2 – 3, 5 – 6, 8 – 8, 10 – 11, 12 – 12, 16 – 14. Descanso 19 – 16, 21 – 19, 25 – 20, 26 – 22, 27 – 24, 31 – 28 final. Arbitros. Efrén Muñoz y Julio Posadas (Colegio madrileño). Pabellón Vicente Trueba. 600 espectadores.
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