Ecologistas en Acción considera lamentables las recientes declaraciones del consejero de Medio Ambiente, Javier Fernández, sobre el último episodio de contaminación por ozono en Reinosa, las cuales se han caracterizado por la trivialización del problema, la falta de rigor y la manipulación de los datos.
Según EA, el ozono “es bueno” en las capas altas de la atmósfera donde nos protege de la radiación ultravioleta del Sol, pero en las capas bajas, es un potente oxidante que a elevadas concentraciones se convierte en un grave problema de contaminación que afecta a especialmente a las personas mayores y aquellas con problemas respiratorios como alergias y asma.
Es un contaminante que se produce en general a decenas de kilómetros de las fuentes de emisión de otros contaminantes como el monóxido de nitrógeno (NO) o los compuestos orgánicos volátiles (COV); estos contaminantes reaccionan con el oxígeno del aire a causa de la radiación solar produciendo el ozono.
Para EA, la falta a la verdad se produce cuando dice que “en lo que va de año ha habido tan sólo 2 superaciones de los niveles de ozono”. El consejero se confunde, no sabe de lo que habla, se expresa mal o miente. En lo que llevamos de año, la estación de control de calidad del aire de Reinosa ha sufrido superaciones de los niveles de legales de contaminación por ozono (120 µg/m3) durante veinte días y 15 en el caso de Los Tojos, la mayoría en el mes de julio.
Pero si en lugar de tomar como referencia los niveles legales, la estimación se realizase sobre las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establece 100 µg/m3, las superaciones de los niveles de contaminación en Reinosa excedería los 50 días y en Los Tojos de 40 días en lo que llevamos transcurrido de año, mientras la OMS recomienda no exceder los 25 días anuales.
Para EA, los sucesos a los que hace referencia el consejero son episodios de contaminación crítica (180 µg/m3) con posibles efectos negativos en el corto plazo para la población más sensible y exigen la activación de protocolos de avisos a la población. Por ello no puede decirse que “no suponen problemas de gravedad desde el punto de vista sanitario”, como ha afirmado el consejero.
Lo que se viene registrando en las estaciones de control de calidad del aire de Los Tojos y Reinosa, es representativo de lo que sucede en toda la zona interior de Cantabria, donde estos episodios de contaminación se dan en condiciones de fuerte radiación solar, pero tienen su origen fundamentalmente en el tráfico motorizado y en grandes centros industriales de combustión ubicados más al norte de Cantabria y ahí es donde la Consejería de Medio Ambiente tiene que trabajar en el desempeño de sus responsabilidades.
Por otro lado la Consejería tiene potentes herramientas para la predicción de la evolución de la contaminación y debe activar los protocolos de aviso y alerta a la población anticipándose a que sucedan para que los mismos puedan tener la debida eficacia, de lo contrario se quedan en mera virtualidad puesto que cuando llegan a la población es muy tarde, normalmente a toro pasado.
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