La consejera de Educación, Formación Profesional y Turismo, Marina Lombó, ha garantizado que Cantabria estará preparada para afrontar de forma "segura" el regreso parcial a las aulas de alumnos, docentes y Personal de Administración, que se producirá, según ha establecido el Gobierno de España, cuando Cantabria entre la Fase II de la 'desescalada', el 25 de mayo en el escenario más optimista.
Así lo ha asegurado hoy la consejera de Educación en la Comisión de Seguimiento del COVID-19 celebrada esta mañana en el Parlamento de Cantabria, en la que ha afirmado que este regreso constituye un desafío en la gestión "muy grande" y necesitará, en "primer lugar y de forma irrenunciable, de instrucciones claras en materia sanitaria", ha añadido.
El 'Plan para la transición hacia una nueva normalidad' elaborado por el Ministerio de Sanidad y anunciado por Sánchez el pasado martes, día 28, prevé que en ese momento regresarían a las aulas los alumnos de hasta seis años de familias que acrediten que los progenitores tienen que realizar trabajo presencial y, de forma voluntaria, para alumnos de los cursos terminales, como segundo de Bachillerato, cuarto de la ESO y los segundos cursos de los grados de FP. Se contempla también la apertura de los centros de Educación Especial.
Esta vuelta parcial a las aulas supondría la apertura en la Comunidad Autónoma de la totalidad de los centros educativos de régimen general de Cantabria, a excepción solamente de los 5 centros en los que se imparte exclusivamente Educación Primaria, lo que supone la apertura de 304 centros educativos de los 309 existentes.
La consejera de Educación ha señalado que, desde la tarde del martes, "conocemos lo que conocen todos los españoles, nada más, el plan de desescalada que prevé una vuelta parcial a las aulas a partir de la fase 2". Según ha explicado, desde su departamento se ha trasladado al Ministerio de Educación la necesidad de que remita el protocolo lo antes posible porque las implicaciones de esa vuelta parcial a las aulas "son enormes a todos los niveles" y supondrán la práctica apertura de todos los centros educativos en régimen general.
Ha reconocido que Cantabria se estaba preparando, como la mayoría de las comunidades autónomas, para la posible reincorporación de los alumnos que tienen que examinarse de la EBAU y de los cursos finales de etapa, pero no para la vuelta de los de Infantil.
Desde la Consejería de Educación ya se trabaja, con el protocolo del Ministerio de Educación, en analizar las necesidades y las vías para, llegado el caso, los alumnos que vuelvan a las aulas lo hagan de "manera segura, y que esa vuelta sea igualmente segura para docentes y personal de administración y servicios".
En este sentido, ha avanzado que en Cantabria ya se ha constituido y está funcionando, un comité técnico que analizará cómo adecuar los centros educativos a los requerimientos que las autoridades sanitarias establezcan para la vuelta a las clases, un protocolo en el que está trabajando ahora el Ministerio de Sanidad y que se esperar se remita a las comunidades "lo antes posible". Este Comité es el órgano encargado de diseñar la adaptación a nuestros centros educativos de todas las medidas de protección y seguridad que sean necesarias para garantizar una vuelta segura a las aulas y coordinar su implantación.
Con carácter voluntario, este regreso también contempla incluir a los alumnos de cursos terminales, es decir, segundo de bachillerato, 4º de la ESO, segundos cursos de Formación Profesional de Grado Medio y Superior y último año de las Enseñanzas de Régimen Especial. La consejera ha asegurado, que según establece el documento, se comenzará con la división de los grupos de más de 15 estudiantes, al 50% para asistencia alterna o en semigrupos paralelos, lo que también permitirá la apertura de centros de Educación Especial, con presencia voluntaria.
"No dejar a nadie atrás"
En relación a la actuación desarrollada por su departamento desde la suspensión de la docencia presencial, ha afirmado que se ha basado en tres principios: "Que ningún estudiante se vea perjudicado por esta crisis sanitaria, no generar más tensión en las familias y no dejar a nadie atrás".
"Soy muy consciente de que hay 94.000 alumnos y familias preocupados, además de por muchas otras razones, también por el curso académico. Una preocupación que es mayor, lógicamente, en los estudiantes que han de titularse este año", ha enfatizado. Por lo que se refiere a los programas de refuerzo en verano, Lombó ha explicado que se trabaja en este escenario, y que sería, en todo caso, un programa "educativo y voluntario".
La consejera ha subrayado que la tramitación administrativa de las medidas adoptadas hasta el momento se ha realizado con "la mayor agilidad posible", considerando también que muchas normas o directrices autonómicas necesitan previamente de la publicación de normativa estatal básica de obligado cumplimiento.
Lombó ha hecho un repaso de las medidas adoptadas por su departamento, desde el cierre de los centros educativos decretado, el jueves 12 de marzo y efectivo el lunes 16 de marzo, y ha recordado que, la EBAU, se celebrará el 8,9 y 10 de julio en convocatoria ordinaria y el 8,9 y 10 de septiembre en la extraordinaria y que están convocados a realizarla más de 4.000 alumnos. Con respecto a esta prueba ha asegurado que realizará un esfuerzo por territorializarla, y "al menos se llevará a cabo en la zona oriental, occidental y en Santander para evitar acumulaciones, aunque ello suponga un incremento de docentes".
Por lo que respecta a la Formación Profesional ha dicho que se está a la espera de las instrucciones del Estado, si bien se contempla integrar en la formación la sustitución de las prácticas por un proyecto o en el caso de la dual, la opción de pasar a otra modalidad y efectuar las prácticas pasado el estado de alarma.
En lo que se refiere a la brecha digital ha asegurado que se han llevado a cabo diversas actuaciones, comenzando por los 40 alumnos de la EBAU que carecían de equipos y medios. La Consejería ha adquirido 490 routers, 300 ordenadores portátiles, equipos a los que se suman las 75 tablets cedidas por la Fundación ProFuturo. Con estos medios, más los equipos de los que disponían los centros, la intención es cubrir todas las necesidades de conexión de los alumnos de Bachillerato, ESO, FP y 6º de Primaria, que carezcan de ellos.
Lombó ha reconocido que ha sido un "camino complicado" que, sin embargo, ha ido allanando la colaboración de toda la comunidad educativa como son el Consejo Escolar, organizaciones de familias, organizaciones de estudiantes, representantes sindicales, inspectores de la Consejería, asesores técnicos y de formación, así como con los comités de directores de Educación Infantil y Primaria, Secundaria y Educación Concertada.
El final de curso se ha acomodado a esta nueva realidad, y se están flexibilizando los currículos y las evaluaciones, además, la repetición será un instrumento "aún más excepcional de lo que ya en la actualidad", ha recordado.
Turismo
Por lo que respecta al turismo, ha destacado que se trata de un "pilar básico", basado en un componente intangible como es la confianza, que está afectado por una doble incertidumbre: la sanitaria y la económica. Aunque el apoyo que le prestará el Ejecutivo cántabro al sector es "muy importante y constituye un gran esfuerzo", ha reconocido también que "no es suficiente".
En este punto, ha subrayado hoy que Cantabria ya ha reclamado "reiteradamente" el Gobierno de España la necesidad de flexibilizar los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTES) en la hostelería y el turismo para que la reapertura en la desescalada sea sostenible. Ha defendido que, para afrontar la reapertura, prevista a partir del 11 de mayo, el sector necesita "medidas de apoyo claras, protocolos de seguridad, coordinación entre la apertura y la movilidad y flexibilidad en los ERTE".
"Trabajamos, desde el primer momento, para hacer todo lo que esté en nuestra mano hacer sabiendo que necesitamos más fondos, estatales y europeos; sabiendo que sólo con un compromiso firme de España y del conjunto de la Unión Europea el sector turístico, como tantos otros, logrará recuperarse", ha afirmado.
La consejera ha detallado a los miembros de la Comisión de Seguimiento del Plan
El Plan de Despegue diseñado por su departamento en colaboración con el sector, que está dotado con 8,3 millones de euros. Contempla dos fases, una inmediata para ayudar a paliar las pérdidas millonarias que conlleva la paralización de la movilidad, y una segunda, pensada para ayudar a su reactivación cuando se recupere la actividad.
A esta primera fase se destinarán dos millones de euros de fondos propios de la Dirección General de Turismo. Estas ayudas complementarán las de la Consejería de Industria, y serán compatibles con éstas y cualesquiera otras que pudieran establecerse desde otros niveles de la administración e irán destinadas específicamente a autónomos y pequeñas empresas del sector turístico. "Constituyen un pequeño balón de oxígeno que pondremos en marcha en cuanto se active la Fase II de la desescalada y cuyas bases tenemos ya ultimadas", ha añadido Lombó.
La consejera ha apostado por el momento en el que que se recupere la movilidad entre territorios como el clave para implantar la parte más ambiciosa del Plan que se ha diseñado "escuchando y aceptando las propuestas del sector". Estas medidas contemplan una campaña de gratuidad en Cabárceno, el teleférico de Fuente Dé y las Cuevas de El Soplao, con un objetivo doble, por un lado, lógicamente, incentivar la llegada de visitantes a Cantabria, pero, sobre todo al principio, incentivar el consumo dentro de la Comunidad Autónoma buscando escapadas de proximidad dentro de la Comunidad Autónoma, consumo en bares y restaurantes de nuestros pueblos y ciudades.
Esta campaña contempla que las personas que pernocten en alguno de los alojamientos cántabros puedan disfrutar gratuitamente de una entrada a esas instalaciones. También quienes hagan un consumo mínimo por persona en bares y restaurantes y aquellos que compren un paquete turístico en las agencias de viajes de Cantabria.
Las instalaciones dependientes de CANTUR estarán abiertas para el público en general en la medida que se vaya avanzando en la desescalada y el acceso a Cabárceno, el teleférico de Fuente Dé y las cuevas de Soplao será gratuito para quienes duerman en alojamientos, consuman en establecimientos cántabros y reserven sus viajes con agencias de viajes cántabras. Siempre, por supuesto, cumpliendo los eventuales criterios de limitación de aforo y las condiciones de seguridad que establezca la autoridad sanitaria. La cuantía total disponible para esta primera actuación de gratuidades en nuestras instalaciones es de 3,5 millones de euros.
También ha anunciado que pasado este mes, será el momento de ir un paso más allá y procurar que vengan a nuestra tierra visitantes de otras comunidades autónomas lanzando en colaboración con el sector, una segunda campaña diseñada con un público objetivo en mente: el turismo familiar. Los alojamientos cántabros lanzarán una oferta de 'Niños gratis', que, hasta los doce años, accederán también gratuitamente en las instalaciones dependientes de la Consejería entre el 15 de julio y el 15 de septiembre, una actuación a la que se destinarán 1,2 millones de euros.
A partir de ese momento, el objetivo será el turismo senior, de más de 65 años, que podrá acceder, desde mediados de septiembre, con un descuento del 50 por ciento en la segunda persona. Una medida que tendrá un coste estimado de hasta 800.000 euros.
Un total de 5,5 millones a todas estas actuaciones para incentivar el turismo, con gratuidades en las instalaciones que dependen de la Consejería de Turismo. Lombó ha reconocido que la competencia será fuerte con un mercado tan pequeño, pero ha asegurado que es su propuesta y la "venderemos' bien". Por eso, se emplearán 800.000 euros en apoyar al sector con campañas de promoción y marketing específicas. "Sólo cuando el momento sea oportuno, se traspasará esa frontera, y se invertirán esfuerzos en el mercado internacional, en colaboración con las compañías aéreas, como se ha venido haciendo hasta ahora con excelentes resultados", ha finalizado.
Así lo ha asegurado hoy la consejera de Educación en la Comisión de Seguimiento del COVID-19 celebrada esta mañana en el Parlamento de Cantabria, en la que ha afirmado que este regreso constituye un desafío en la gestión "muy grande" y necesitará, en "primer lugar y de forma irrenunciable, de instrucciones claras en materia sanitaria", ha añadido.
El 'Plan para la transición hacia una nueva normalidad' elaborado por el Ministerio de Sanidad y anunciado por Sánchez el pasado martes, día 28, prevé que en ese momento regresarían a las aulas los alumnos de hasta seis años de familias que acrediten que los progenitores tienen que realizar trabajo presencial y, de forma voluntaria, para alumnos de los cursos terminales, como segundo de Bachillerato, cuarto de la ESO y los segundos cursos de los grados de FP. Se contempla también la apertura de los centros de Educación Especial.
Esta vuelta parcial a las aulas supondría la apertura en la Comunidad Autónoma de la totalidad de los centros educativos de régimen general de Cantabria, a excepción solamente de los 5 centros en los que se imparte exclusivamente Educación Primaria, lo que supone la apertura de 304 centros educativos de los 309 existentes.
La consejera de Educación ha señalado que, desde la tarde del martes, "conocemos lo que conocen todos los españoles, nada más, el plan de desescalada que prevé una vuelta parcial a las aulas a partir de la fase 2". Según ha explicado, desde su departamento se ha trasladado al Ministerio de Educación la necesidad de que remita el protocolo lo antes posible porque las implicaciones de esa vuelta parcial a las aulas "son enormes a todos los niveles" y supondrán la práctica apertura de todos los centros educativos en régimen general.
Ha reconocido que Cantabria se estaba preparando, como la mayoría de las comunidades autónomas, para la posible reincorporación de los alumnos que tienen que examinarse de la EBAU y de los cursos finales de etapa, pero no para la vuelta de los de Infantil.
Desde la Consejería de Educación ya se trabaja, con el protocolo del Ministerio de Educación, en analizar las necesidades y las vías para, llegado el caso, los alumnos que vuelvan a las aulas lo hagan de "manera segura, y que esa vuelta sea igualmente segura para docentes y personal de administración y servicios".
En este sentido, ha avanzado que en Cantabria ya se ha constituido y está funcionando, un comité técnico que analizará cómo adecuar los centros educativos a los requerimientos que las autoridades sanitarias establezcan para la vuelta a las clases, un protocolo en el que está trabajando ahora el Ministerio de Sanidad y que se esperar se remita a las comunidades "lo antes posible". Este Comité es el órgano encargado de diseñar la adaptación a nuestros centros educativos de todas las medidas de protección y seguridad que sean necesarias para garantizar una vuelta segura a las aulas y coordinar su implantación.
Con carácter voluntario, este regreso también contempla incluir a los alumnos de cursos terminales, es decir, segundo de bachillerato, 4º de la ESO, segundos cursos de Formación Profesional de Grado Medio y Superior y último año de las Enseñanzas de Régimen Especial. La consejera ha asegurado, que según establece el documento, se comenzará con la división de los grupos de más de 15 estudiantes, al 50% para asistencia alterna o en semigrupos paralelos, lo que también permitirá la apertura de centros de Educación Especial, con presencia voluntaria.
"No dejar a nadie atrás"
En relación a la actuación desarrollada por su departamento desde la suspensión de la docencia presencial, ha afirmado que se ha basado en tres principios: "Que ningún estudiante se vea perjudicado por esta crisis sanitaria, no generar más tensión en las familias y no dejar a nadie atrás".
"Soy muy consciente de que hay 94.000 alumnos y familias preocupados, además de por muchas otras razones, también por el curso académico. Una preocupación que es mayor, lógicamente, en los estudiantes que han de titularse este año", ha enfatizado. Por lo que se refiere a los programas de refuerzo en verano, Lombó ha explicado que se trabaja en este escenario, y que sería, en todo caso, un programa "educativo y voluntario".
La consejera ha subrayado que la tramitación administrativa de las medidas adoptadas hasta el momento se ha realizado con "la mayor agilidad posible", considerando también que muchas normas o directrices autonómicas necesitan previamente de la publicación de normativa estatal básica de obligado cumplimiento.
Lombó ha hecho un repaso de las medidas adoptadas por su departamento, desde el cierre de los centros educativos decretado, el jueves 12 de marzo y efectivo el lunes 16 de marzo, y ha recordado que, la EBAU, se celebrará el 8,9 y 10 de julio en convocatoria ordinaria y el 8,9 y 10 de septiembre en la extraordinaria y que están convocados a realizarla más de 4.000 alumnos. Con respecto a esta prueba ha asegurado que realizará un esfuerzo por territorializarla, y "al menos se llevará a cabo en la zona oriental, occidental y en Santander para evitar acumulaciones, aunque ello suponga un incremento de docentes".
Por lo que respecta a la Formación Profesional ha dicho que se está a la espera de las instrucciones del Estado, si bien se contempla integrar en la formación la sustitución de las prácticas por un proyecto o en el caso de la dual, la opción de pasar a otra modalidad y efectuar las prácticas pasado el estado de alarma.
En lo que se refiere a la brecha digital ha asegurado que se han llevado a cabo diversas actuaciones, comenzando por los 40 alumnos de la EBAU que carecían de equipos y medios. La Consejería ha adquirido 490 routers, 300 ordenadores portátiles, equipos a los que se suman las 75 tablets cedidas por la Fundación ProFuturo. Con estos medios, más los equipos de los que disponían los centros, la intención es cubrir todas las necesidades de conexión de los alumnos de Bachillerato, ESO, FP y 6º de Primaria, que carezcan de ellos.
Lombó ha reconocido que ha sido un "camino complicado" que, sin embargo, ha ido allanando la colaboración de toda la comunidad educativa como son el Consejo Escolar, organizaciones de familias, organizaciones de estudiantes, representantes sindicales, inspectores de la Consejería, asesores técnicos y de formación, así como con los comités de directores de Educación Infantil y Primaria, Secundaria y Educación Concertada.
El final de curso se ha acomodado a esta nueva realidad, y se están flexibilizando los currículos y las evaluaciones, además, la repetición será un instrumento "aún más excepcional de lo que ya en la actualidad", ha recordado.
Turismo
Por lo que respecta al turismo, ha destacado que se trata de un "pilar básico", basado en un componente intangible como es la confianza, que está afectado por una doble incertidumbre: la sanitaria y la económica. Aunque el apoyo que le prestará el Ejecutivo cántabro al sector es "muy importante y constituye un gran esfuerzo", ha reconocido también que "no es suficiente".
En este punto, ha subrayado hoy que Cantabria ya ha reclamado "reiteradamente" el Gobierno de España la necesidad de flexibilizar los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTES) en la hostelería y el turismo para que la reapertura en la desescalada sea sostenible. Ha defendido que, para afrontar la reapertura, prevista a partir del 11 de mayo, el sector necesita "medidas de apoyo claras, protocolos de seguridad, coordinación entre la apertura y la movilidad y flexibilidad en los ERTE".
"Trabajamos, desde el primer momento, para hacer todo lo que esté en nuestra mano hacer sabiendo que necesitamos más fondos, estatales y europeos; sabiendo que sólo con un compromiso firme de España y del conjunto de la Unión Europea el sector turístico, como tantos otros, logrará recuperarse", ha afirmado.
La consejera ha detallado a los miembros de la Comisión de Seguimiento del Plan
El Plan de Despegue diseñado por su departamento en colaboración con el sector, que está dotado con 8,3 millones de euros. Contempla dos fases, una inmediata para ayudar a paliar las pérdidas millonarias que conlleva la paralización de la movilidad, y una segunda, pensada para ayudar a su reactivación cuando se recupere la actividad.
A esta primera fase se destinarán dos millones de euros de fondos propios de la Dirección General de Turismo. Estas ayudas complementarán las de la Consejería de Industria, y serán compatibles con éstas y cualesquiera otras que pudieran establecerse desde otros niveles de la administración e irán destinadas específicamente a autónomos y pequeñas empresas del sector turístico. "Constituyen un pequeño balón de oxígeno que pondremos en marcha en cuanto se active la Fase II de la desescalada y cuyas bases tenemos ya ultimadas", ha añadido Lombó.
La consejera ha apostado por el momento en el que que se recupere la movilidad entre territorios como el clave para implantar la parte más ambiciosa del Plan que se ha diseñado "escuchando y aceptando las propuestas del sector". Estas medidas contemplan una campaña de gratuidad en Cabárceno, el teleférico de Fuente Dé y las Cuevas de El Soplao, con un objetivo doble, por un lado, lógicamente, incentivar la llegada de visitantes a Cantabria, pero, sobre todo al principio, incentivar el consumo dentro de la Comunidad Autónoma buscando escapadas de proximidad dentro de la Comunidad Autónoma, consumo en bares y restaurantes de nuestros pueblos y ciudades.
Esta campaña contempla que las personas que pernocten en alguno de los alojamientos cántabros puedan disfrutar gratuitamente de una entrada a esas instalaciones. También quienes hagan un consumo mínimo por persona en bares y restaurantes y aquellos que compren un paquete turístico en las agencias de viajes de Cantabria.
Las instalaciones dependientes de CANTUR estarán abiertas para el público en general en la medida que se vaya avanzando en la desescalada y el acceso a Cabárceno, el teleférico de Fuente Dé y las cuevas de Soplao será gratuito para quienes duerman en alojamientos, consuman en establecimientos cántabros y reserven sus viajes con agencias de viajes cántabras. Siempre, por supuesto, cumpliendo los eventuales criterios de limitación de aforo y las condiciones de seguridad que establezca la autoridad sanitaria. La cuantía total disponible para esta primera actuación de gratuidades en nuestras instalaciones es de 3,5 millones de euros.
También ha anunciado que pasado este mes, será el momento de ir un paso más allá y procurar que vengan a nuestra tierra visitantes de otras comunidades autónomas lanzando en colaboración con el sector, una segunda campaña diseñada con un público objetivo en mente: el turismo familiar. Los alojamientos cántabros lanzarán una oferta de 'Niños gratis', que, hasta los doce años, accederán también gratuitamente en las instalaciones dependientes de la Consejería entre el 15 de julio y el 15 de septiembre, una actuación a la que se destinarán 1,2 millones de euros.
A partir de ese momento, el objetivo será el turismo senior, de más de 65 años, que podrá acceder, desde mediados de septiembre, con un descuento del 50 por ciento en la segunda persona. Una medida que tendrá un coste estimado de hasta 800.000 euros.
Un total de 5,5 millones a todas estas actuaciones para incentivar el turismo, con gratuidades en las instalaciones que dependen de la Consejería de Turismo. Lombó ha reconocido que la competencia será fuerte con un mercado tan pequeño, pero ha asegurado que es su propuesta y la "venderemos' bien". Por eso, se emplearán 800.000 euros en apoyar al sector con campañas de promoción y marketing específicas. "Sólo cuando el momento sea oportuno, se traspasará esa frontera, y se invertirán esfuerzos en el mercado internacional, en colaboración con las compañías aéreas, como se ha venido haciendo hasta ahora con excelentes resultados", ha finalizado.
Foto: Cortesía de Joaquín Gómez Sastre
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