Cantabria ha creado un comité técnico-político para planificar la transición escalonada a la normalidad perdida por la pandemia del COVID-19 y plantear al Gobierno de España una serie de medidas "sensatas" de acuerdo con la realidad sanitaria, social y geográfica de la Comunidad Autónoma.
El comité, que celebrará mañana su primer encuentro, está integrado por el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla; el vicepresidente, Pablo Zuloaga; los consejeros de Sanidad, Miguel Rodríguez, e Interior, Paula Fernández; la directora general de Salud Pública, Paloma Navas; la gerente del Servicio Cántabro de Salud, Celia Gómez; el director del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), Álvaro Plaza, así como el economista David Cantarero, profesor de la Universidad de Cantabria, y el epidemiólogo Reinhard Wallman, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, entre otros.
El anuncio lo ha realizado hoy el jefe del Ejecutivo regional al término de la reunión de la Conferencia de Presidentes, donde ha vuelto a plantear a Pedro Sánchez autonomía para poder organizar la desescalada y "abrir la mano" a la actividad económica, toda vez que, en su opinión, "lo peor de la crisis sanitaria ya ha pasado" en España y, particularmente, en Cantabria.
Revilla ha insistido en que "no se puede llevar la desescalada desde Madrid y dejar al margen a las comunidades autónomas", que conocen "mejor que nadie" la situación de su propio territorio.
En este sentido, el presidente ha planteado a Pedro Sánchez un conjunto de actividades que se podrían "desbloquear" en Cantabria "sin correr ningún riesgo", entre las que se ha referido al cuidado de huertos para el autoconsumo, la recogida de setas, la práctica del surf o la pesca del cachón.
"Los primeros que no queremos asumir riesgos somos los cántabros", ha dicho Revilla, que tiene la esperanza de que el Gobierno de España considere estos planteamientos "razonables" de la Comunidad Autónoma.
También ha pedido el presidente la apertura progresiva del comercio con medidas de seguridad como las que ya se adoptan en supermercados u otros establecimientos autorizados como los estancos y, en relación con el sector de la construcción, donde la actividad está permitida con excepciones, ha planteado dos cuestiones: que se deje trabajar a los 3.000 autónomos cántabros que se dedican a la rehabilitación de viviendas y que se levante la restricción sobre las mesas de contratación de obra pública, porque "así no podemos levantar ni Cantabria ni España".
Revilla, junto con otros mandatarios autonómicos, ha hecho hincapié en la importancia de reactivar la actividad productiva "con cautela" y ha argumentado que, si la enfermedad se ha "cebado" fundamentalmente a la población anciana, una "economía cero" causaría un "daño tremendo" a toda una generación de gente joven.
"Si no relanzamos la economía, habremos conseguido vencer al virus, pero el virus económico es mucho peor. Guardando las recomendaciones, no hay riesgo de que podamos generar una marcha atrás, pero lo que no tendría marcha atrás sería que dejemos caer totalmente la economía. Eso sería un desastre", ha dicho.
El jefe del Ejecutivo cántabro también ha solicitado una reunión "urgente" del Consejo de Política Fiscal y Financiera para que las comunidades autónomas conozcan con qué recursos procedentes de Europa y del Gobierno de España van a poder contar, así como los límites de endeudamiento.
"Aquí no ha llegado ni un euro extra de financiación, más allá de los anticipos a cuenta de los próximos meses. Pero eso ya está gastado y tenemos un quebranto con seguridad no inferior a los 400 millones de euros", ha lamentado Revilla, que cifra en unos 300 millones de euros la cantidad que el Gobierno de Cantabria va a dejar de ingresar por recaudación de ingresos propios.
En esa línea de desescalada asimétrica, el presidente cántabro mantiene la "ilusión" de que el sector turístico regional pueda aprovechar parte del verano y recuperar la actividad en los meses de julio y agosto con las "limitaciones" que establezcan los expertos, incluida la apertura de playas y de establecimientos hosteleros.
Finalmente, Miguel Ángel Revilla ha realizado una lectura "muy positiva" de la evolución de la epidemia en Cantabria, que cuenta hoy con 136 personas hospitalizadas y 9 en UCIs y donde el número de curados supera ya al de casos activos (1.127 frente a 1.029).
A su juicio, estos datos son "alentadores" y evidencian que la Comunidad Autónoma está en mejores condiciones que el conjunto de España para iniciar la vuelta a la normalidad gracias al "comportamiento ejemplar" de los ciudadanos
El comité, que celebrará mañana su primer encuentro, está integrado por el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla; el vicepresidente, Pablo Zuloaga; los consejeros de Sanidad, Miguel Rodríguez, e Interior, Paula Fernández; la directora general de Salud Pública, Paloma Navas; la gerente del Servicio Cántabro de Salud, Celia Gómez; el director del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), Álvaro Plaza, así como el economista David Cantarero, profesor de la Universidad de Cantabria, y el epidemiólogo Reinhard Wallman, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, entre otros.
El anuncio lo ha realizado hoy el jefe del Ejecutivo regional al término de la reunión de la Conferencia de Presidentes, donde ha vuelto a plantear a Pedro Sánchez autonomía para poder organizar la desescalada y "abrir la mano" a la actividad económica, toda vez que, en su opinión, "lo peor de la crisis sanitaria ya ha pasado" en España y, particularmente, en Cantabria.
Revilla ha insistido en que "no se puede llevar la desescalada desde Madrid y dejar al margen a las comunidades autónomas", que conocen "mejor que nadie" la situación de su propio territorio.
En este sentido, el presidente ha planteado a Pedro Sánchez un conjunto de actividades que se podrían "desbloquear" en Cantabria "sin correr ningún riesgo", entre las que se ha referido al cuidado de huertos para el autoconsumo, la recogida de setas, la práctica del surf o la pesca del cachón.
"Los primeros que no queremos asumir riesgos somos los cántabros", ha dicho Revilla, que tiene la esperanza de que el Gobierno de España considere estos planteamientos "razonables" de la Comunidad Autónoma.
También ha pedido el presidente la apertura progresiva del comercio con medidas de seguridad como las que ya se adoptan en supermercados u otros establecimientos autorizados como los estancos y, en relación con el sector de la construcción, donde la actividad está permitida con excepciones, ha planteado dos cuestiones: que se deje trabajar a los 3.000 autónomos cántabros que se dedican a la rehabilitación de viviendas y que se levante la restricción sobre las mesas de contratación de obra pública, porque "así no podemos levantar ni Cantabria ni España".
Revilla, junto con otros mandatarios autonómicos, ha hecho hincapié en la importancia de reactivar la actividad productiva "con cautela" y ha argumentado que, si la enfermedad se ha "cebado" fundamentalmente a la población anciana, una "economía cero" causaría un "daño tremendo" a toda una generación de gente joven.
"Si no relanzamos la economía, habremos conseguido vencer al virus, pero el virus económico es mucho peor. Guardando las recomendaciones, no hay riesgo de que podamos generar una marcha atrás, pero lo que no tendría marcha atrás sería que dejemos caer totalmente la economía. Eso sería un desastre", ha dicho.
El jefe del Ejecutivo cántabro también ha solicitado una reunión "urgente" del Consejo de Política Fiscal y Financiera para que las comunidades autónomas conozcan con qué recursos procedentes de Europa y del Gobierno de España van a poder contar, así como los límites de endeudamiento.
"Aquí no ha llegado ni un euro extra de financiación, más allá de los anticipos a cuenta de los próximos meses. Pero eso ya está gastado y tenemos un quebranto con seguridad no inferior a los 400 millones de euros", ha lamentado Revilla, que cifra en unos 300 millones de euros la cantidad que el Gobierno de Cantabria va a dejar de ingresar por recaudación de ingresos propios.
En esa línea de desescalada asimétrica, el presidente cántabro mantiene la "ilusión" de que el sector turístico regional pueda aprovechar parte del verano y recuperar la actividad en los meses de julio y agosto con las "limitaciones" que establezcan los expertos, incluida la apertura de playas y de establecimientos hosteleros.
Finalmente, Miguel Ángel Revilla ha realizado una lectura "muy positiva" de la evolución de la epidemia en Cantabria, que cuenta hoy con 136 personas hospitalizadas y 9 en UCIs y donde el número de curados supera ya al de casos activos (1.127 frente a 1.029).
A su juicio, estos datos son "alentadores" y evidencian que la Comunidad Autónoma está en mejores condiciones que el conjunto de España para iniciar la vuelta a la normalidad gracias al "comportamiento ejemplar" de los ciudadanos
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