Izquierda Unida reclama a la consejería de Educación que “ejerza sus competencias” y no abandone a los centros y las familias de Cantabria que a pocas semanas del inicio del curso “viven la mayor de las incertidumbres”.
Ante el gran aumento de casos positivos por coronavirus, la izquierda cántabra hace un llamamiento a la titular de Educación, Marina Lombó, y al presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, para que “bajen a la tierra y den respuesta a las incógnitas y miedos de la comunidad educativa”.
Así, consideran, como ya expresaron cuando se anunció el protocolo organizativo del curso escolar, que “éste y las medidas asociadas son insuficientes” para garantizar la seguridad de docentes, personal de centros, familias y alumnado.
Por ello, proponen “medidas de calado” en el ámbito educativo, “nada extraordinarias porque son reclamaciones comunes a otros territorios, pero imprescindibles para no tener que lamentarnos más tarde y que los centros acaben siendo el principal foco de transmisión”.
Entre ellas, buscan el compromiso por parte de la Consejería de que no habrá ningún aula donde se concentren más de 20 alumnos y reforzar “de verdad, y no con parches” la plantilla de docentes, citando como ejemplo el acuerdo logrado en la Comunidad Valenciana entre todas las partes -Consejería, profesorado y familias.
De igual forma, en materia sanitaria, piden la realización de PCR al profesorado y al personal de centros para detectar posibles casos de asintomáticos, tal y como ya se ha hecho con otros empleados públicos cuando se han reincorporado al puesto de trabajo.
“Comprendemos el despliegue de recursos que estas medidas requieren, no somos ilusos, por ello la Consejería debería establecer orden de prioridad en base a volumen de alumnado o incidencia del virus, para que antes del primer día de curso el grosso del personal docente sepa su situación”, aclaran.
Además, afirman que la Consejería “en uso de sus competencias y la que tiene acceso a más recursos”, debe ser quien proporcione Equipos de Protección Individual al personal de centros “y no que sean los equipos directivos los que deban asumir la planificación de una materia distinta a los criterios pedagógicos y educativos para los que sí son competentes”.
En esta línea, además de la declaración jurada que se pide a los padres, madres y tutores que indique que han medido la temperatura a sus hijos antes de enviarlos a los centros, a juicio de IU, la Consejería debería especificar en protocolo que en los centros se pueda medir la temperatura al alumnado, equipándoles con termómetros instantáneos.
“Estamos hablando de una cuestión de salud pública en un ámbito, el educativo, que concentra a grandes masas de personas en espacios concurridos, muchos de ellos muy reducidos”, sentencian.
Ante el gran aumento de casos positivos por coronavirus, la izquierda cántabra hace un llamamiento a la titular de Educación, Marina Lombó, y al presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, para que “bajen a la tierra y den respuesta a las incógnitas y miedos de la comunidad educativa”.
Así, consideran, como ya expresaron cuando se anunció el protocolo organizativo del curso escolar, que “éste y las medidas asociadas son insuficientes” para garantizar la seguridad de docentes, personal de centros, familias y alumnado.
Por ello, proponen “medidas de calado” en el ámbito educativo, “nada extraordinarias porque son reclamaciones comunes a otros territorios, pero imprescindibles para no tener que lamentarnos más tarde y que los centros acaben siendo el principal foco de transmisión”.
Entre ellas, buscan el compromiso por parte de la Consejería de que no habrá ningún aula donde se concentren más de 20 alumnos y reforzar “de verdad, y no con parches” la plantilla de docentes, citando como ejemplo el acuerdo logrado en la Comunidad Valenciana entre todas las partes -Consejería, profesorado y familias.
De igual forma, en materia sanitaria, piden la realización de PCR al profesorado y al personal de centros para detectar posibles casos de asintomáticos, tal y como ya se ha hecho con otros empleados públicos cuando se han reincorporado al puesto de trabajo.
“Comprendemos el despliegue de recursos que estas medidas requieren, no somos ilusos, por ello la Consejería debería establecer orden de prioridad en base a volumen de alumnado o incidencia del virus, para que antes del primer día de curso el grosso del personal docente sepa su situación”, aclaran.
Además, afirman que la Consejería “en uso de sus competencias y la que tiene acceso a más recursos”, debe ser quien proporcione Equipos de Protección Individual al personal de centros “y no que sean los equipos directivos los que deban asumir la planificación de una materia distinta a los criterios pedagógicos y educativos para los que sí son competentes”.
En esta línea, además de la declaración jurada que se pide a los padres, madres y tutores que indique que han medido la temperatura a sus hijos antes de enviarlos a los centros, a juicio de IU, la Consejería debería especificar en protocolo que en los centros se pueda medir la temperatura al alumnado, equipándoles con termómetros instantáneos.
“Estamos hablando de una cuestión de salud pública en un ámbito, el educativo, que concentra a grandes masas de personas en espacios concurridos, muchos de ellos muy reducidos”, sentencian.
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