La Gallofa, una de las empresas en expansión en Cantabria, no quiere sindicatos reivindicativos en su seno. Así lo demuestra la sentencia del Juzgado de lo Social Nº6 de Santander que falló en diciembre a favor de Ana María Teruel Navalón, delegada de Comisiones Obreras Cantabria, que había sido despedida en julio de 2017 por sus denuncias sobre las presiones de la compañía a los miembros de su sindicato.
La sindicalista ha sido reincorporada a su puesto de empleo pero de forma irregular, por lo que el sindicato ha iniciado un nuevo procedimiento, así que el caso está otra vez en los juzgados en un nuevo procedimiento.
“En el presente caso (…) han puesto de manifiesto la oposición de la empresa demandada a que el sindicato CCOO participase en las elecciones sindicales”, reza la sentencia del 11 de diciembre de 2017 que declaró nulo el despido de Ana María Teruel y obligaba a La Gallofa a reincorporar a la trabajadora.
“En el presente caso (…) han puesto de manifiesto la oposición de la empresa demandada a que el sindicato CCOO participase en las elecciones sindicales”, reza la sentencia del 11 de diciembre de 2017 que declaró nulo el despido de Ana María Teruel y obligaba a La Gallofa a reincorporar a la trabajadora.
La empresa despidió a la delegada de CCOO porque estimaba que con sus declaraciones públicas había tratado de dañar la imagen de la empresa.
Sin embargo, el juzgado entiende que las manifestaciones de la sindicalista “deben encuadrarse dentro de los derechos de libertad sindical, información y expresión, en cuanto que reflejan la situación de conflicto que se estaba dando en la empresa”, y recuerda que el Tribunal Supremo ya estableció en 2005 que “la celebración de un contrato de trabajo no implica de modo alguno la privación para el trabajador de los derechos que la Constitución le reconoce, entre ellos el (…) de difundir libremente ideas y opiniones”.
“Es muy importante esta sentencia porque yo lo único que he hecho es seguir trabajando para que mis compañeros tengan un salario y unas condiciones dignas”, explica Ana María Teruel, quien cree que “hay que seguir luchando para garantizar los derechos de los trabajadores… y más si las empresas ponen estas trabas”.
La Gallofa, en sus dos empresas, emplea a 166 trabajadoras y trabajadores en 28 centros de trabajo, ya ha reincorporado a Ana María Teruel, pero el suyo no es el único caso de acoso laboral a representantes de organizaciones sindicales.
“Es muy importante esta sentencia porque yo lo único que he hecho es seguir trabajando para que mis compañeros tengan un salario y unas condiciones dignas”, explica Ana María Teruel, quien cree que “hay que seguir luchando para garantizar los derechos de los trabajadores… y más si las empresas ponen estas trabas”.
La Gallofa, en sus dos empresas, emplea a 166 trabajadoras y trabajadores en 28 centros de trabajo, ya ha reincorporado a Ana María Teruel, pero el suyo no es el único caso de acoso laboral a representantes de organizaciones sindicales.
En este momento, otra delegada de CCOO está siendo sometida a sanciones y presiones por parte de La Gallofa.
El secretario general de la Federación de Industria de CCOO en Cantabria, Daniel San Miguel, cree que “las empresas no deben ver a los sindicalistas como enemigos”. “Nuestras reivindicaciones, nuestro trabajo sindical, no pueden suponer un acoso constante, una persecución… eso no nos deja hacer la labor sindical adecuadamente y eso, sobre todo, perjudica a la empresa”.
En las elecciones sindicales de mayo del año pasado, CCOO logró dos delegadas en La Gallofa Panadería y tiene otras dos en La Gallofa & Co.
En las elecciones sindicales de mayo del año pasado, CCOO logró dos delegadas en La Gallofa Panadería y tiene otras dos en La Gallofa & Co.
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