La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha afirmado hoy que el Gobierno PRC-PSOE es el del freno y los recortes en la atención a las personas dependientes y ha denunciado que 5.000 personas en situación de dependencia no reciben ninguna prestación pública.
Buruaga ha advertido del retroceso del sistema de atención a la dependencia basándose en las leyes de presupuestos y en las propias estadísticas del Instituto Cántabro de Servicios Sociales, unos datos que reflejan que el Gobierno de Revilla ha recortado como ningún otro las partidas para dependencia y que cada día son más las personas que esperan para recibir un servicio y el tiempo que esperan.
Lo más grave, ha explicado la presidenta del PP, es que el Gobierno de Cantabria, que se erige en defensor del Estado de Bienestar, destina menos dinero a dependencia en un momento en el que tiene que atender a más personas y pagar más prestaciones por el envejecimiento de la población y por la incorporación al sistema de los dependientes moderados, que tienen derecho a recibir una prestación desde el año 2015.
La dirigente del PP ha cifrado en 4 millones de euros desde el 2015 el recorte del presupuesto para atender a las personas dependientes y promocionar la vida autónoma y en 7 millones del que se destina a financiar los servicios, a pagar las residencias, la ayuda a domicilio, la teleasistencia, los centros de día y la prestación económica por cuidado en el entorno familiar.
En 2015, último presupuesto del Gobierno del Partido Popular, se consignaron 136,2 millones para el programa de atención a la dependencia y promoción de la autonomía personal, 111,1 de ellos para hacer frente al coste de los servicios para aproximadamente 14.000 personas.
En 2018, con 15.087 personas atendidas y con 20.000 personas con derecho a recibir prestación, se reduce a 132,2 millones y hasta los 104 millones en el caso de la partida destinada a las prestaciones del sistema. "Está claro quien recorta el presupuesto para dependencia", ha apostillado Buruaga.
La consecuencia de la reducción del presupuesto es que se disparan tanto las personas que esperan a recibir una prestación, como el tiempo que se les tarda en atender.
La presidenta del PP ha denunciado que hoy hay fuera del sistema de atención a la dependencia casi 5.000 personas, 4.917 cántabros que tienen reconocida su situación de dependencia y su derecho, pero no reciben ninguna prestación.
A estas 5.000 personas, se suman otras mil que no han accedido al sistema porque están pendientes del reconocimiento de su situación, porque todavía no han sido valoradas.
La espera media para recibir una prestación es de siete meses, frente a los tres que tardaba el Gobierno del PP, a lo que Buruaga suma la raquítica política de conciertos del Ejecutivo de Revilla.
Según sus datos, en esta legislatura, en una situación de recuperación económica y con una inyección de ingresos extraordinarios del Estado, el ICASS ha concertado 383 plazas nuevas, frente a las 600 que amplió el Gobierno del PP en la pasada legislatura con una economía al borde de la quiebra.
Para la presidenta del PP, la conclusión es clara: "este Gobierno está frenando la aplicación de la ley de dependencia y está cerrando las puertas del sistema a los dependientes para que le salgan las cuentas".
Además, ha denunciado la parálisis de gestión, que está provocando gran incertidumbre y serios perjuicios entre las empresas y entidades que esperan que se apruebe una normativa de acreditación y una nueva orden de precios públicos que no llega, lo que puede poner el peligro la viabilidad del sector.
Y ha reprochado al Gobierno que haya abandonado por completo el diálogo y el trabajo conjunto con un sector que necesita certidumbre y del que dependen miles de puestos de trabajo.
Buruaga ha concluido que la Ley de Dependencia es solo una prioridad para socialistas y regionalistas cuando están en la oposición, pero se convierte en la gran olvidada cuando están en el Gobierno.
"Lo cierto es que socialistas y regionalistas iniciaron la legislatura en 2015 con el discurso de la atención a la dependencia como bandera y hoy hay más parálisis que nunca y más personas dependientes que nunca en la estacada", ha añadido.
Buruaga ha advertido del retroceso del sistema de atención a la dependencia basándose en las leyes de presupuestos y en las propias estadísticas del Instituto Cántabro de Servicios Sociales, unos datos que reflejan que el Gobierno de Revilla ha recortado como ningún otro las partidas para dependencia y que cada día son más las personas que esperan para recibir un servicio y el tiempo que esperan.
Lo más grave, ha explicado la presidenta del PP, es que el Gobierno de Cantabria, que se erige en defensor del Estado de Bienestar, destina menos dinero a dependencia en un momento en el que tiene que atender a más personas y pagar más prestaciones por el envejecimiento de la población y por la incorporación al sistema de los dependientes moderados, que tienen derecho a recibir una prestación desde el año 2015.
La dirigente del PP ha cifrado en 4 millones de euros desde el 2015 el recorte del presupuesto para atender a las personas dependientes y promocionar la vida autónoma y en 7 millones del que se destina a financiar los servicios, a pagar las residencias, la ayuda a domicilio, la teleasistencia, los centros de día y la prestación económica por cuidado en el entorno familiar.
En 2015, último presupuesto del Gobierno del Partido Popular, se consignaron 136,2 millones para el programa de atención a la dependencia y promoción de la autonomía personal, 111,1 de ellos para hacer frente al coste de los servicios para aproximadamente 14.000 personas.
En 2018, con 15.087 personas atendidas y con 20.000 personas con derecho a recibir prestación, se reduce a 132,2 millones y hasta los 104 millones en el caso de la partida destinada a las prestaciones del sistema. "Está claro quien recorta el presupuesto para dependencia", ha apostillado Buruaga.
La consecuencia de la reducción del presupuesto es que se disparan tanto las personas que esperan a recibir una prestación, como el tiempo que se les tarda en atender.
La presidenta del PP ha denunciado que hoy hay fuera del sistema de atención a la dependencia casi 5.000 personas, 4.917 cántabros que tienen reconocida su situación de dependencia y su derecho, pero no reciben ninguna prestación.
A estas 5.000 personas, se suman otras mil que no han accedido al sistema porque están pendientes del reconocimiento de su situación, porque todavía no han sido valoradas.
La espera media para recibir una prestación es de siete meses, frente a los tres que tardaba el Gobierno del PP, a lo que Buruaga suma la raquítica política de conciertos del Ejecutivo de Revilla.
Según sus datos, en esta legislatura, en una situación de recuperación económica y con una inyección de ingresos extraordinarios del Estado, el ICASS ha concertado 383 plazas nuevas, frente a las 600 que amplió el Gobierno del PP en la pasada legislatura con una economía al borde de la quiebra.
Para la presidenta del PP, la conclusión es clara: "este Gobierno está frenando la aplicación de la ley de dependencia y está cerrando las puertas del sistema a los dependientes para que le salgan las cuentas".
Además, ha denunciado la parálisis de gestión, que está provocando gran incertidumbre y serios perjuicios entre las empresas y entidades que esperan que se apruebe una normativa de acreditación y una nueva orden de precios públicos que no llega, lo que puede poner el peligro la viabilidad del sector.
Y ha reprochado al Gobierno que haya abandonado por completo el diálogo y el trabajo conjunto con un sector que necesita certidumbre y del que dependen miles de puestos de trabajo.
Buruaga ha concluido que la Ley de Dependencia es solo una prioridad para socialistas y regionalistas cuando están en la oposición, pero se convierte en la gran olvidada cuando están en el Gobierno.
"Lo cierto es que socialistas y regionalistas iniciaron la legislatura en 2015 con el discurso de la atención a la dependencia como bandera y hoy hay más parálisis que nunca y más personas dependientes que nunca en la estacada", ha añadido.
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