Así, centenares de
personas disfrutaron de una jornada cargada de actividades: desde los
hinchables para los más pequeños (y no tan pequeños), pasando por el Tren
Magdaleno y sin olvidarse de la música, los bailes y los juegos que se
prolongaron hasta bien avanzada la tarde. Y es que esta romería es la excusa
perfecta para disfrutar en familia, con amigos y vecinos de un día de verano.
Y, por supuesto,
sin olvidarse del “plato fuerte” (y nunca mejor dicho) de esta romería: la
marmita de patatas con bonitos, de la que se repartieron más de 2.000 raciones
entre los asistentes.
En esta línea, una
vez más el concejal de Festejos, José Luis Plaza, quiso destacar y agradecer la
labor e implicación de los voluntarios que colaboran con el Ayuntamiento así
como la colaboración de las empresas patrocinadoras, ya que sin su apoyo sería
imposible sacar adelante esta cita.
Cabe señalar que la
jornada también tuvo su toque solidario ya que se instaló una hucha para que
todo el que quisiera pudiese aportar su pequeño granito de arena y colaborar
con los que peor lo están pasando en estos momentos. El objetivo: recaudar
fondos con destino a la compra de alimentos para las familias más necesitadas
del municipio.
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