Como si se tratase de una gran residencia de ancianos, el covid ha penetrado en Cantabria infringiendo un daño social y económico singularmente grave. La EPA del II trimestre muestra que nuestra estructura socioeconómica es especialmente débil, con un futuro muy comprometido y sitúa a nuestra región en la UVI, asegura USO Cantabria.
La apuesta por el turismo como eje de nuestra economía y que junto con Asturias y Galicia somos las regiones más envejecidas de España, hace que el efecto de la pandemia sea demoledor, seamos la región más afectada y lideremos la destrucción de empleo nacional.
Parta USO, Cantabria ha perdido por el momento el 10% del empleo en términos desestacionalizados y la entrega de la EPA del III trimestre, una vez descontado el efecto ERTE apoyado por fondos públicos, apunta a dramático.
Por otro lado, la tasa de actividad de nuestra región está 4 puntos por debajo de la media nacional y es la segunda más baja del país, un síntoma que nos sitúa como víctima propicia para casos de crisis como la actual.
Para USO Cantabria, el Covid no ha hecho más que aflorar nuestras debilidades y nadie puede llamarse a engaño, Cantabria llega a esta crisis con su tejido productivo enfermo, con una economía cada vez más subsidiada y una falta de dinamismo social y político más que lamentable.
Sin que llegue una segunda ola vírica, nuestra región va a sufrir con rigor los efectos del primer envite. Ahora toca defender la llegada de fondos europeos en una cantidad importante y planificar con prudencia, pero también con urgencia los cambios necesarios para rescatar a Cantabria del pozo en el que está sumida. El tiempo de ocurrencias televisivas y postureo ya ha llegado a su fin y quien no este preparado para esta nueva etapa debe apartarse por el bien de la región y de las nuevas generaciones.
La apuesta por el turismo como eje de nuestra economía y que junto con Asturias y Galicia somos las regiones más envejecidas de España, hace que el efecto de la pandemia sea demoledor, seamos la región más afectada y lideremos la destrucción de empleo nacional.
Parta USO, Cantabria ha perdido por el momento el 10% del empleo en términos desestacionalizados y la entrega de la EPA del III trimestre, una vez descontado el efecto ERTE apoyado por fondos públicos, apunta a dramático.
Por otro lado, la tasa de actividad de nuestra región está 4 puntos por debajo de la media nacional y es la segunda más baja del país, un síntoma que nos sitúa como víctima propicia para casos de crisis como la actual.
Para USO Cantabria, el Covid no ha hecho más que aflorar nuestras debilidades y nadie puede llamarse a engaño, Cantabria llega a esta crisis con su tejido productivo enfermo, con una economía cada vez más subsidiada y una falta de dinamismo social y político más que lamentable.
Sin que llegue una segunda ola vírica, nuestra región va a sufrir con rigor los efectos del primer envite. Ahora toca defender la llegada de fondos europeos en una cantidad importante y planificar con prudencia, pero también con urgencia los cambios necesarios para rescatar a Cantabria del pozo en el que está sumida. El tiempo de ocurrencias televisivas y postureo ya ha llegado a su fin y quien no este preparado para esta nueva etapa debe apartarse por el bien de la región y de las nuevas generaciones.
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