El director general de Transportes y Comunicaciones, Felipe Piña, ha participado hoy en el arranque de la fibra óptica en Potes donde se ha procedido a la primera conexión de fibra óptica de Liébana, en un acto celebrado en el número 3 de la calle Epifanio Sánchez Mateo de la localidad. Está previsto que las conexiones a internet de alta velocidad alcancen a 6.000 hogares lebaniegos en los próximos meses. En el acto de esta primera conexión, además de Piña han estado presentes el alcalde de Potes, Francisco Javier Gómez Ruiz; el responsable de Adamo en la zona norte, David Llano y el responsable de comunicación de Ibiocom, Patxi Aguilera, además de otras autoridades locales.
Los trabajos de despliegue de la fibra óptica, realizados por la empresa Adamo, ha considerado a Liébana una zona prioritaria por su condición de espacio rural y por la separación con otros núcleos de población, aunque se ha encontrado con la complejidad orográfica que ha requerido importantes recursos para llegar hasta el nodo central de la zona, situado en Potes, lo que ha provocado dificultades y retrasos en el calendario previsto que dieron paso a los trabajos de ingeniería a principios de este año.
Para llevar la nueva red hasta todos los municipios de la zona ha sido necesaria la creación de una red de postes desde La Hermida hasta Tama, atravesando Caldas, Linares, Navedo, Piñeres y Cicera, todas localidades del municipio de Peñarrubia. En Cillorigo de Liébana, la red atraviesa Lebeña, Cabañes, Pembes, Castro, Tama, Aliezo y Ojedo.
Desde 2017 en que comenzó el proyecto 'Conecta Cantabria', la cifra de hogares activados ha ido creciendo. En diciembre de 2018 la cifra era de 75.000 y el primer trimestre de 2019 cerró con más de 100.000 hogares, en su mayoría de zonas rurales de Cantabria. En la actualidad, esta cifra ya supera los 155.000.
Despliegue de la fibra óptica en Cantabria
Garantizar a toda la población de Cantabria la cobertura de las redes de telecomunicaciones de nueva generación, capaz de proporcionar servicios de banda ancha de muy alta velocidad (100 Mbps o superior), es el objetivo principal del Plan 'Conecta Cantabria' que el presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, presentó en junio de 2017. El despliegue comenzó en octubre de ese año, cuando la empresa cántabra Ibiocom se convirtió en partner preferente de Adamo para los trabajos y se llevan a cabo las primeras conexiones a dicha red tan sólo dos meses después, en diciembre de 2017. El proyecto tiene un destacado enfoque social, ya que viene a cubrir una importante demanda ciudadana en permanente solicitud de una mejora de las telecomunicaciones en zonas deficitarias de conectividad, tanto de carácter residencial como empresarial.
Para el despliegue de la banda ancha en Cantabria se ha recurrido a Ibiocom, la empresa de infraestructuras que ha recurrido a un nuevo modelo económico utilizado en algunas zonas de Europa, sobre todo en los países escandinavos, donde por su geografía y baja densidad poblacional se asemeja a las zonas rurales de Cantabria. En este modelo, un fondo de inversión costea toda la infraestructura que luego pondrá a disposición de diferentes operadores de internet para su comercialización. El fondo que financia este proyecto en Cantabria es sueco y pertenece a EQT que a su vez es propietario de la operadora Adamo. El coste total para desplegar la nueva red de fibra en Cantabria es de 54 millones de euros.
La operativa de despliegue de esta nueva red consiste en hacer uso de las canalizaciones de la compañía eléctrica Viesgo. De esta forma, se aprovecha una infraestructura ya existente, lo que supone un importante ahorro de costes al proyecto.
Los trabajos de despliegue de la fibra óptica, realizados por la empresa Adamo, ha considerado a Liébana una zona prioritaria por su condición de espacio rural y por la separación con otros núcleos de población, aunque se ha encontrado con la complejidad orográfica que ha requerido importantes recursos para llegar hasta el nodo central de la zona, situado en Potes, lo que ha provocado dificultades y retrasos en el calendario previsto que dieron paso a los trabajos de ingeniería a principios de este año.
Para llevar la nueva red hasta todos los municipios de la zona ha sido necesaria la creación de una red de postes desde La Hermida hasta Tama, atravesando Caldas, Linares, Navedo, Piñeres y Cicera, todas localidades del municipio de Peñarrubia. En Cillorigo de Liébana, la red atraviesa Lebeña, Cabañes, Pembes, Castro, Tama, Aliezo y Ojedo.
Desde 2017 en que comenzó el proyecto 'Conecta Cantabria', la cifra de hogares activados ha ido creciendo. En diciembre de 2018 la cifra era de 75.000 y el primer trimestre de 2019 cerró con más de 100.000 hogares, en su mayoría de zonas rurales de Cantabria. En la actualidad, esta cifra ya supera los 155.000.
Despliegue de la fibra óptica en Cantabria
Garantizar a toda la población de Cantabria la cobertura de las redes de telecomunicaciones de nueva generación, capaz de proporcionar servicios de banda ancha de muy alta velocidad (100 Mbps o superior), es el objetivo principal del Plan 'Conecta Cantabria' que el presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, presentó en junio de 2017. El despliegue comenzó en octubre de ese año, cuando la empresa cántabra Ibiocom se convirtió en partner preferente de Adamo para los trabajos y se llevan a cabo las primeras conexiones a dicha red tan sólo dos meses después, en diciembre de 2017. El proyecto tiene un destacado enfoque social, ya que viene a cubrir una importante demanda ciudadana en permanente solicitud de una mejora de las telecomunicaciones en zonas deficitarias de conectividad, tanto de carácter residencial como empresarial.
Para el despliegue de la banda ancha en Cantabria se ha recurrido a Ibiocom, la empresa de infraestructuras que ha recurrido a un nuevo modelo económico utilizado en algunas zonas de Europa, sobre todo en los países escandinavos, donde por su geografía y baja densidad poblacional se asemeja a las zonas rurales de Cantabria. En este modelo, un fondo de inversión costea toda la infraestructura que luego pondrá a disposición de diferentes operadores de internet para su comercialización. El fondo que financia este proyecto en Cantabria es sueco y pertenece a EQT que a su vez es propietario de la operadora Adamo. El coste total para desplegar la nueva red de fibra en Cantabria es de 54 millones de euros.
La operativa de despliegue de esta nueva red consiste en hacer uso de las canalizaciones de la compañía eléctrica Viesgo. De esta forma, se aprovecha una infraestructura ya existente, lo que supone un importante ahorro de costes al proyecto.
Además, estas canalizaciones de energía eléctrica -completamente compatibles con el despliegue de fibra óptica - alcanzan la casi totalidad de hogares y empresas cántabras, lo que supone un importante activo para el proyecto ya que lugares más alejados o sin cobertura, podrán disponer de este nuevo servicio de conectividad de alta velocidad aun cuando se encuentren en zonas dispersas o fuera de núcleos poblacionales
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