El sector cultural tiene que empezar a “tomar conciencia” de las aportaciones que puede hacer al cambio de modelo productivo español y formular propuestas con las que conseguir cambios “a largo plazo”.
Es una de las principales conclusiones que se pusieron de manifiesto durante la ponencia ‘Cultura y cambio de modelo productivo’, que se ha celebrado esta semana organizada por Urdimbre, una plataforma de organizaciones profesionales del mundo de la Cultura que se acaba de constituir.
En la charla, coordinada por Lluís Bonet, profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, y seguida por un centenar de personas, intervinieron a través de Zoom Pau Rausell, economista y profesor titular del Departamento de Economía Aplicada de la Universitat de València; y Pilar G. Almansa, licenciada en Dirección de Escena y Dramaturgia por la RESAD.
La iniciativa, muy centrada en el momento de redefinición del sector a raíz de la salida del confinamiento y el momento de reactivación económica, abordó la productividad que puede aportar el sector cultural a la economía.
En concreto, según expuso Pau Rausell, "hay que aumentar la productividad del sistema económico español y para ello la Cultura es clave. Un dato, por ejemplo la productividad de un trabajador de la Cultura es el doble que uno de turismo (44.000 euros vs 22.000 euros según datos de 2017). Por ello se debe incrementar la dimensión de nuestros sectores culturales y creativos. Esto sería un avance en la productividad del sistema económico, y por tanto un cambio en el modelo productivo muy importante"
En este sentido, cabe destacar iniciativas recientes como la aprobación por el Pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de un compromiso político para impulsar medidas que permitan duplicar el empleo en el sector en cinco años.
Es una medida que va en línea con la propuesta que la otra protagonista del evento, Pilar G.Almansa, expuso recientemente en su intervención en la Comisión para la Reactivación Económica y Social en el Congreso de los Diputados.
“Si desde la Cultura se empieza a tomar conciencia de su importancia para el modelo productivo, se puede pensar en generar cambios a largo plazo e implicar a los agentes locales y la administración para que trabajen para generar ese futuro”, subrayaba la dramaturga y gestora.
Los ponentes también reivindicaron la aportación que tiene la creatividad para el conjunto de la sociedad: “una sociedad en la que Cultura de creación está más extendida, es más innovadora, ya que las personas creativas están acostumbradas a trabajar en la incertidumbre”. Al final esa innovación “no sólo se va a aplicar a la Cultura, sino a otros ámbitos sociales y económicos”, incidía Almansa.
"La pelota está en nuestro tejado"
Tal y como aseveraba, “la pelota está en nuestro tejado”. “Somos nosotros, los artistas, los gestores culturales, los que tenemos que hablar, decir, intervenir y hacer propuestas a las administraciones (…)”, urgía al sector.
“Hemos de desarrollar instrumentos, y hacer acciones eficientes, con impacto. Es el momento, dejémonos discusiones sobre el sexo de los ángeles y hagamos propuestas”, apremiaba en la misma línea Pau Rausell.
En este sentido, Rausell consideraba que “es el momento de dar solidez a estructuras intermedias que soportan el tejido” y reclamar a las instituciones “más conocimiento y análisis de la realidad y ciertas dosis de innovación y riesgo en las políticas”, de modo que “sirvan para avanzar y consolidar al sector”.
Y, según apuntaron, parte de los esfuerzos deben centrarse en las administraciones autonómicas y locales que tienen una gran responsabilidad “siendo estas últimas las menos eficientes”.
Además, este nuevo momento debe basarse en la articulación del sector a través del asociacionismo y la creación de redes entre los agentes culturales, lo que se acaba traduciendo en una “multiplicidad de oportunidades”.
“Pensamos en global y actuemos en local, generemos proyectos glocales innovadores”, instaba Pilar G. Almansa. En definitiva, todos los expertos coinciden que “es momento de pasar a la acción”. Y precisamente eso, los detalles de las acciones a tomar, es lo que se continuará debatiendo este jueves día 2.
Además de estas cuestiones surgidas en la ponencia, se pretende seguir desgranando la situación del sector cultural profesional, haciendo especial incidencia en cómo puede pasar la Cultura a primera línea de las políticas públicas y cómo genera un efecto arrastre y sinergias con otros sectores como el educativo o el sanitario, y cómo facilita la articulación social, genera nuevos valores o capacidad crítica.
La Red Urdimbre
Las jornadas sobre "Cultura y Cambio de Modelo Productivo" son la primera actividad de la recién creada red Urdimbre, que nace con el objetivo de fortalecer el Ecosistema Cultural y facilitar a los profesionales culturales y creativos un contexto que les permita evolucionar, innovar y formarse de manera colaborativa, continuada e ininterrumpida, manteniendo su propia actividad y favoreciendo la supervivencia de dicho ecosistema tan complejo y diverso al que pertenece.
En ello trabajan siete asociaciones profesionales del sector cultural, repartidas por todo el territorio nacional, que se han unido para organizar acciones y encuentros profesionales entre administraciones públicas, empresas del sector de las industrias culturales y creativas, miembros de las asociaciones culturales, ciudadanía y otros profesionales, con el fin de fortalecer y enriquecer esta trama abriéndose a otros sectores.
Este proyecto servirá también para formar a las empresas culturales en la búsqueda de nuevas formas de financiación que incluyan el mecenazgo, el micromecenazgo y la colaboración público/privada, así como otras fórmulas alternativas: patrocinio, promoción, inversión, crowdfunding…
En concreto, Urdimbre ha sido creada por la Plataforma de Empresas Culturales de Cantabria (PECCA), la Asociación de Artes de calle de Euskadi (ARTEKALE), el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), la Red de Teatros Alternativos, Karraskan, la Asociación de profesionales de la Gestión Cultural de Castilla y León y Rincones y Recovecos del Principado de Asturias.
Entre estas siete asociaciones profesionales suman un total de más de 700 agentes culturales, distribuidos por todo el país, que abarcan la mayoría de subsectores: danza, arte contemporáneo, circo, patrimonio, gestión cultural, diseño, teatro, galerías, música, cine, libro, arqueología…
Es una de las principales conclusiones que se pusieron de manifiesto durante la ponencia ‘Cultura y cambio de modelo productivo’, que se ha celebrado esta semana organizada por Urdimbre, una plataforma de organizaciones profesionales del mundo de la Cultura que se acaba de constituir.
En la charla, coordinada por Lluís Bonet, profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona, y seguida por un centenar de personas, intervinieron a través de Zoom Pau Rausell, economista y profesor titular del Departamento de Economía Aplicada de la Universitat de València; y Pilar G. Almansa, licenciada en Dirección de Escena y Dramaturgia por la RESAD.
La iniciativa, muy centrada en el momento de redefinición del sector a raíz de la salida del confinamiento y el momento de reactivación económica, abordó la productividad que puede aportar el sector cultural a la economía.
En concreto, según expuso Pau Rausell, "hay que aumentar la productividad del sistema económico español y para ello la Cultura es clave. Un dato, por ejemplo la productividad de un trabajador de la Cultura es el doble que uno de turismo (44.000 euros vs 22.000 euros según datos de 2017). Por ello se debe incrementar la dimensión de nuestros sectores culturales y creativos. Esto sería un avance en la productividad del sistema económico, y por tanto un cambio en el modelo productivo muy importante"
En este sentido, cabe destacar iniciativas recientes como la aprobación por el Pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de un compromiso político para impulsar medidas que permitan duplicar el empleo en el sector en cinco años.
Es una medida que va en línea con la propuesta que la otra protagonista del evento, Pilar G.Almansa, expuso recientemente en su intervención en la Comisión para la Reactivación Económica y Social en el Congreso de los Diputados.
“Si desde la Cultura se empieza a tomar conciencia de su importancia para el modelo productivo, se puede pensar en generar cambios a largo plazo e implicar a los agentes locales y la administración para que trabajen para generar ese futuro”, subrayaba la dramaturga y gestora.
Los ponentes también reivindicaron la aportación que tiene la creatividad para el conjunto de la sociedad: “una sociedad en la que Cultura de creación está más extendida, es más innovadora, ya que las personas creativas están acostumbradas a trabajar en la incertidumbre”. Al final esa innovación “no sólo se va a aplicar a la Cultura, sino a otros ámbitos sociales y económicos”, incidía Almansa.
"La pelota está en nuestro tejado"
Tal y como aseveraba, “la pelota está en nuestro tejado”. “Somos nosotros, los artistas, los gestores culturales, los que tenemos que hablar, decir, intervenir y hacer propuestas a las administraciones (…)”, urgía al sector.
“Hemos de desarrollar instrumentos, y hacer acciones eficientes, con impacto. Es el momento, dejémonos discusiones sobre el sexo de los ángeles y hagamos propuestas”, apremiaba en la misma línea Pau Rausell.
En este sentido, Rausell consideraba que “es el momento de dar solidez a estructuras intermedias que soportan el tejido” y reclamar a las instituciones “más conocimiento y análisis de la realidad y ciertas dosis de innovación y riesgo en las políticas”, de modo que “sirvan para avanzar y consolidar al sector”.
Y, según apuntaron, parte de los esfuerzos deben centrarse en las administraciones autonómicas y locales que tienen una gran responsabilidad “siendo estas últimas las menos eficientes”.
Además, este nuevo momento debe basarse en la articulación del sector a través del asociacionismo y la creación de redes entre los agentes culturales, lo que se acaba traduciendo en una “multiplicidad de oportunidades”.
“Pensamos en global y actuemos en local, generemos proyectos glocales innovadores”, instaba Pilar G. Almansa. En definitiva, todos los expertos coinciden que “es momento de pasar a la acción”. Y precisamente eso, los detalles de las acciones a tomar, es lo que se continuará debatiendo este jueves día 2.
Además de estas cuestiones surgidas en la ponencia, se pretende seguir desgranando la situación del sector cultural profesional, haciendo especial incidencia en cómo puede pasar la Cultura a primera línea de las políticas públicas y cómo genera un efecto arrastre y sinergias con otros sectores como el educativo o el sanitario, y cómo facilita la articulación social, genera nuevos valores o capacidad crítica.
La Red Urdimbre
Las jornadas sobre "Cultura y Cambio de Modelo Productivo" son la primera actividad de la recién creada red Urdimbre, que nace con el objetivo de fortalecer el Ecosistema Cultural y facilitar a los profesionales culturales y creativos un contexto que les permita evolucionar, innovar y formarse de manera colaborativa, continuada e ininterrumpida, manteniendo su propia actividad y favoreciendo la supervivencia de dicho ecosistema tan complejo y diverso al que pertenece.
En ello trabajan siete asociaciones profesionales del sector cultural, repartidas por todo el territorio nacional, que se han unido para organizar acciones y encuentros profesionales entre administraciones públicas, empresas del sector de las industrias culturales y creativas, miembros de las asociaciones culturales, ciudadanía y otros profesionales, con el fin de fortalecer y enriquecer esta trama abriéndose a otros sectores.
Este proyecto servirá también para formar a las empresas culturales en la búsqueda de nuevas formas de financiación que incluyan el mecenazgo, el micromecenazgo y la colaboración público/privada, así como otras fórmulas alternativas: patrocinio, promoción, inversión, crowdfunding…
En concreto, Urdimbre ha sido creada por la Plataforma de Empresas Culturales de Cantabria (PECCA), la Asociación de Artes de calle de Euskadi (ARTEKALE), el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), la Red de Teatros Alternativos, Karraskan, la Asociación de profesionales de la Gestión Cultural de Castilla y León y Rincones y Recovecos del Principado de Asturias.
Entre estas siete asociaciones profesionales suman un total de más de 700 agentes culturales, distribuidos por todo el país, que abarcan la mayoría de subsectores: danza, arte contemporáneo, circo, patrimonio, gestión cultural, diseño, teatro, galerías, música, cine, libro, arqueología…
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