El Ayuntamiento de Polanco ha abierto con una treintena de niños de dos a 11 años el campamento urbano que se desarrolla por quincenas durante los meses de julio y agosto, como ayuda para conciliar la vida laboral y familiar, y que este año presenta diversas novedades debido a las restricciones para evitar contagios por la Covid-19.
Este campamento urbano tiene lugar en las instalaciones el colegio Pérez Galdós, de Requejada, donde los niños participan en actividades lúdicas, educativas y de ocio veraniego de lunes a viernes, de 8.00 a 14.00 horas, coordinadas por monitores de una empresa contratada al efecto.
Debido a la Covid-19, este años los asistentes están divididos en dos grupos de entre 10 y 15 niños, que desarrollan sus actividades en aulas diferentes -una para para los de 2 a 5 años, y otra para el resto-, con el fin de para garantizar el cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento social.
Además, el Ayuntamiento ha incrementado el número de monitores para garantizar la seguridad de los niños, y se han dispuesto otras medidas como el acceso restringido a las instalaciones del centro, el uso de mascarilla y de geles hidroalcohólicos para la limpieza de manos.
También se prohíbe introducir en el colegio ningún elemento que no se fundamental, como mochilas, balones o juguetes, y antes de que el niño entre junto a sus compañeros se le tomara la temperatura.
La alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández, y la concejal de Juventud y Educación, Alicia Martínez Bustillo, ha visitado el campamento urbano y han destacado la importancia de esta actividad para ayudar a los padres que trabajan a conciliar la vida familiar con sus ocupaciones durante la temporada veraniega.
Rosa Díaz ha resaltado que, aunque más de medio centenar de familias del municipio se dirigieron al Ayuntamiento solicitando información sobre el campamento, el número final de inscritos ha sido menor del habitual porque sus padres han optado dejar a los hijos con familiares por el temor a posibles contagios.
No obstante, ha explicado que el Ayuntamiento decidió organizar el campamento para dar servicio a todos aquellos padres y madres que no tenían otra opción para conciliar que el campamento, que el pasado año tuvo una inscripción de 110 niños.
Además, ha destacado el intenso trabajo realizado durante las últimas semanas por la concejal Alicia Martínez y por la responsable de la Casa Joven, Ana Pérez, para organizar el campamento y para poner en marcha todas las medidas de seguridad necesarias.
Por su parte, Alicia Martínez Bustillo ha reiterado el esfuerzo municipal para contratar a más monitores con el fin de reducir el número de niños en cada grupo, así como el de los propios monitores para organizar las actividades cumpliendo las exigencias de distanciamiento social.
Este campamento urbano tiene lugar en las instalaciones el colegio Pérez Galdós, de Requejada, donde los niños participan en actividades lúdicas, educativas y de ocio veraniego de lunes a viernes, de 8.00 a 14.00 horas, coordinadas por monitores de una empresa contratada al efecto.
Debido a la Covid-19, este años los asistentes están divididos en dos grupos de entre 10 y 15 niños, que desarrollan sus actividades en aulas diferentes -una para para los de 2 a 5 años, y otra para el resto-, con el fin de para garantizar el cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento social.
Además, el Ayuntamiento ha incrementado el número de monitores para garantizar la seguridad de los niños, y se han dispuesto otras medidas como el acceso restringido a las instalaciones del centro, el uso de mascarilla y de geles hidroalcohólicos para la limpieza de manos.
También se prohíbe introducir en el colegio ningún elemento que no se fundamental, como mochilas, balones o juguetes, y antes de que el niño entre junto a sus compañeros se le tomara la temperatura.
La alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández, y la concejal de Juventud y Educación, Alicia Martínez Bustillo, ha visitado el campamento urbano y han destacado la importancia de esta actividad para ayudar a los padres que trabajan a conciliar la vida familiar con sus ocupaciones durante la temporada veraniega.
Rosa Díaz ha resaltado que, aunque más de medio centenar de familias del municipio se dirigieron al Ayuntamiento solicitando información sobre el campamento, el número final de inscritos ha sido menor del habitual porque sus padres han optado dejar a los hijos con familiares por el temor a posibles contagios.
No obstante, ha explicado que el Ayuntamiento decidió organizar el campamento para dar servicio a todos aquellos padres y madres que no tenían otra opción para conciliar que el campamento, que el pasado año tuvo una inscripción de 110 niños.
Además, ha destacado el intenso trabajo realizado durante las últimas semanas por la concejal Alicia Martínez y por la responsable de la Casa Joven, Ana Pérez, para organizar el campamento y para poner en marcha todas las medidas de seguridad necesarias.
Por su parte, Alicia Martínez Bustillo ha reiterado el esfuerzo municipal para contratar a más monitores con el fin de reducir el número de niños en cada grupo, así como el de los propios monitores para organizar las actividades cumpliendo las exigencias de distanciamiento social.
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