El Ayuntamiento de Polanco ha presentado un conjunto de alegaciones al Estudio de Impacto Ambiental de la nueva planta de producción de energía que promueve la empresa Solvay para sustituir una de las actuales calderas de carbón, sugerencias centradas en minimizar el efecto que esta instalación podría tener sobre la salud o el bienestar de los vecinos más próximos. El conjunto de las alegaciones pretende garantizar que la opción elegida por Solvay para su Plan de Transición Energética no produzca molestias tales como ruidos u olores, que solo se utilice Combustible Sólido Recuperado (CSR), no se aumente la huella de carbono y se realice un estudio de la salud de la población más cercana a la nueva nueva caldera, que es el pueblo de Rinconeda, cuyo barrio Salvador se encontraría a unos 200 metros. La alcaldesa de Polanco, Rosa Díaz Fernández, ha destacado que en la primera alegación el Ayuntamiento señala la necesidad de incrementar la altura de la chimenea prevista en esta instalación para la salida de gases (unos 40 metros), altura que se considera insuficiente para conseguir la correcta dispersión de los gases, debiendo tenerse en cuenta la cercanía de núcleos poblados muy próximos a la nueva instalación. No obstante, se considera positivo que la empresa prevea instalar un sistema de “lavado” de los gases procedentes de la combustión antes de salir a la atmósfera, pero la alcaldesa ha insistido en la necesidad de incrementar la altura de la chimenea, máxime cuando la actual que dispersa los gases procedentes de la combustión de las dos calderas de carbón tiene una altura de 140 metros. Otra de las alegaciones se refiere a la necesidad de evitar el posible incremento del nivel de ruidos en el entorno de Rinconeda y otros barrios, al coincidir en un área próxima el nuevo ramal de la autovía A-8 que está en construcción y la planta de Solvay, infraestructuras generarán un aumento del tráfico rodado en el entorno. Junto a ello, el Consistorio alerta sobre el contenido de los informes que pueda elaborar la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, ya que la zona donde se pretende construir la nueva caldera se encuentra en el área afectada por las inundaciones producidas en la región en 2019. Otra de las alegaciones se refiere al tipo de combustible a utilizar en la futura planta, ya que una parte del proyecto se refiere a una caldera alimentada con Combustible Sólido Recuperado (CSR) y en otra a Combustible Derivado de Residuos (CDR), por lo que desde el Ayuntamiento se pide limitar el uso a este primer tipo de materiales, ya que ello permitirá saber qué residuo lo compone y en qué porcentaje. En este sentido, se solicita la no utilización como combustible de los lodos de depuradora, pese a ser considerados como CSR, ante la preocupación existente sobre la composición que pueden tener esos residuos en cuanto al contenido en metales pesados, sustancias químicas y bioquímicas, detergentes o pesticidas. Rosa Díaz ha resaltado que otra alegación se refiere a la preocupación por el posible aumento de la huella de carbono en el municipio como consecuencia del tráfico de camiones para abastecer esta caldera, pese a estar previsto un itinerario que no cruce por la travesía de Requejada y que parte del transporte se haga por ferrocarril. Pese a ello, el Ayuntamiento entiende la necesidad de adoptar medidas en el proyecto que contrarresten ese efecto de aumento de huella de carbono, proponiendo a la empresa Solvay la utilización de vehículos ECO o híbridos en el transporte del combustible hasta la caldera. Así mismo y atendiendo al debate social suscitado en las ultimas semanas sobre posibles efectos negativos en las personas, el Ayuntamiento propone en otra alegación que se realice un estudio de la salud de la población más cercana a la ubicación de la nueva caldera, y otros posteriores estudios de seguimiento y evolución, para así como poder establecer en su caso medidas correctoras. Finalmente, el escrito de alegaciones remitido a la Dirección General de Industria pone de manifiesto la necesidad de alcanzar un compromiso con la población del municipio respecto a posibles compensaciones, en especial aquellas personas que residen en los núcleos más cercanos a la futura nueva instalación. La alcaldesa asegura que las alegaciones reconocen que Solvay Química SL es "una gran empresa para el tejido industrial" de Cantabria y de la comarca del Besaya, y que desde el Ayuntamiento de Polanco se apoya su Plan de Transición Energética para garantizar su futuro, pero ello debe ser compatible con las mínimas afecciones a las habitantes más próximos.
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