Asimismo, el Ministerio Fiscal propone que se les imponga una indemnización total de 4.200 euros por las lesiones en una rodilla y una muñeca a estos policias durante su detención y que se abone el coste de una pluma estilográfica que perdió uno de los agentes.
Para el abogado de los acusados, Luis María Pozo Fernández y para varios sindicatos la petición de la Fiscalía es desproporcionada.
Aunque la Fiucalía señala en su escrito que esto jóvenes formaban parte de un piquete informativo de la Intersindical Obrera, la realidad es estaban con el comité de Unidad Obrera, CUO-Besaya.
Para el Ministerio Fiscal, estos jóvenes se excedieron en algunos momentos en su función de información, lo que motivó que en la calle Julián Ceballos dos agentes procedieran a identificar a uno de los acusados, quien para evitarlo empujó a los dos agentes y huyó del lugar. Al poco rato, un tercer agente le interceptó y el joven quiso zafarse tirándose al suelo. Al intentar el agente pedir al joven que se identificara, este se negó y empezó a lanzar patadas otra vez a los agentes que finalmente lograron detenerle y meterle en un coche policial.
En ese momento, el segundo acusado se colocó delante del coche policial y cuando se procedió a detenerle intentó evitarlo mediante empujones, patadas y codazos. Uno de los agentes consiguió reducirle, cayendo ambos al suelo.
El Ministerio Fiscal sostiene que a consecuencia de los golpes, uno de los policías sufrió mialgias y erosión en la rodilla derecha y el otro, traumatismos en la muñeca derecha, pide para ellos una indemnización de 150 euros y 4.048 euros, respectivamente.
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