El Partido Popular (PP) ha exigido al Gobierno de Cantabria que "asuma de una vez su responsabilidad" y "ponga encima de la mesa una solución" para los establecimientos de ocio nocturno, porque, de lo contrario, el daño provocado "será irreparable". Esa solución pasa, a juicio de los populares, por un decreto que regule que "mientras no puedan ejercer su actividad de noche, al menos se les deje trabajar de día como bares convencionales". Lo contrario significaría "dejar al colectivo a los pies de los caballos y al borde de la ruina", según explica el diputado Íñigo Fernández. El PP defenderá esta postura en el pleno del Parlamento de Cantabria, ante la "pasividad" del Gobierno.
"Siguen mirando hacia otro lado", ha señalado el parlamentario. Por ello, además de denunciar la situación creada, los populares han defendido una solución que pasaría por "un nuevo decreto que complemente el publicado el 15 de agosto y que permita a los establecimientos con licencia de bar especial A ejercer de manera transitoria su actividad como bares convencionales", toda vez que la alternativa de tramitar nuevas licencias de actividad se ha revelado "larga, engorrosa e inviable", pues tardarían tiempo en tramitarse y en muchos casos exigirían obras para adaptar los locales y cumplir los requisitos que se exigen en la actualidad.
Según el diputado del PP en el Parlamento de Cantabria "quien ha creado el problema, es decir, el Gobierno regional, es quien tiene que poner sobre la mesa una solución". Y la solución "más rápida" es, a su juicio, aquella que consiste en "asimilar estos establecimientos a la actividad de bar convencional de modo provisional, en tanto dure la suspensión de la actividad que les es propia". Ello evitaría la ruina de muchos negocios y la pérdida de cientos de puestos de trabajo, a tiempo completo o parcial.
"Ha pasado más de un mes desde que se cerraron estos locales y la situación tiene que resolverse esta misma semana", señala el diputado, para quien la actitud mostrada en el último pleno por la consejera de Educación y Turismo, Marina Lombó, que no ofreció ninguna alternativa para estos establecimientos, puede calificarse directamente de "indolente".
"Los problemas no se resuelven solos: el Gobierno regional tiene que utilizar los mecanismos de que dispone para ofrecer una salida", insiste el parlamentario regional del PP. "Bastante daño se ha hecho ya a estos negocios a lo largo del último mes".
Según Fernández, es "incomprensible que establecimientos que trabajan de noche y de día, no puedan abrir sus puertas por las mañanas" o que "en ciertos lugares haya un negocio cerrado por su licencia y el de al lado, en cambio, pueda estar abierto". Por ello, ha pedido al Gobierno de Cantabria "implicación" frente a la pasividad.
"Revilla está acostumbrado a hablar de todo y a no solucionar nada", pero "en momentos críticos como este un presidente tiene que asumir sus obligaciones", concluye el diputado del PP en el Parlamento de Cantabria, Íñigo Fernández.
"Siguen mirando hacia otro lado", ha señalado el parlamentario. Por ello, además de denunciar la situación creada, los populares han defendido una solución que pasaría por "un nuevo decreto que complemente el publicado el 15 de agosto y que permita a los establecimientos con licencia de bar especial A ejercer de manera transitoria su actividad como bares convencionales", toda vez que la alternativa de tramitar nuevas licencias de actividad se ha revelado "larga, engorrosa e inviable", pues tardarían tiempo en tramitarse y en muchos casos exigirían obras para adaptar los locales y cumplir los requisitos que se exigen en la actualidad.
Según el diputado del PP en el Parlamento de Cantabria "quien ha creado el problema, es decir, el Gobierno regional, es quien tiene que poner sobre la mesa una solución". Y la solución "más rápida" es, a su juicio, aquella que consiste en "asimilar estos establecimientos a la actividad de bar convencional de modo provisional, en tanto dure la suspensión de la actividad que les es propia". Ello evitaría la ruina de muchos negocios y la pérdida de cientos de puestos de trabajo, a tiempo completo o parcial.
"Ha pasado más de un mes desde que se cerraron estos locales y la situación tiene que resolverse esta misma semana", señala el diputado, para quien la actitud mostrada en el último pleno por la consejera de Educación y Turismo, Marina Lombó, que no ofreció ninguna alternativa para estos establecimientos, puede calificarse directamente de "indolente".
"Los problemas no se resuelven solos: el Gobierno regional tiene que utilizar los mecanismos de que dispone para ofrecer una salida", insiste el parlamentario regional del PP. "Bastante daño se ha hecho ya a estos negocios a lo largo del último mes".
Según Fernández, es "incomprensible que establecimientos que trabajan de noche y de día, no puedan abrir sus puertas por las mañanas" o que "en ciertos lugares haya un negocio cerrado por su licencia y el de al lado, en cambio, pueda estar abierto". Por ello, ha pedido al Gobierno de Cantabria "implicación" frente a la pasividad.
"Revilla está acostumbrado a hablar de todo y a no solucionar nada", pero "en momentos críticos como este un presidente tiene que asumir sus obligaciones", concluye el diputado del PP en el Parlamento de Cantabria, Íñigo Fernández.
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