Un año más la Intersindical Cántabra (Sindicato Unitario de Cantabria SUC, Sindicato Ferroviario SF, Sindicato Cantabro Asalariado del Trasporte SCAT y el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Cantabria STEC ) van a celebrar el próximo domingo, una concentración y lectura de manifiesto con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El lugar, la Plaza Mayor, a partir de las 12 de la mañana.
Según los convocantes, la celebración del 8 de Marzo existe, porque en 1910 lo propuso Clara Zekin en la II Conferencia de Mujeres Socialistas, para conmemorar la lucha de las obreras de la Cottom en Nueva York, asesinadas por sus patrones. Fueron quemadas vivas dentro de la fábrica en la que trabajaban, por atreverse a reclamar jornadas laborales de 10 horas, y el derecho a descansar los domingos.
Para la Intersindical Cántabra, la lucha feminista no puede ir separada de la lucha de clases, y por tanto está ligada a la destrucción de este sistema. No hay fin del patriarcado y de las violencias contra las mujeres (de los que los asesinatos y las violaciones son sólo la cúspide, pero que se materializa en múltiples caras), sin acabar con el capitalismo que nos explota, como clase en general y a nosotras las mujeres en particular.
"En el mundo del trabajo vemos de manera clara la alianza patriarcado-capital: La temporalidad es una característica del trabajo feminizado. El 72% de los trabajos temporales son ocupados por mujeres. El patriarcado juega aquí un papel fundamental, porque una gran culpa de esta desproporcionada temporalidad se debe a que seguimos siendo nosotras, las mujeres, quienes realizamos los trabajos de cuidados, un trabajo “invisibilizado” pero elemental para perpetuar este sistema de explotación. Esta tasa de temporalidad provoca además que, en el futuro, y como pasa hoy en día, seamos también las mujeres las que cobraremos las pensiones más bajas, siendo la diferencia mucho mayor en el caso de las pensiones no contributivas"·, señalan.
Además, "la destrucción de empleo, ligada también a esta temporalidad, es superior en el caso de las mujeres, y además sube en mayor proporción cuando mayor es la tasa de paro. La pobreza tiene pues, rostro de mujer"
Así, el 74% de los trabajos a tiempo parcial son a menudo ocupados también por mujeres, acompañados además en la mayoría de los casos por precariedad y temporalidad. Son trabajos de pocas horas, con sueldos de miseria, en muchos casos no elegidos por las trabajadoras. Un ejemplo se da en el sector del Telemarketing, donde los datos estadísticos aseguran que un trabajador da su máxima productividad en jornadas no superiores a 6 horas diarias. Y en los casos en los que está jornada es elegida por la trabajadora, sigue siendo porque somos nosotras las que además cuidamos a nuestras hijas e hijos, y a nuestros mayores dependientes.
Según la Intersindical Cántabra, "encuestas realizadas a trabajadores a tiempo parcial arrojan datos estremecedores de la vigencia del patriarcado en pleno SXXI. Aunque formaciones de derechas y ultraderecha nieguen esta realidad, la mayoría de los hombres que trabajan a tiempo parcial utilizan el tiempo fuera del trabajo para mejorar su currículum y poder optar así a un puesto mejor, mientras que la mayoría de las mujeres con trabajos a tiempo parcial utiliza el tiempo libre a los cuidados. Está situación coloca a la mujer trabajadora en una tela de araña de la que es muy difícil salir, y coloca la brecha salarial entre hombres y mujeres en niveles de vergüenza".
"Estas diferencias salariales entre hombres y mujeres en el reino de España se sitúan entre el 20% y el 25%. Como ejemplo, esta brecha salarial equivaldría a decir que las mujeres españolas trabajamos gratis desde el 8 de noviembre hasta fin de año", aseguran.
"Nuestra lucha es contra el paro, la precariedad y la sobreexplotación. Por eso este 8 de Marzo la Intersindical Cantabra llama a la organización en cada barrio, en cada centro de trabajo, en las distintas organizaciones de clase. Porque para dar la batalla al capitalismo y al patriarcado, nosotras las mujeres somos una parte fundamental. Porque el trabajo feminizado, con la sobreexplotación y la discriminación que nos conlleva, les produce unas ganancias a las grandes empresas que supera los 42.000 millones de euros, sólo en lo referido a la brecha salarial. Por eso nosotras, las mujeres trabajadoras, tenemos que ser la vanguardia en esta lucha, exigiendo empleos dignos e iguales a los de los hombres, y educación, sanidad y servicios públicos y gratuitos", concluye la Intersindical.
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