Desde hace algunos meses las áreas pediátricas del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) tienen dos nuevos inquilinos. Se trata de 'Valde' y 'Cilla', dos curiosas mascotas que acompañan a los pequeños en todas las estancias pediátricas. Son parte del equipo de pediatría, con él conviven y ayudan a quitar miedos, entretienen, dibujan una sonrisa y, lo más importante, conviven con los niños desde que entran hasta que salen del hospital, mejorando su estado de ánimo y acelerando su recuperación.
El consejero de Sanidad, Miguel Rodriguez, ha querido hoy conocer de primera mano el trabajo de la asociación 'Buscando Sonrisas', creadores de 'Valde' y 'Cilla' dentro de un proyecto integral de humanización de todas las áreas pediátricas, que comenzó hace poco más de tres años y en el que, en estrecha colaboración con los profesionales del hospital, van diseñando y ejecutando nuevas propuestas.
Un entorno como el que habéis conseguido con "tanta vida", proporciona más vida, ha dicho el consejero, para quien "el bienestar emocional de los niños en un entorno tan extraño para ellos y, a veces, tan hostil, es básico para avanzar en su mejora y pronta recuperación".
Está suficientemente demostrado que adecuar los espacios a la edad, crear entornos amigables y utilizar herramientas afables y simpáticas, que buscan la complicidad de los pequeños, mejora su estado de ánimo y, por lo tanto, su actitud frente a la enfermedad y la respuesta a los tratamientos, ha reconocido el consejero. "Enhorabuena por esta gran labor y por marcar el camino que hay que seguir", les ha dicho a los responsables de 'Buscando Sonrisas' presentes en la visita.
Durante el recorrido por el hospital, Miguel Rodríguez ha estado acompañado por el director del HUMV, Rafael Tejido, y parte de su equipo; la gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez; la coordinadora de humanización de 'Buscando Sonrisas', Encarna Fernández Boudin, el dibujante y autor de las ilustraciones, Rubén Marín Ojeda 'Mudito', así como por voluntarios y profesionales del hospital, entre otros.
Fructífera colaboración
El trabajo conjunto entre la Consejería de Sanidad y 'Buscando sonrisas' se inició en 2006 para mejorar, ante todo, el bienestar de los niños desde que entran hasta que salen del hospital. A finales de ese año, vio la luz el primer parque infantil de Valdecilla, un espacio al aire libre, de 230 metros cuadrados, en la terraza de la cara sur de las Tres Torres. Es el único de España con áreas destinadas a la práctica deportiva y un espacio fundamental para amenizar la estancia de los pacientes pediátricos de larga duración, que hace mucho más llevadera su hospitalización.
Tras el parque, se concluyó la primera fase de humanización pediátrica con 6 boxes adaptados, uno de ellos doble, ubicados en el área de corta estancia (ingresos de menos de 48 horas) en urgencias y un cochecito eléctrico para el traslado de los pequeños a las diferentes áreas de pruebas diagnósticas o al quirófano.
Los siguientes trabajos han sido para humanizar el área de quirófanos y el Servicio de Anestesiología y Reanimación (REA), fundamentalmente la zona de cirugías complejas. Toda esta "fructífera labor" ha sido reconocida, ya que la iniciativa ha recibido recientemente el premio del consejo editorial y los lectores de la revista New Medical Economics al 'Mejor proyecto de humanización hospitalario en España'.
En el marco del proyecto de humanización también se desarrollan varios talleres denominados 'Buscando curar con sonrisas'. En ellos, jóvenes voluntarios acompañan varios días a la semana a los pequeños para hacer que su estancia sea menos traumática. "No se trata de curar, han dicho los voluntarios, para eso están los profesionales de este hospital, pero nos gusta poner nuestro granito de arena para que los pequeños se sientan más a gusto, porque el estado de ánimo de una persona influye y mucho".
Cada año pasan por Valdecilla, centro de referencia pediátrica de toda Cantabria, alrededor de 28.000 pacientes pediátricos, de los que más de 3.000 precisan ingreso. Un ingreso que se suma a los problemas derivados de la propia enfermedad, con la estancia en un espacio serio y protocolizado como es un hospital, ajeno a su entorno, medio social y familiar. Humanizar las áreas pediátricas del hospital adaptándolas a la edad y la idiosincrasia de sus usuarios colabora en la recuperación y actitud frente a la enfermedad.
El consejero de Sanidad, Miguel Rodriguez, ha querido hoy conocer de primera mano el trabajo de la asociación 'Buscando Sonrisas', creadores de 'Valde' y 'Cilla' dentro de un proyecto integral de humanización de todas las áreas pediátricas, que comenzó hace poco más de tres años y en el que, en estrecha colaboración con los profesionales del hospital, van diseñando y ejecutando nuevas propuestas.
Un entorno como el que habéis conseguido con "tanta vida", proporciona más vida, ha dicho el consejero, para quien "el bienestar emocional de los niños en un entorno tan extraño para ellos y, a veces, tan hostil, es básico para avanzar en su mejora y pronta recuperación".
Está suficientemente demostrado que adecuar los espacios a la edad, crear entornos amigables y utilizar herramientas afables y simpáticas, que buscan la complicidad de los pequeños, mejora su estado de ánimo y, por lo tanto, su actitud frente a la enfermedad y la respuesta a los tratamientos, ha reconocido el consejero. "Enhorabuena por esta gran labor y por marcar el camino que hay que seguir", les ha dicho a los responsables de 'Buscando Sonrisas' presentes en la visita.
Durante el recorrido por el hospital, Miguel Rodríguez ha estado acompañado por el director del HUMV, Rafael Tejido, y parte de su equipo; la gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez; la coordinadora de humanización de 'Buscando Sonrisas', Encarna Fernández Boudin, el dibujante y autor de las ilustraciones, Rubén Marín Ojeda 'Mudito', así como por voluntarios y profesionales del hospital, entre otros.
Fructífera colaboración
El trabajo conjunto entre la Consejería de Sanidad y 'Buscando sonrisas' se inició en 2006 para mejorar, ante todo, el bienestar de los niños desde que entran hasta que salen del hospital. A finales de ese año, vio la luz el primer parque infantil de Valdecilla, un espacio al aire libre, de 230 metros cuadrados, en la terraza de la cara sur de las Tres Torres. Es el único de España con áreas destinadas a la práctica deportiva y un espacio fundamental para amenizar la estancia de los pacientes pediátricos de larga duración, que hace mucho más llevadera su hospitalización.
Tras el parque, se concluyó la primera fase de humanización pediátrica con 6 boxes adaptados, uno de ellos doble, ubicados en el área de corta estancia (ingresos de menos de 48 horas) en urgencias y un cochecito eléctrico para el traslado de los pequeños a las diferentes áreas de pruebas diagnósticas o al quirófano.
Los siguientes trabajos han sido para humanizar el área de quirófanos y el Servicio de Anestesiología y Reanimación (REA), fundamentalmente la zona de cirugías complejas. Toda esta "fructífera labor" ha sido reconocida, ya que la iniciativa ha recibido recientemente el premio del consejo editorial y los lectores de la revista New Medical Economics al 'Mejor proyecto de humanización hospitalario en España'.
En el marco del proyecto de humanización también se desarrollan varios talleres denominados 'Buscando curar con sonrisas'. En ellos, jóvenes voluntarios acompañan varios días a la semana a los pequeños para hacer que su estancia sea menos traumática. "No se trata de curar, han dicho los voluntarios, para eso están los profesionales de este hospital, pero nos gusta poner nuestro granito de arena para que los pequeños se sientan más a gusto, porque el estado de ánimo de una persona influye y mucho".
Cada año pasan por Valdecilla, centro de referencia pediátrica de toda Cantabria, alrededor de 28.000 pacientes pediátricos, de los que más de 3.000 precisan ingreso. Un ingreso que se suma a los problemas derivados de la propia enfermedad, con la estancia en un espacio serio y protocolizado como es un hospital, ajeno a su entorno, medio social y familiar. Humanizar las áreas pediátricas del hospital adaptándolas a la edad y la idiosincrasia de sus usuarios colabora en la recuperación y actitud frente a la enfermedad.
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