Ruiz ha mostrado su "satisfacción" ante este acuerdo, "muy esperado tanto por la comunidad educativa como por parte de las familias, que exigían una respuesta que clarificara cómo se iba a desarrollar la PAU y en qué condiciones".
La misma estructura pero con más materias
Según los términos del acuerdo de ayer, la prueba de acceso a la Universidad será "igual" a la que se venía celebrando hasta el momento, con la única diferencia de que incluirá un mayor número de materias debido a la entrada en vigor de la LOMCE.
Los exámenes se basarán en las asignaturas que se imparten en segundo de bachillerato. La parte general consta de cuatro materias: historia de España, lengua, literatura y primera lengua extranjera, obligatorias para todos los alumnos. Los aspirantes podrán que elegir una más de su especialidad, es decir matemáticas, latín o matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, y fundamentos del arte. Se requerirá una media de al menos cuatro puntos para superarla.
Además, los alumnos que quieran subir nota podrán elegir entre dos materias troncales de opción entre las que corresponden a cada modalidad de ciencias, humanidades y ciencias sociales, y artes. Estas optativas son las que la Universidad puntuara con 0,1 y 0,2, puntuación que se sumará a las calificaciones generales.
Distrito único
Otro de los aspectos que ha resaltado el consejero es que la prueba vuelve a la Universidad, un hecho positivo porque "conceptualmente es lo más adecuado", dado que se trata de un examen para acceder a la misma.
Y otro punto importante que ha resaltado Ruiz es que, aunque el examen será diferente en cada una de las comunidades autónomas, "tendrá validez para todo el estado español, es decir que será distrito único, por lo que los alumnos podrán elegir la universidad que quieran".
Satisfacción entre el profesorado de Secundaria
El consejero ha estado acompañado por los directores de los institutos Javier Orbe Cano de Los Corrales de Buelna y el de Camargo, Pilar Lobeto y Pedro Ruiz Moya respectivamente, quienes también son miembros de comité de directores de Secundaria.
Ambos han coincidido en mostrar su "satisfacción" por esta decisión, aunque llega tarde y ha provocado "mucha incertidumbre". Para Pilar Lobeto, es importante el cambio que supone dejar de hablar de revalidas y hacerlo de pruebas de acceso a la universidad.
Por su parte, Ruiz Moya ha señalado que esta noticia tenía que llegar necesariamente, ya que en caso contrario "hubiera sido el caos".
A su juicio, la PAU "funcionaba muy bien y estaba muy bien organizada" y el cambio que contemplaba la LOMCE era "absolutamente innecesario".
Ambos han explicado que ahora los profesores tendrán que recomponer la situación, ya que el curriculum de las materias que contemplaba dicha ley era "exageradamente amplio".
La Consejería, preparada
En este sentido, Ramón Ruiz ha afirmado que su departamento estaba "preparado" desde hace tiempo, pues ya se habían formado grupos de trabajo que abarcaban todas las materias contempladas la LOMCE, y que ahora, gracias al acuerdo, se han reducido de manera "sustancial", al limitarse las mismas al ultimo curso de bachillerato, "por lo que el trabajo está ya bastante adelantado".
Ruiz ha agregado que, en este proceso selectivo de acceso a la universidad, se contará con un coordinador designado por la Universidad, que trabajará junto con el grupo de profesores de Secundaria especialistas en las asignaturas a evaluar, y de manera conjunta se establecerá la "materia nuclear" de cada de ellas, que servirá de base para realizar los cuestionarios de los exámenes de la PAU.
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