El Gobierno de Cantabria destinará un total de 25.899.301 euros para la primera fase del Plan Integral de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales, que abarcará el periodo 2017-2020.
El consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, ha ofrecido hoy este dato ante la Comisión correspondiente del Parlamento de Cantabria, donde ha presentado, a petición propia, este proyecto y su financiación estimada para la etapa inicial de actuaciones.
Así, ha anunciado que el Plan será remitido "de inmediato" para su tramitación administrativa y su posterior aprobación en Consejo de Gobierno.
Oria ha enumerado las tres metas fundamentales en torno a las cuales se ha construido el Plan. La primera de ellas busca reducir el número y extensión de los incendios forestales mediante la prevención, la concertación social, la información y la sensibilización.
En segundo lugar, trata de mejorar la eficacia y eficiencia en la prevención y extinción, garantizando en todo momento que las plantillas del personal implicado estén cubiertas y que dispongan de los medios materiales adecuados.
Por último, el consejero ha señalado entre los fines del Plan la promoción de nuevos modelos de corresponsabilidad en la gestión de los montes públicos. En este sentido, ha recordado que el 85% de la superficie afectada por el fuego provocado daña a montes de utilidad pública, propiedad de juntas vecinales y de ayuntamientos.
Conclusiones y objetivos del Plan
Del análisis de estas metas y el diagnóstico realizado en el marco del Plan, el titular de Medio Rural ha extraído una serie de conclusiones. En primer lugar, Oria ha enfatizado en las carencias de personal en el Operativo de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales y la insuficiencia de los medios materiales disponibles para este cometido.
Además, ha continuado, la coordinación entre administraciones debe mejorarse y acompañarse de sistemas de planificación y protocolos de actuación conjuntos, especialmente en los modelos de gestión de montes, cuyas actuales fórmulas de conciliación de intereses ha calificado como "frágiles".
En tercer lugar, el Plan señala la necesidad de mejorar la participación social en las políticas de prevención y lucha, ya que la actual comunicación con la sociedad es "escasa y poco eficaz". Finalmente, la última conclusión que evidencia el proyecto es que éste debe contemplar la inclusión de los futuros escenarios derivados de los cambios de uso del suelo y el cambio climático, así como la necesidad de mejorar y actualizar la normativa vigente.
Para paliar estas deficiencias, la Consejería ha incluido en el Plan seis objetivos generales, definidos en 27 objetivos específicos que se desarrollarán en 77 acciones concretas que completan el marco de actuación para los cuatro primeros años.
El primero de estos seis grandes objetivos es garantizar la participación social en el desarrollo del Plan, para lo que se trasformará la actual Mesa del Fuego en un órgano formalmente constituido "que se convierta en el foro clave para la participación pública".
El segundo objetivo será dotar a la Dirección General del Medio Natural de la estructura administrativa, de los recursos materiales y humanos, de los protocolos de organización internos y de la formación necesaria para dar cumplimiento al Plan.
En tercer y cuarto lugar, se buscará reducir el impacto de los incendios forestales disminuyendo su número y sus efectos sobre el medio y garantizar el adecuado sistema de planificación y coordinación entre las distintas administraciones.
Como quinto objetivo, se dispone dotar a Cantabria de un sistema protocolizado de restauración de las áreas afectadas. Por último, el sexto objetivo general consiste en dotar a la Comunidad Autónoma de una estrategia eficiente de comunicación y sensibilización en relación con los incendios forestales.
Reducir los incendios un 20%
Oria ha reiterado la necesidad de aplicar un programa "que nace con vocación de continuidad en el medio y largo plazo", más allá de la primera fase planteada, para "la consecución plena de sus objetivos", para lo cual ha expuesto una serie de datos que plasman la realidad respecto a los incendios forestales en Cantabria.
Así, durante el periodo 2009-2014, se produjeron en la región una media de 730 fuegos anuales, con una superficie media afectada cercana a las 9.000 hectáreas al año, registrándose episodios, como el ocurrido a finales de 2015 cuando, en apenas 15 días, se contabilizaron 400 incendios y más de 10.000 hectáreas quemadas.
De esta forma, el Plan, en el plazo 2017-2020, busca una reducción del 20% de los incendios respecto a la media de los últimos años, quedando por debajo de los 600 anuales, y del 33% de la superficie afectada, o por debajo de las 6.000 hectáreas.
Del mismo modo, ha puntualizado que el 81% de estos incendios son intencionados y cerca del 13% tiene su origen en negligencias, con lo que se suma un 94% atribuible al ser humano, porcentaje al que habría que añadir un 5% de causas desconocidas. Estas cifras señalan que tan sólo un 1% de ellos tienen un origen natural.
En cuanto a las motivaciones de los incendios provocados, Oria ha señalado que prácticamente el 92% se encienden para eliminar matorral y regenerar pastos, y que la misma motivación está detrás del 86% de aquellos derivados de negligencias en quemas autorizadas.
En este sentido, Oria ha querido recalcar que desde su Consejería en ningún momento se ha acusado a los ganaderos de causar los incendios, en tanto que estas actitudes delictivas son obra de personas individuales, por lo que "criminalizar a un colectivo" completo estaría fuera de lugar.
Además, ha calificado de "irresponsable" la actitud de aquellos que queman los montes "como presunta respuesta, irracional y delictiva" a conflictos que afectan a determinados sectores o de aquellos "que se envuelven en los eufemismos para no condenar" estas acciones.
El consejero ha agradecido a todas las entidades representadas en la Mesa del Fuego, órgano que se mantendrá para el seguimiento del Plan, y que han participado en la elaboración del proyecto, así como a los técnicos de la Dirección General del Medio Natural.
Todos los grupos parlamentarios han mostrado su conformidad con el Plan y su disposición a apoyarlo. Oria ha señalado que, en cualquier caso, la Consejería está abierta a escuchar nuevas propuestas que lleguen desde los diferentes partidos representados en la Cámara regional.
El consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, ha ofrecido hoy este dato ante la Comisión correspondiente del Parlamento de Cantabria, donde ha presentado, a petición propia, este proyecto y su financiación estimada para la etapa inicial de actuaciones.
Así, ha anunciado que el Plan será remitido "de inmediato" para su tramitación administrativa y su posterior aprobación en Consejo de Gobierno.
Oria ha enumerado las tres metas fundamentales en torno a las cuales se ha construido el Plan. La primera de ellas busca reducir el número y extensión de los incendios forestales mediante la prevención, la concertación social, la información y la sensibilización.
En segundo lugar, trata de mejorar la eficacia y eficiencia en la prevención y extinción, garantizando en todo momento que las plantillas del personal implicado estén cubiertas y que dispongan de los medios materiales adecuados.
Por último, el consejero ha señalado entre los fines del Plan la promoción de nuevos modelos de corresponsabilidad en la gestión de los montes públicos. En este sentido, ha recordado que el 85% de la superficie afectada por el fuego provocado daña a montes de utilidad pública, propiedad de juntas vecinales y de ayuntamientos.
Conclusiones y objetivos del Plan
Del análisis de estas metas y el diagnóstico realizado en el marco del Plan, el titular de Medio Rural ha extraído una serie de conclusiones. En primer lugar, Oria ha enfatizado en las carencias de personal en el Operativo de Prevención y Lucha contra los Incendios Forestales y la insuficiencia de los medios materiales disponibles para este cometido.
Además, ha continuado, la coordinación entre administraciones debe mejorarse y acompañarse de sistemas de planificación y protocolos de actuación conjuntos, especialmente en los modelos de gestión de montes, cuyas actuales fórmulas de conciliación de intereses ha calificado como "frágiles".
En tercer lugar, el Plan señala la necesidad de mejorar la participación social en las políticas de prevención y lucha, ya que la actual comunicación con la sociedad es "escasa y poco eficaz". Finalmente, la última conclusión que evidencia el proyecto es que éste debe contemplar la inclusión de los futuros escenarios derivados de los cambios de uso del suelo y el cambio climático, así como la necesidad de mejorar y actualizar la normativa vigente.
Para paliar estas deficiencias, la Consejería ha incluido en el Plan seis objetivos generales, definidos en 27 objetivos específicos que se desarrollarán en 77 acciones concretas que completan el marco de actuación para los cuatro primeros años.
El primero de estos seis grandes objetivos es garantizar la participación social en el desarrollo del Plan, para lo que se trasformará la actual Mesa del Fuego en un órgano formalmente constituido "que se convierta en el foro clave para la participación pública".
El segundo objetivo será dotar a la Dirección General del Medio Natural de la estructura administrativa, de los recursos materiales y humanos, de los protocolos de organización internos y de la formación necesaria para dar cumplimiento al Plan.
En tercer y cuarto lugar, se buscará reducir el impacto de los incendios forestales disminuyendo su número y sus efectos sobre el medio y garantizar el adecuado sistema de planificación y coordinación entre las distintas administraciones.
Como quinto objetivo, se dispone dotar a Cantabria de un sistema protocolizado de restauración de las áreas afectadas. Por último, el sexto objetivo general consiste en dotar a la Comunidad Autónoma de una estrategia eficiente de comunicación y sensibilización en relación con los incendios forestales.
Reducir los incendios un 20%
Oria ha reiterado la necesidad de aplicar un programa "que nace con vocación de continuidad en el medio y largo plazo", más allá de la primera fase planteada, para "la consecución plena de sus objetivos", para lo cual ha expuesto una serie de datos que plasman la realidad respecto a los incendios forestales en Cantabria.
Así, durante el periodo 2009-2014, se produjeron en la región una media de 730 fuegos anuales, con una superficie media afectada cercana a las 9.000 hectáreas al año, registrándose episodios, como el ocurrido a finales de 2015 cuando, en apenas 15 días, se contabilizaron 400 incendios y más de 10.000 hectáreas quemadas.
De esta forma, el Plan, en el plazo 2017-2020, busca una reducción del 20% de los incendios respecto a la media de los últimos años, quedando por debajo de los 600 anuales, y del 33% de la superficie afectada, o por debajo de las 6.000 hectáreas.
Del mismo modo, ha puntualizado que el 81% de estos incendios son intencionados y cerca del 13% tiene su origen en negligencias, con lo que se suma un 94% atribuible al ser humano, porcentaje al que habría que añadir un 5% de causas desconocidas. Estas cifras señalan que tan sólo un 1% de ellos tienen un origen natural.
En cuanto a las motivaciones de los incendios provocados, Oria ha señalado que prácticamente el 92% se encienden para eliminar matorral y regenerar pastos, y que la misma motivación está detrás del 86% de aquellos derivados de negligencias en quemas autorizadas.
En este sentido, Oria ha querido recalcar que desde su Consejería en ningún momento se ha acusado a los ganaderos de causar los incendios, en tanto que estas actitudes delictivas son obra de personas individuales, por lo que "criminalizar a un colectivo" completo estaría fuera de lugar.
Además, ha calificado de "irresponsable" la actitud de aquellos que queman los montes "como presunta respuesta, irracional y delictiva" a conflictos que afectan a determinados sectores o de aquellos "que se envuelven en los eufemismos para no condenar" estas acciones.
El consejero ha agradecido a todas las entidades representadas en la Mesa del Fuego, órgano que se mantendrá para el seguimiento del Plan, y que han participado en la elaboración del proyecto, así como a los técnicos de la Dirección General del Medio Natural.
Todos los grupos parlamentarios han mostrado su conformidad con el Plan y su disposición a apoyarlo. Oria ha señalado que, en cualquier caso, la Consejería está abierta a escuchar nuevas propuestas que lleguen desde los diferentes partidos representados en la Cámara regional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario