Más de un centenar de personas acudieron el viernes a esta cita de la pintura que fue inaugurada por la edil de Cultura del Ayuntamiento, Berta Pacheco y donde estuvieron presentes numerosos pintores porque Muñoz Serra aunque no quiera es el maestro de muchos de ellos.
Lo que no le perdono es que haya estado tanto tiempo alejado de las salas de exposiciones y considero un acierto del programador de esta sala que su nombre se incluya en el catálogo de exposiciones anual de la sala, que en ocasiones, está llena de un arte incalificable y chavacano.
Reconozco que Muñoz Serra ha sido uno de mis ídolos en pintura por su expontaneidad que es uno de los rasgos que definen su pintura y su vida.
El pintor se ha mantenido siempre alejado de las modas y su pintura es tan sincera como él, tan cercana, sin complicaciones estéticas. Siempre ha sido un hombre inconformista y esto lo ha trasladado a su pintura.
Hoy tenemos la suerte de ver en su exposición plumillas, tinta china, aguada, lápiz y acuarela. Con estas técnicas, Muñoz Serra nos invita a viajar a un mundo de gentes humildes que van y vienen, que trabajan y luchan para vivir, lavanderas, pescadoras, mujeres tejiendo redes, siempre mujeres y también, mujeres con niños.
Sus mujeres están desproporcionadas. Utilizando lo que se conoce como perspectiva interior, Muñoz Serra pinta a la mujer de abajo arriba, ancha y robusta de piernas, amenguada de hombros y cabeza, en una especie de homenaje a su condición de que fue nacida de la tierra y para la tierra.
No dejen de visitar esta exposición bien merece la pena perder un rato, ver la exposición y recrearse en su mundo durante un instante.
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