jueves, 2 de abril de 2020

Santander: UGT insta a Gobierno regional y patronal a aprender la lección del Covid-19 para acabar con la precariedad en la dependencia


El Sector de Dependencia de la Federación de Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT ha emitido hoy un comunicado en el que insta al Gobierno de Cantabria y a la patronal de empresas de atención a la dependencia a “aprender la lección de los efectos causados por pandemia del Covid-19 en las residencias de mayores, donde han fallecido uno de cada tres afectados, para acabar de una vez por todas con la precariedad laboral de sus trabajadoras y trabajadores”.
Según precisa en el comunicado Margarita Pelayo, responsable regional del sector en UGT, “con el Covid-19 se ha abierto la caja de pandora en la atención a mayores y dependientes, que desde hace años viene sufriendo una precariedad laboral de sus trabajadoras y trabajadores insostenible”.
“Lo venimos denunciando desde hace muchos años, las plantillas, especialmente de geroculturas, trabajan bajo mínimos todo el año, los ratios de personal son insuficientes y hay una sobrecarga de trabajo y funciones intolerable, donde se hace de enfermera, de gerucoltora y hasta de limpiadora al mismo tiempo”, critica la responsable regional de Dependencia de UGT.
La sindicalista añade que “para colmo de males, la salud laboral nunca se ha desarrollado bien en las residencias y los equipos de protección individual tan deseados ahora, muchas veces los hemos tenido que reclamar con denuncias a la Inspección de Trabajo; y en la mayoría de los centros no hay enfermeras ni enfermeros o sólo los hay de lunes a viernes en el turno de mañana”.
Para Pelayo, “si algo ha demostrado la pandemia es que el modelo y el espíritu de la atención a la dependencia no es válido, algo que tienen que asumir las empresas y el Gobierno regional porque no hay que olvidar que la mayoría de las plazas son concertadas”.
“Toca hacer lo posible y lo imposible” por los mayores y dependientes
“En estos momento no se trata de buscar culpables, lo que toca es hacer lo posible y lo imposible por cuidar de nuestros mayores y dependientes, aunque la lección que debe ser aprendida es la necesidad de cambiar el espíritu de la atención a la dependencia”, reiteró la responsable regional de Dependencia de UGT.
Para Pelayo, “este sector nunca debió ni deberá ser un negocio porque es una actividad asistencial para asegurar las mejores condiciones para nuestros mayores y dependientes y para prestar una atención de calidad se requiere de más personal y con las suficientes garantías laborales y salariales”.
En este sentido, la responsable regional del Sector de Dependencia de UGT recuerda que “el hecho de que esta actividad profesional asistencial sea en su mayor parte desarrollada por mujeres provoca que nuestro convenio colectivo sea de los más precarios de toda España y en eso tiene que ver mucho la patronal, que sigue negándose a firmar uno nuevo más adecuados a los tiempos actuales”.
“Cuando pase lo urgente, tendremos que sentarnos a hablar de lo ordinario, con sosiego pero con premura, si no queremos ver como los profesionales de este sector se marchan al Servicio Cántabro de Salud en busca de una calidad de vida y de empleo, acabando con las expectativas atrayentes para que nuevas generaciones tengan ilusión por desempeñar esta actividad”, concluye Pelayo.

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