Cantabria se ha sumado a la celebración del 40 aniversario de la Declaración del Valle de La Vézère como Patrimonio Mundial de la UNESCO, que se ha celebrado en el departamento francés del Perigord.
Las directoras de Acción, Cultural, Eva Ranea, y de Patrimonio y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa, han acudido a esta convocatoria en la que también estaban presentes representantes del yacimiento de Vale do Côa y Siega Verde, ubicado entre Portugal y Castilla y León, y que recientemente se ha unido al Protocolo de Cooperación llamado 'Unidos por el primer arte', firmado entre el Gobierno de Cantabria y la Dordoña, lugar donde se ubica los sitios arqueológicos que ahora cumplen cuatro décadas de su declaración de la UNESCO.
Como presentación oficial del Vale de Côa, se ha inaugurado una exposición en el Centre International del l Art Parétal en Montignac, que posteriormente iniciará un itinerario que recalará en Cantabria.
Además, ha tenido lugar la entrega del distintivo 'Patrimonio Rupestre Europeo', por el que se reconoce no solo la excepcionalidad del arte rupestre del Périgord, sino también la oferta y la calidad de los servicios que las autoridades de Dordoña ofrece a los centenares de miles de visitantes que cada año se acercan a descubrir Lascaux y el resto de cuevas y yacimientos de esta singular región del Paleolítico europeo.
Como ya sucedió en marzo pasado con el museo y los sitios rupestres del Vale do Côa, el Consejo de Europa otorga hoy su reconocimiento al Pôle d'Interpretation de la Préhistoire de Les Eyzies de Tayac, al Parque Arqueológico de Le Thot y al Centro Europeo del Arte Parietal de Lascaux.
Este Protocolo de Cooperación tiene como objetivo construir una alianza entre los principales territorios europeos que albergan las muestras de arte rupestre más importantes del mundo, a fin de proteger y difundir este rico legado, y que, además, se convierta en eje de progreso y desarrollo.
En 1979, la UNESCO declaraba el Valle de La Vézere, en el corazón de Dordoña, como Patrimonio Mundial, en razón de sus valores excepcionales en lo relativo al patrimonio del Paleolítico Superior y su formidable arte de las cavernas, con la cueva de Lascaux como referente absoluto.
Poco tiempo después, en 1985, era la Cueva de Altamira y sus famosas pinturas de bisontes la que pasaba a formar parte del selecto club del Patrimonio Mundial, declaración que en 2008 fue ampliada a otras 16 cuevas de la Cornisa Cantábrica, entre las que se encontraban 9 cuevas de Cantabria: Covalanas, La Garma, El Pendo, Hornos de la Peña, Chufín, Las Monedas, La Pasiega, Las Chimeneas y El Castillo.
Las directoras de Acción, Cultural, Eva Ranea, y de Patrimonio y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa, han acudido a esta convocatoria en la que también estaban presentes representantes del yacimiento de Vale do Côa y Siega Verde, ubicado entre Portugal y Castilla y León, y que recientemente se ha unido al Protocolo de Cooperación llamado 'Unidos por el primer arte', firmado entre el Gobierno de Cantabria y la Dordoña, lugar donde se ubica los sitios arqueológicos que ahora cumplen cuatro décadas de su declaración de la UNESCO.
Como presentación oficial del Vale de Côa, se ha inaugurado una exposición en el Centre International del l Art Parétal en Montignac, que posteriormente iniciará un itinerario que recalará en Cantabria.
Además, ha tenido lugar la entrega del distintivo 'Patrimonio Rupestre Europeo', por el que se reconoce no solo la excepcionalidad del arte rupestre del Périgord, sino también la oferta y la calidad de los servicios que las autoridades de Dordoña ofrece a los centenares de miles de visitantes que cada año se acercan a descubrir Lascaux y el resto de cuevas y yacimientos de esta singular región del Paleolítico europeo.
Como ya sucedió en marzo pasado con el museo y los sitios rupestres del Vale do Côa, el Consejo de Europa otorga hoy su reconocimiento al Pôle d'Interpretation de la Préhistoire de Les Eyzies de Tayac, al Parque Arqueológico de Le Thot y al Centro Europeo del Arte Parietal de Lascaux.
Este Protocolo de Cooperación tiene como objetivo construir una alianza entre los principales territorios europeos que albergan las muestras de arte rupestre más importantes del mundo, a fin de proteger y difundir este rico legado, y que, además, se convierta en eje de progreso y desarrollo.
En 1979, la UNESCO declaraba el Valle de La Vézere, en el corazón de Dordoña, como Patrimonio Mundial, en razón de sus valores excepcionales en lo relativo al patrimonio del Paleolítico Superior y su formidable arte de las cavernas, con la cueva de Lascaux como referente absoluto.
Poco tiempo después, en 1985, era la Cueva de Altamira y sus famosas pinturas de bisontes la que pasaba a formar parte del selecto club del Patrimonio Mundial, declaración que en 2008 fue ampliada a otras 16 cuevas de la Cornisa Cantábrica, entre las que se encontraban 9 cuevas de Cantabria: Covalanas, La Garma, El Pendo, Hornos de la Peña, Chufín, Las Monedas, La Pasiega, Las Chimeneas y El Castillo.
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