“Éxito rotundo y sin paliativos”, de esta forma ha comenzado el análisis del 23 Rebujas Rock, Rubén García, presidente de la Asociación Rebujas, organizadora del mismo.
Según ha explicado la asociación en comunicado y tras contrastar las cifras: “podemos asegurar que anoche había más de 12.000 personas en la Campa del Pilaro, mejorando las cifras de la pasada edición”. En lo que respecta al camping ha añadido que de nuevo ha tenido una ocupación del 100%.
“Todo esto supone que nos mantenemos un año más como uno de los festivales referencia en el país. Además, continuamos siendo un gran foco de atracción turística, especialmente proviene gente de Asturias, País Vasco, Salamanca, Valladolid, León, Burgos o Madrid” ha analizado García.
El grupo italiano Talco, que fue el que más publico congrego, realizaron un concierto de hora y media donde mezclaron ska, rock, punk… En su actuación no pudieron faltar canciones como Sant Pauli, Bella Ciao, La Torre o Danza dellÁutunno Rosa” que hicieron vibrar a todo el público que se congregó en la Villa de San Mateo.
Por su parte, Koma, quienes cerraron el festival, volvieron a Cantabria por el mismo escenario en el que se despidieron: Rebujas Rock. La banda metalera repasó todos sus grandes éxitos, como: Mi jefe, Aquí huelen como que han fumado o Sakeo.
Uno de los momentos más emblemáticos de la noche fue la actuación de Los Barones. “Sobre el escenario de San Mateo” sonaron grandes clásicos y himnos del rock de nuestro país” ha comentado García. Y es que canciones como Los Hijos de Caín, Resistiré o Los Rockeros van al infierno sonaron con gran fuerza en el regreso de Sherpa y Hermes Calabria a Cantabria.
“Hablar de Rebujas es hablar de Desastre y por ello no podían faltar a nuestra cita” ha argumentado García. Y es que los de Usera, que tienen una calle en el pueblo, volvieron al escenario del Rebujas por decimoctava vez. En su actuación no faltaron canciones como El Loro, Tabernera o Me Piro. El grupo conto con la colaboración de dos miembros de Barracúda, grupo que amenizó la fiesta del mediodía, y dio “la alternativa” a los corraliegos Cantaebria que tocaron una canción sobre el escenario. Mención especial merece la canción Que No Amanezca, himno del festival, que fue cantado por miembros de la asociación.
Los madrileños Dskarrila impregnaron San Mateo de ska y “buen rollo” con canciones como Un Tren o Skapar. Por su parte Los Escapaos fueron el grupo cántabro que se encargó de abrir la vigesimotercera edición.
“Hemos aumentado la afluencia de publico del último año, y eso nos ha consolidado un año más como uno de los grandes festivales del país» ha explicado García al termino del festival”. La acampada ha vuelto a tener una ocupación del 100% y siendo casi un 65% de los asistentes de fuera de Cantabria” ha concluido Rubén García, quien ha añadido que llevan ya “meses preparando la edición del 2020”.
Según ha explicado la asociación en comunicado y tras contrastar las cifras: “podemos asegurar que anoche había más de 12.000 personas en la Campa del Pilaro, mejorando las cifras de la pasada edición”. En lo que respecta al camping ha añadido que de nuevo ha tenido una ocupación del 100%.
“Todo esto supone que nos mantenemos un año más como uno de los festivales referencia en el país. Además, continuamos siendo un gran foco de atracción turística, especialmente proviene gente de Asturias, País Vasco, Salamanca, Valladolid, León, Burgos o Madrid” ha analizado García.
El grupo italiano Talco, que fue el que más publico congrego, realizaron un concierto de hora y media donde mezclaron ska, rock, punk… En su actuación no pudieron faltar canciones como Sant Pauli, Bella Ciao, La Torre o Danza dellÁutunno Rosa” que hicieron vibrar a todo el público que se congregó en la Villa de San Mateo.
Por su parte, Koma, quienes cerraron el festival, volvieron a Cantabria por el mismo escenario en el que se despidieron: Rebujas Rock. La banda metalera repasó todos sus grandes éxitos, como: Mi jefe, Aquí huelen como que han fumado o Sakeo.
Uno de los momentos más emblemáticos de la noche fue la actuación de Los Barones. “Sobre el escenario de San Mateo” sonaron grandes clásicos y himnos del rock de nuestro país” ha comentado García. Y es que canciones como Los Hijos de Caín, Resistiré o Los Rockeros van al infierno sonaron con gran fuerza en el regreso de Sherpa y Hermes Calabria a Cantabria.
“Hablar de Rebujas es hablar de Desastre y por ello no podían faltar a nuestra cita” ha argumentado García. Y es que los de Usera, que tienen una calle en el pueblo, volvieron al escenario del Rebujas por decimoctava vez. En su actuación no faltaron canciones como El Loro, Tabernera o Me Piro. El grupo conto con la colaboración de dos miembros de Barracúda, grupo que amenizó la fiesta del mediodía, y dio “la alternativa” a los corraliegos Cantaebria que tocaron una canción sobre el escenario. Mención especial merece la canción Que No Amanezca, himno del festival, que fue cantado por miembros de la asociación.
Los madrileños Dskarrila impregnaron San Mateo de ska y “buen rollo” con canciones como Un Tren o Skapar. Por su parte Los Escapaos fueron el grupo cántabro que se encargó de abrir la vigesimotercera edición.
“Hemos aumentado la afluencia de publico del último año, y eso nos ha consolidado un año más como uno de los grandes festivales del país» ha explicado García al termino del festival”. La acampada ha vuelto a tener una ocupación del 100% y siendo casi un 65% de los asistentes de fuera de Cantabria” ha concluido Rubén García, quien ha añadido que llevan ya “meses preparando la edición del 2020”.
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