El Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL), organismo dependiente de la Consejería de Sanidad, ha participado en una investigación internacional que ha permitido identificar 15 variantes genéticas relacionadas con el riesgo de sufrir fracturas osteoporóticas, un importante problema de salud que afecta a más de 9 millones de personas en todo el mundo cada año.
A través de este estudio, que ha utilizado información genómica sobre otros factores de riesgo para examinar su papel causal en el desarrollo de fracturas, los investigadores han concluido que solo la densidad mineral ósea y la fuerza muscular están directamente involucradas en la susceptibilidad a la fractura.
El trabajo no ha encontrado que otros factores de riesgo clínicos, como los niveles de vitamina D y la ingesta de calcio, tradicionalmente considerados mediadores cruciales, determinen directamente el riesgo de fractura. Estos hallazgos postulan que las intervenciones dirigidas a aumentar la masa ósea y la función muscular tienen más probabilidades de prevenir fracturas que la administración generalizada de suplementos de calcio y vitamina D.
Según el doctor José Antonio Riancho, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, que ha liderado la participación del IDIVAL, "algunas de las variantes genéticas identificadas están relacionadas con genes que forman parte de las vías a las que se dirigen fármacos desarrollados recientemente para el tratamiento de la osteoporosis, mientras que otras son novedosas y tienen potencial para convertirse en objetivos para otros tratamientos en el futuro".
"Una de las ideas importantes que se extraen de este estudio genético es que la suplementación generalizada de vitamina D y calcio es poco probable que sea muy efectiva para la prevención de fracturas", ha agregado el doctor Riancho.
De hecho, los ensayos clínicos recientes no han podido confirmar claramente el beneficio de la administración de suplementos de vitamina D y calcio en pacientes sin una deficiencia pronunciada de estos factores. Por lo tanto, ha precisado, estos hallazgos y los derivados de nuestro estudio destacan la necesidad de volver a evaluar su uso generalizado en la práctica clínica.
"Para la población general, el procurar un estilo de vida saludable con una dieta equilibrada y permanecer físicamente activos son los principales pilares de una salud ósea sostenible ", ha apuntado el doctor Riancho.
No obstante, ha matizado que los suplementos de calcio y vitamina D siguen resultando necesarios para los pacientes que no consiguen mantener un aporte suficiente por otros medios.
La colaboración del IDIVAL en este estudio internacional, junto con la Universidad de Barcelona, se ha centrado en la aportación de datos de 185.057 pacientes y 377.201 controles.
El trabajo, dirigido por el doctor Fernando Rivadeneira, del Erasmus University Medical Center (Rótterdam), ha reunido a investigadores de Europa, Canadá, Estados Unidos, Asia y Australia, constituyendo el mayor esfuerzo hasta la fecha para investigar la genética de la osteoporosis y el riesgo de fracturas.
Como ha señalado Katerina Trajanoska, investigadora de Erasmus MC y primera autora del estudio, publicado en el British Medical Journal, este estudio de asociación de genoma completo (GWAS) ha proporcionado información importante sobre los mecanismos biológicos que conducen a la fractura. "En particular, todas las posiciones genómicas identificadas (conocidas como loci) también están asociadas con la variación de la densidad mineral ósea, una medida utilizada para determinar la masa ósea y diagnosticar osteoporosis", ha indicado.
Como instituto de investigación, el IDIVAL, que integra a investigadores de la Consejería de Sanidad, de los centros sanitarios del SCS y de la Universidad de Cantabria, incluye entre sus objetivos una serie de líneas de investigación que abarcan las enfermedades más prevalentes, con el objetivo final de avanzar en el conocimiento científico y trasladar los resultados de cara a mejorar la salud de la población.
A través de este estudio, que ha utilizado información genómica sobre otros factores de riesgo para examinar su papel causal en el desarrollo de fracturas, los investigadores han concluido que solo la densidad mineral ósea y la fuerza muscular están directamente involucradas en la susceptibilidad a la fractura.
El trabajo no ha encontrado que otros factores de riesgo clínicos, como los niveles de vitamina D y la ingesta de calcio, tradicionalmente considerados mediadores cruciales, determinen directamente el riesgo de fractura. Estos hallazgos postulan que las intervenciones dirigidas a aumentar la masa ósea y la función muscular tienen más probabilidades de prevenir fracturas que la administración generalizada de suplementos de calcio y vitamina D.
Según el doctor José Antonio Riancho, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, que ha liderado la participación del IDIVAL, "algunas de las variantes genéticas identificadas están relacionadas con genes que forman parte de las vías a las que se dirigen fármacos desarrollados recientemente para el tratamiento de la osteoporosis, mientras que otras son novedosas y tienen potencial para convertirse en objetivos para otros tratamientos en el futuro".
"Una de las ideas importantes que se extraen de este estudio genético es que la suplementación generalizada de vitamina D y calcio es poco probable que sea muy efectiva para la prevención de fracturas", ha agregado el doctor Riancho.
De hecho, los ensayos clínicos recientes no han podido confirmar claramente el beneficio de la administración de suplementos de vitamina D y calcio en pacientes sin una deficiencia pronunciada de estos factores. Por lo tanto, ha precisado, estos hallazgos y los derivados de nuestro estudio destacan la necesidad de volver a evaluar su uso generalizado en la práctica clínica.
"Para la población general, el procurar un estilo de vida saludable con una dieta equilibrada y permanecer físicamente activos son los principales pilares de una salud ósea sostenible ", ha apuntado el doctor Riancho.
No obstante, ha matizado que los suplementos de calcio y vitamina D siguen resultando necesarios para los pacientes que no consiguen mantener un aporte suficiente por otros medios.
La colaboración del IDIVAL en este estudio internacional, junto con la Universidad de Barcelona, se ha centrado en la aportación de datos de 185.057 pacientes y 377.201 controles.
El trabajo, dirigido por el doctor Fernando Rivadeneira, del Erasmus University Medical Center (Rótterdam), ha reunido a investigadores de Europa, Canadá, Estados Unidos, Asia y Australia, constituyendo el mayor esfuerzo hasta la fecha para investigar la genética de la osteoporosis y el riesgo de fracturas.
Como ha señalado Katerina Trajanoska, investigadora de Erasmus MC y primera autora del estudio, publicado en el British Medical Journal, este estudio de asociación de genoma completo (GWAS) ha proporcionado información importante sobre los mecanismos biológicos que conducen a la fractura. "En particular, todas las posiciones genómicas identificadas (conocidas como loci) también están asociadas con la variación de la densidad mineral ósea, una medida utilizada para determinar la masa ósea y diagnosticar osteoporosis", ha indicado.
Como instituto de investigación, el IDIVAL, que integra a investigadores de la Consejería de Sanidad, de los centros sanitarios del SCS y de la Universidad de Cantabria, incluye entre sus objetivos una serie de líneas de investigación que abarcan las enfermedades más prevalentes, con el objetivo final de avanzar en el conocimiento científico y trasladar los resultados de cara a mejorar la salud de la población.
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