USO Cantabria alerta de que este 28 de abril, Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, sobre la necesidad de efectuar cambios en la Ley que regula las enfermedades profesionales, RD 1299/2006.
La citada Ley es vieja, pero ya nació obsoleta. En 2006, al igual que ahora, ya existían profesiones y puestos de trabajo en los que las enfermedades psicosociales, como el estrés crónico o cuadros depresivos permanentes, eran más comunes que los padecimientos físicos. Pero, sobre todo, la legislación en materia de salud laboral está viciada en cuanto al procedimiento para reconocer el origen laboral de una enfermedad: tiene que coincidir su diagnóstico con estar aun prestando servicios en la empresa, y las enfermedades suelen manifestarse después de un tiempo de latencia.
USO se queja de que la Ley de Mutuas agravó esta metodología de diagnóstico, pues la normativa le facilita negar el origen laboral de muchísimas enfermedades que a todas luces tienen un origen directo en el puesto de trabajo. Pero tienden a quitarse gasto y responsabilidad, pasándole el caso a la Seguridad Social y ofreciéndole al trabajador muchas menos prestaciones de las que le corresponderían.
USO cree que el no poder identificar el origen exacto es culpa directa de la precariedad y el encadenamiento de contratos temporales de semanas o meses. Incluso aunque quede patente que tiene un origen laboral, es difícil investigar las condiciones de trabajo si en un año el trabajador pasa por múltiples empresas diferentes en otros tantos puestos.
USO quiere recordar que el 28 de abril es un día de reivindicación de derechos laborales al que no se le da la visibilidad que merece.
La citada Ley es vieja, pero ya nació obsoleta. En 2006, al igual que ahora, ya existían profesiones y puestos de trabajo en los que las enfermedades psicosociales, como el estrés crónico o cuadros depresivos permanentes, eran más comunes que los padecimientos físicos. Pero, sobre todo, la legislación en materia de salud laboral está viciada en cuanto al procedimiento para reconocer el origen laboral de una enfermedad: tiene que coincidir su diagnóstico con estar aun prestando servicios en la empresa, y las enfermedades suelen manifestarse después de un tiempo de latencia.
USO se queja de que la Ley de Mutuas agravó esta metodología de diagnóstico, pues la normativa le facilita negar el origen laboral de muchísimas enfermedades que a todas luces tienen un origen directo en el puesto de trabajo. Pero tienden a quitarse gasto y responsabilidad, pasándole el caso a la Seguridad Social y ofreciéndole al trabajador muchas menos prestaciones de las que le corresponderían.
USO cree que el no poder identificar el origen exacto es culpa directa de la precariedad y el encadenamiento de contratos temporales de semanas o meses. Incluso aunque quede patente que tiene un origen laboral, es difícil investigar las condiciones de trabajo si en un año el trabajador pasa por múltiples empresas diferentes en otros tantos puestos.
USO quiere recordar que el 28 de abril es un día de reivindicación de derechos laborales al que no se le da la visibilidad que merece.
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