El Ayuntamiento de Piélagos ha despedido la última edición de su programa "Creciendo juntos", centrado como novedad, en el niño con alguna discapacidad reconocida y su familia para conseguir objetivos reales, a corto plazo.
La alcaldesa del municipio, Verónica Samperio, acompañada por el primer teniente de alcalde, Alfredo Rodríguez Otero; la concejala de Servicios Sociales, Rebeca Lanza, así como de otros miembros del equipo de gobierno ha participado en el acto de clausura, celebrado en el Centro Cultural Quijano.
Durante su intervención, Samperio, quien ha hecho hincapié en que para el Consistorio "Creciendo juntos" es un programa muy especial, ha recordado que se trata de un proyecto municipal, que se venía desarrollando desde el año 2009.
En este sentido, ha matizado que, aunque inicialmente, se orientó a la eliminación de barreras arquitectónicas y la sensibilización sobre el trato adecuado hacia la discapacidad, en 2016, el equipo de gobierno (PSOE-PRC) consideró que había que reorientar el programa.
De hecho, ha señalado que fue en ese momento cuando se decidió poner el centro de atención en sus nuevos destinatarios, los niños del municipio con alguna discapacidad reconocida, a los que ella se ha referido como niños con cualidades diferentes, y también sus familias.
La regidora municipal, quien se ha reconocido como una firme defensora de la inclusividad, se ha mostrado convencida de que la sociedad se enriquece con las diferencias, que cada uno puede aportar su granito de arena y de ahí que, como el nombre del programa, todos ‘Crecemos juntos’.
“Nadie puede poner barreras al sol”, ha subrayado Samperio, quien ha elogiado el trabajo diario de las familias que han participado en el programa municipal en la consecución de retos y desafíos como que sus hijos puedan comer o vestirse solos; unos logros que, ha puntualizado, “creemos que vienen solos cuando, en realidad, hay que trabajarlos muchísimo”.
Por ello, ha reiterado la firme voluntad del Ayuntamiento de Piélagos y de su equipo de gobierno en acompañarles, en la medida de lo posible, en ese largo camino, aún por recorrer.
Objetivos reales y no ficticios
Por su parte, la coordinadora de "Creciendo juntos", Cristina González Sobrado, ha incidido en que la actual filosofía del programa municipal entronca directamente con la nueva visión de los profesionales, más centrada en el entorno del niño.
“Hasta ahora nos habíamos preocupado mucho en qué tiene el niño, qué le pasa y qué podemos hacer en él y poco en el qué necesita su entorno, es decir, su familia, que él consiga”, ha puntualizado.
En la misma línea, ha incidido en que, cuando el menor está incluido en su entorno, los padres consiguen objetivos reales y no ficticios, a corto plazo y el desarrollo no sólo psicomotor o cognitivo del niño es muy bueno, entrando la familia en un periodo de trabajo eficaz, con objetivos pequeños.
Se trata, por ejemplo, de conseguir cosas pequeñas, como que un niño sepa llevar un vaso de agua de un sitio a otro sin que se caiga, se moje o se rompa, ha especificado Cristina González Sobrado, quien, no obstante, ha recalcado que cada niño tiene una dificultad y cada familia algo que les gustaría que hiciera.
La coordinadora del programa municipal "Creciendo juntos" ha explicado que todos los niños, en su desarrollo normal, tienen una autonomía que se va consiguiendo poco a poco, al tiempo que ha apuntado que el entrenamiento de aquellos con alguna dependencia reconocida es mucho más lento porque igual se pueden poner una camisa, pero no atar un botón.
Asimismo, ha asegurado que son esas cosas las que a una familia le sobrecargan y las que se han intentado restar mediante rutinas, la estimulación directa, a través de sesiones de fisioterapia y logopedia y el trabajo directo e individualizado.
Los profesionales somos conscientes de que una de las demandas de las familias es que se continúen los apoyos en los periodos vacacionales porque hay niños que, debido a sus patologías y necesidades, para ellos, son muy beneficiosos.
“Nuestros niños -en alusión a los 11 que han participado en la última edición del programa "Creciendo juntos"- fueron a la piscina en verano e hicieron deporte”, ha rememorado Cristina González Sobrado, quien ha destacado la importancia no tanto la terapia en sí, como de la normalización de las actividades lo que supuso, en su opinión, un alivio y un privilegio para las familias de Piélagos.
Activo y adaptado a todas las necesidades
La coordinadora del Programa municipal "Creciendo juntos" ha destacado el hecho de que su última edición tuviera como punto de partida una pregunta que se formuló a las familias en la entrevista inicial, en la que se les invitó a que pensasen en qué cosa les gustaría que sus hijos hicieran como, por ejemplo, chutar el balón porque nunca acertaba.
“En una visión antigua lo que hubiéramos hecho sería estirar la pierna y la rodilla para que pudiese chutar, pero, en esta visión actual, nos hemos centrado en el entrenamiento del balón, sin importar que sea con la rodilla doblada o estirada o que lo haga con más o menos fuerza, porque lo que queríamos era que tocase el balón y que le lañase”, ha relatado.
Cristina González Sobrado ha señalado que ese pequeño objetivo familiar es fundamental para evitar que ese niño vaya a jugar fuera de su entorno y no pueda hacerlo por no ser capaz de dar a la pelota y, por tanto, ha concluido que esos pequeños objetivos son los que a ellos les estimulan.
La alcaldesa del municipio, Verónica Samperio, acompañada por el primer teniente de alcalde, Alfredo Rodríguez Otero; la concejala de Servicios Sociales, Rebeca Lanza, así como de otros miembros del equipo de gobierno ha participado en el acto de clausura, celebrado en el Centro Cultural Quijano.
Durante su intervención, Samperio, quien ha hecho hincapié en que para el Consistorio "Creciendo juntos" es un programa muy especial, ha recordado que se trata de un proyecto municipal, que se venía desarrollando desde el año 2009.
En este sentido, ha matizado que, aunque inicialmente, se orientó a la eliminación de barreras arquitectónicas y la sensibilización sobre el trato adecuado hacia la discapacidad, en 2016, el equipo de gobierno (PSOE-PRC) consideró que había que reorientar el programa.
De hecho, ha señalado que fue en ese momento cuando se decidió poner el centro de atención en sus nuevos destinatarios, los niños del municipio con alguna discapacidad reconocida, a los que ella se ha referido como niños con cualidades diferentes, y también sus familias.
La regidora municipal, quien se ha reconocido como una firme defensora de la inclusividad, se ha mostrado convencida de que la sociedad se enriquece con las diferencias, que cada uno puede aportar su granito de arena y de ahí que, como el nombre del programa, todos ‘Crecemos juntos’.
“Nadie puede poner barreras al sol”, ha subrayado Samperio, quien ha elogiado el trabajo diario de las familias que han participado en el programa municipal en la consecución de retos y desafíos como que sus hijos puedan comer o vestirse solos; unos logros que, ha puntualizado, “creemos que vienen solos cuando, en realidad, hay que trabajarlos muchísimo”.
Por ello, ha reiterado la firme voluntad del Ayuntamiento de Piélagos y de su equipo de gobierno en acompañarles, en la medida de lo posible, en ese largo camino, aún por recorrer.
Objetivos reales y no ficticios
Por su parte, la coordinadora de "Creciendo juntos", Cristina González Sobrado, ha incidido en que la actual filosofía del programa municipal entronca directamente con la nueva visión de los profesionales, más centrada en el entorno del niño.
“Hasta ahora nos habíamos preocupado mucho en qué tiene el niño, qué le pasa y qué podemos hacer en él y poco en el qué necesita su entorno, es decir, su familia, que él consiga”, ha puntualizado.
En la misma línea, ha incidido en que, cuando el menor está incluido en su entorno, los padres consiguen objetivos reales y no ficticios, a corto plazo y el desarrollo no sólo psicomotor o cognitivo del niño es muy bueno, entrando la familia en un periodo de trabajo eficaz, con objetivos pequeños.
Se trata, por ejemplo, de conseguir cosas pequeñas, como que un niño sepa llevar un vaso de agua de un sitio a otro sin que se caiga, se moje o se rompa, ha especificado Cristina González Sobrado, quien, no obstante, ha recalcado que cada niño tiene una dificultad y cada familia algo que les gustaría que hiciera.
La coordinadora del programa municipal "Creciendo juntos" ha explicado que todos los niños, en su desarrollo normal, tienen una autonomía que se va consiguiendo poco a poco, al tiempo que ha apuntado que el entrenamiento de aquellos con alguna dependencia reconocida es mucho más lento porque igual se pueden poner una camisa, pero no atar un botón.
Asimismo, ha asegurado que son esas cosas las que a una familia le sobrecargan y las que se han intentado restar mediante rutinas, la estimulación directa, a través de sesiones de fisioterapia y logopedia y el trabajo directo e individualizado.
Los profesionales somos conscientes de que una de las demandas de las familias es que se continúen los apoyos en los periodos vacacionales porque hay niños que, debido a sus patologías y necesidades, para ellos, son muy beneficiosos.
“Nuestros niños -en alusión a los 11 que han participado en la última edición del programa "Creciendo juntos"- fueron a la piscina en verano e hicieron deporte”, ha rememorado Cristina González Sobrado, quien ha destacado la importancia no tanto la terapia en sí, como de la normalización de las actividades lo que supuso, en su opinión, un alivio y un privilegio para las familias de Piélagos.
Activo y adaptado a todas las necesidades
La coordinadora del Programa municipal "Creciendo juntos" ha destacado el hecho de que su última edición tuviera como punto de partida una pregunta que se formuló a las familias en la entrevista inicial, en la que se les invitó a que pensasen en qué cosa les gustaría que sus hijos hicieran como, por ejemplo, chutar el balón porque nunca acertaba.
“En una visión antigua lo que hubiéramos hecho sería estirar la pierna y la rodilla para que pudiese chutar, pero, en esta visión actual, nos hemos centrado en el entrenamiento del balón, sin importar que sea con la rodilla doblada o estirada o que lo haga con más o menos fuerza, porque lo que queríamos era que tocase el balón y que le lañase”, ha relatado.
Cristina González Sobrado ha señalado que ese pequeño objetivo familiar es fundamental para evitar que ese niño vaya a jugar fuera de su entorno y no pueda hacerlo por no ser capaz de dar a la pelota y, por tanto, ha concluido que esos pequeños objetivos son los que a ellos les estimulan.
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