En plenas Navidades, nos llega la triste noticia del fallecimiento de José Izaguirre Cobo, Hijo Predilecto de Torrelavega, de forma oficial desde el 12 de noviembre de 2016, hace poco más de un año, y de facto desde que tuvo uso de razón. Vayan ante todo, en nombre propio y en el de toda la Corporación Municipal de Torrelavega, nuestras más sinceras condolencias para su familia y allegados; recuerdo con toda nitidez el cariño y devoción con que le arroparon y acompañaron en ese día de su solemne reconocimiento oficial.
Pepe Izaguirre, como muchos le conocíamos, fue nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad de Torrelavega, a propuesta inicial del grupo de opinión Quercus, con el respaldo mayoritario de la Corporación Municipal, en reconocimiento a su impulso y apoyo a todo tipo de iniciativas sociales, culturales y ciudadanas, y a su gran capacidad para recrear y rescatar del olvido páginas importantes de nuestra historia local, en una labor constante de recopilación y divulgación, que ha resultado esencial para reforzar la cohesión social de Torrelavega.
En el caso de Pepe, hay que destacar además, y sobre todos estos méritos, su talento para crear y mantener amistades a partir de su constante dedicación a las cosas de esta ciudad, su infatigable disposición al diálogo, su permanente buen humor y respeto a los demás. Ese talento natural para captar simpatías y buscar puntos de encuentro es algo distintivo de las gentes de bien, y sin duda Pepe Izaguirre ha sido ante todo reconocido por su calidad humana.
La otra gran pasión de Pepe Izaguirre fue Torrelavega, un entusiasmo que logró transmitir y contagiar a muchos convecinos, en el trato diario, y en sus frecuentes intervenciones a través de la hoy desaparecida emisora local de Radio Nacional de España en Torrelavega o el Diario Montañés entre otros, donde la palabra y la escritura de Izaguirre han proporcionado muchos buenos ratos a numerosos oyentes y lectores de toda Cantabria. Pepe ha sido además un asiduo estudioso de las fuentes documentales, en ocasiones casi un detective, que seguía con total objetividad la pista de los hechos verificados, más allá de ficciones alteradas, o desvirtuadas por el boca a boca.
Gran parte de esa labor investigadora transcurrió en nuestro Archivo y Hemeroteca Municipal, un recurso muy valioso para la historia de nuestra ciudad. Su asistencia al archivo fue infalible, “un día a la semana”, a lo largo de décadas. De allí salió ese ya clásico libro, 'Cosas de Torrelavega', una serie de artículos y charlas, que pusieron de relieve las excelentes cualidades de Pepe como divulgador, que consigue con su prosa desenfadada acercarnos la historia remota de Torrelavega sin ningún esfuerzo y sin apenas darnos cuenta. Un libro que además destila una inmensa ternura por Torrelavega y por las personas que le han venido dando vida a lo largo de los años y de los siglos. Ternura por un paisaje y un paisanaje que forma parte de nuestras vidas.
En el momento de su nombramiento tuvimos el honor y la fortuna de poder decirle personalmente que con su vida ejemplificaba esa cualidad que llamamos “hacer Torrelavega”, y que hoy en día seguimos necesitando, más que nunca, para trabajar en equipo. Así hemos superado muchas etapas adversas para esta ciudad, y siguiendo ejemplos como el de Pepe volveremos a conseguirlo.
En estos momentos de dolor por su pérdida, quiero reiterar mi pésame a toda su familia y seres cercanos, y personalmente expresar una vez más mi admiración personal, a esos méritos y cualidades personales, y a los servicios prestados a la Ciudad de Torrelavega por José Izaguirre Cobo. Descansa en paz amigo Pepe, Torrelavega y sus habitantes nunca te olvidaran.
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