El presidente de la Federación de Municipios de Cantabria (FMC), Pablo Diestro, ha mantenido una reunión con representantes del Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), encabezada por su director, Jesús García, quienes han solicitado la colaboración de la FMC durante el proceso de participación pública de la Estrategia de acción frente al Cambio Climático de Cantabria 2017-2030, con el fin de garantizar que se tengan en cuenta las opiniones de los ayuntamientos.
Se trata de un borrador elaborado por el Gobierno de Cantabria con contribuciones de todos sus Departamentos y que a partir de ahora incluirá las de los municipios, agentes sociales, empresariales y ciudadanos, para convertirlo en un instrumento que garantice en el futuro el bienestar social y económico de los ciudadanos.
Se trata de un borrador elaborado por el Gobierno de Cantabria con contribuciones de todos sus Departamentos y que a partir de ahora incluirá las de los municipios, agentes sociales, empresariales y ciudadanos, para convertirlo en un instrumento que garantice en el futuro el bienestar social y económico de los ciudadanos.
En esta primera fase se ha tratado de establecer una serie de actuaciones para mitigar los efectos de esta amenaza fijando como horizonte el año 2030.
Contiene alrededor de un centenar de medidas concretas, estructuradas por sectores, con las que se pretende motivar un cambio en el modelo de vida, cuyas líneas de actuación principales se centran en el ahorro y la eficiencia energética, las energías renovables, las emisiones no energéticas, la investigación y la planificación. Todo ello sin olvidar aquellas otras cuya finalidad es formar y sensibilizar a las personas acerca de lo que pueden hacer para responder al cambio climático tratando de compatibilizar estas medidas con el crecimiento y el desarrollo.
Contiene alrededor de un centenar de medidas concretas, estructuradas por sectores, con las que se pretende motivar un cambio en el modelo de vida, cuyas líneas de actuación principales se centran en el ahorro y la eficiencia energética, las energías renovables, las emisiones no energéticas, la investigación y la planificación. Todo ello sin olvidar aquellas otras cuya finalidad es formar y sensibilizar a las personas acerca de lo que pueden hacer para responder al cambio climático tratando de compatibilizar estas medidas con el crecimiento y el desarrollo.
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