El departamento de Enseñanza Pública de la Federación de Servicios de los Empleados Públicos (FeSP) de UGT ha propuesto hoy, en respuesta a la demanda de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA), completar la jornada lectiva reducida de junio y septiembre en educación infantil y primaria con talleres y actividades extracurriculares o extraescolares del mismo modo que se hace entre los meses de octubre y mayo.
UGT insta para ello a la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria y a los ayuntamientos a “implicarse” en la financiación de estas actividades que desarrollarían las asociaciones de padres para completar, de 12,30 a 14 horas, la jornada lectiva de los meses de junio y septiembre.
Para el sindicato, estas actividades financiadas con dinero público y desarrolladas por los padres “serían beneficiosas para todos; tanto para satisfacer las demandas de conciliación de las familias, como para no aumentar los períodos lectivos de los alumnos y, así, permitir a los docentes seguir utilizando la jornada reducida para labores de coordinación, planificación y reflexión conjunta de las tareas de la finalización del curso”.
UGT agrega que esta propuesta tampoco alteraría las rutas y horarios de los autobuses ni los de los comedores escolares y, además, se contribuiría a abrir los centros educativos a la ciudadanía.
Enseñanza Pública de UGT reivindica también que el calendario escolar se apruebe en el mes de enero “para facilitar a las familias su organización personal y laboral porque lo normal es que lo planifiquen a principios del año natural, cuando en sus empresas se fijan los calendarios laborales y vacaciones”.
UGT insta para ello a la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria y a los ayuntamientos a “implicarse” en la financiación de estas actividades que desarrollarían las asociaciones de padres para completar, de 12,30 a 14 horas, la jornada lectiva de los meses de junio y septiembre.
Para el sindicato, estas actividades financiadas con dinero público y desarrolladas por los padres “serían beneficiosas para todos; tanto para satisfacer las demandas de conciliación de las familias, como para no aumentar los períodos lectivos de los alumnos y, así, permitir a los docentes seguir utilizando la jornada reducida para labores de coordinación, planificación y reflexión conjunta de las tareas de la finalización del curso”.
UGT agrega que esta propuesta tampoco alteraría las rutas y horarios de los autobuses ni los de los comedores escolares y, además, se contribuiría a abrir los centros educativos a la ciudadanía.
Enseñanza Pública de UGT reivindica también que el calendario escolar se apruebe en el mes de enero “para facilitar a las familias su organización personal y laboral porque lo normal es que lo planifiquen a principios del año natural, cuando en sus empresas se fijan los calendarios laborales y vacaciones”.
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