El Balonmano Torrelavega se despide de la fase de ascenso a Asobal sin conocer la victoria. Los de Diego Soto volvieron a vaciarse sobre la cancha para morir a la orilla de la victoria. El Secin Group BM Alcobendas gestionó mejor los minutos finales de un partido vibrante y tremendamente igualado.
Con la moral recuperada, el Balonmano Torrelavega regresó al Pandero con un único objetivo. Despedir un año histórico con buen sabor de boca. Así las cosas, los cántabros saltaron a la cancha sin la tensión del día anterior y con mucha más fluidez en todas sus acciones. Eso sí, al igual que ante Zamora, el portero adversario fue el que marcó el inicio del choque. Manu Rodríguez parecía dispuesto a amargar el partido a los naranjas.
A pesar de que los nuestros necesitaban varios intentos para sumar goles a su casillero, el choque discurría parejo. La tensión del día anterior no acudió al Pandero y las dos escuadras transitaban por el encuentro sin que su maquinaria rindiera a la máxima potencia. Sergio Crespo igualaba a seis después de los 10 primeros minutos.
Cántabros y madrileños intercambiaban aciertos y errores, sin demostrar la solidez defensiva de otras tardes y con muchas más imprecisiones de las debidas. Esa especie de anarquía en el juego sentó bien a los naranjas que tomaron la iniciativa en el marcador gracias a una diana de Maxi Cancio. Sin embargo, no fue suficiente para despegarse en el marcador. Álvaro Velázquez ponía las tablas en el electrónico con un lanzamiento inapelable.
La alternancia en el tanteador fue constante durante un primer acto más parecido a un partido de verano que un encuentro de final de temporada. Dos intervenciones meritorias de Luis de Vega cortaron el primer intento de despegue de los madrileños. Sin embargo, el cancerbero no pudo hacer nada ante una internada de Velázquez hasta la línea de seis metros y una contra velocísima que culminó Santiago López.
Tres goles de diferencia, 12 – 9, que bastaron para que Soto decidiera detener la hemorragia. Tras nueve minutos sin anotar, fue Edu Fernández el que salió al rescate. Tocaba remar contra corriente y, esta vez, la respuesta naranja fue inmediata. El propio Fernández y Genio González comprimían de nuevo el choque. Tanto que, tras un gol de Ramiro Merino, el Alejandro Mozas solicitó un minuto de respiro. Sirvió de poco. Nico Colunga, tras un amago antológico, establecía el empate a 14 en el marcador. Cuando mejor pintaban las cosas para los cántabros, exclusión de Kramarz incluida, los madrileños fabricaron un parcial de 0 a 3 con el que se llegó al descanso.
El segundo acto tuvo el inicio soñado. Exclusión madrileña y gol de Marcos Dorado. Sin embargo, fue Secin Group Bm Alcobendas el que pegó primero. Santi López y un gol de Manu Rodríguez desde su arco encendían las alarmas naranjas. En ese instante, una parada de Luis de Vega levantó a los suyos de la lona. La intervención del portero, unida un gol de Nico Colunga, devolvía las constantes vitales a los torrelaveguenses. La ventaja madrileña se quedó en dos.
El choque entró en una fase de corre calles en la que ambos equipos marraron algunas ocasiones claras para incrementar sus marcadores. Todo hasta que “Mojo” sacó a relucir su fusil desde lejos y Vicente Benito demostró que podría competir en 60 metros lisos. Dos cabalgadas del extremo zurdo, precedidas de otras dos buenas paradas de su portero, dieron la vuelta al electrónico y motivaron el tiempo muerto de Mozas. La crisis había pasado. Es más, Antón Setién voló desde su esquina para incrementar la ventaja naranja a dos tantos. Quedaban 20 minutos y los cántabros mandaban en el marcador.
Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, Secin Group BM Alcobendas dio la vuelta al marcador. Tres goles tan rápidos como un disparo que obligaban a los nuestros a comenzar de nuevo. En esta ocasión, el rescatador fue Pepe Oliver. Dos goles consecutivos del pivote igualaban el tanteo a 25 mientras que una frivolidad de Antón Setién devolvía la iniciativa a los naranjas.
El BM Torrelavega había activado la máquina de correr. Apoyados en una defensa sólida y una buena portería es mucho más fácil jugar al balonmano. Dorado ponía el 26 – 28 y obligaba a Alcobendas a reaccionar para recuperarle la cara al choque. Dicho y hecho. Parcial de 3 – 0 y la historia del partido comenzaba de nuevo. Esta vez, con tan solo trece minutos por disputarse.
En ese nuevo escenario, los nuestros comenzaron en desventaja por una rigurosísima exclusión de Marcos Dorado y otra no menos ajustada de Maxi Cancio y una tercera a Pepe Oliver. Los cántabros estuvieron con cuatro jugadores sobre la cancha durante varios minutos y eso lo aprovechó Martí Villoría para dinamitar el choque desde el extremo.
El tiempo muerto llegó con 31 – 28 en el electrónico y una parada de Luis de Vega que mantuvo con vida a los suyos. De hecho, el marcador se mantuvo estático durante los siguientes minutos. En parte porque los dos porteros hicieron bien su trabajo. En particular, un Manu Rodríguez que sacó un lanzamiento claro de Nico Colunga y otros dos de Vicente Benito desde el extremo. El choque parecía resuelto. Más aún cuando Álvaro Velasco lanzaba a los suyos cuatro por delante con tres minutos por jugarse.
Sin embargo, el BM Torrelavega volvió a demostrar que es el equipo con más coraje de la categoría. Con un Luis de Vega en estado de gracia, los naranjas comprimieron de nuevo el electrónico. Un arranque de casta y bemoles firmado por Edu Fernández y Ramiro Merino. Quedaba 1:10 y Alcobendas solo mandaba por uno, 32 – 31.
Tras el tiempo muerto de Mozas, los naranjas recuperaron la pelota y armaron la contra. Ramiro Merino batió desde lejos para sorprender a Manu Rodríguez pero el meta le adivinó las intenciones. El rechace lo cazó Vicente Benito y provocó un golpe franco con el consiguiente tiempo muerto de Soto.
Quedaban 19 segundos y había una pelota para empatar. Un lanzamiento que intentó primero Sergio Crespo y después Edu Fernández. El primero ni siquiera llegó a producirse y el segundo, sin apenas tiempo, llegó manso a las manos del portero madrileño.
Así las cosas, el BM Torrelavega se despide de su primera fase de ascenso a Asobal sin conocer la victoria pero con un propósito muy claro: volveremos.
Ficha técnica
Secin Group BM Alcobendas. Manuel Rodríguez (1), Miguel Nuñez; Santiago López (5), Roberto Giménez (), Manu Catalina (1), Alberto López (5), Adrián Torres, Álvaro Velázquez (3), Mikel Muñoz (3), Sergio García, Javi Barba (2), Sebas Kramarz (1), Nacho Gimeno (5), Martí Villoria (4), Asier Nieto (), Antonio Ortega y Daniel Tolmos (2)
Balonmano Torrelavega: Luis de Vega, Josema Urrutia; Carlos Pérez (), Edu Fernández (6), Vicente Benito (4), Pepe Oliver, Sergio Crespo (2), Genio González (1), Maxi Cancio (1), Sergio Rodríguez (1), Ramiro Merino (2), Antón Setién (2), Marcos Dorado (5), José Carlos Hernández (4), Alan Villalobos y Niko Colunga (3).
Parciales: 4 – 3, 6 – 6, 8 – 8, 10 – 9, 13 – 10, 17 – 14 descanso. 20 – 17, 21 – 23, 25 – 27, 29 – 28, 31 – 28, 32 - 31 final. Árbitros: Luis Ignacio Colmenero Guillen (C. A. Castilla y León); Víctor Rollan Martin (C. A. Castilla y León).
Foto: Cortesía de Saúl Ceballos.
Con la moral recuperada, el Balonmano Torrelavega regresó al Pandero con un único objetivo. Despedir un año histórico con buen sabor de boca. Así las cosas, los cántabros saltaron a la cancha sin la tensión del día anterior y con mucha más fluidez en todas sus acciones. Eso sí, al igual que ante Zamora, el portero adversario fue el que marcó el inicio del choque. Manu Rodríguez parecía dispuesto a amargar el partido a los naranjas.
A pesar de que los nuestros necesitaban varios intentos para sumar goles a su casillero, el choque discurría parejo. La tensión del día anterior no acudió al Pandero y las dos escuadras transitaban por el encuentro sin que su maquinaria rindiera a la máxima potencia. Sergio Crespo igualaba a seis después de los 10 primeros minutos.
Cántabros y madrileños intercambiaban aciertos y errores, sin demostrar la solidez defensiva de otras tardes y con muchas más imprecisiones de las debidas. Esa especie de anarquía en el juego sentó bien a los naranjas que tomaron la iniciativa en el marcador gracias a una diana de Maxi Cancio. Sin embargo, no fue suficiente para despegarse en el marcador. Álvaro Velázquez ponía las tablas en el electrónico con un lanzamiento inapelable.
La alternancia en el tanteador fue constante durante un primer acto más parecido a un partido de verano que un encuentro de final de temporada. Dos intervenciones meritorias de Luis de Vega cortaron el primer intento de despegue de los madrileños. Sin embargo, el cancerbero no pudo hacer nada ante una internada de Velázquez hasta la línea de seis metros y una contra velocísima que culminó Santiago López.
Tres goles de diferencia, 12 – 9, que bastaron para que Soto decidiera detener la hemorragia. Tras nueve minutos sin anotar, fue Edu Fernández el que salió al rescate. Tocaba remar contra corriente y, esta vez, la respuesta naranja fue inmediata. El propio Fernández y Genio González comprimían de nuevo el choque. Tanto que, tras un gol de Ramiro Merino, el Alejandro Mozas solicitó un minuto de respiro. Sirvió de poco. Nico Colunga, tras un amago antológico, establecía el empate a 14 en el marcador. Cuando mejor pintaban las cosas para los cántabros, exclusión de Kramarz incluida, los madrileños fabricaron un parcial de 0 a 3 con el que se llegó al descanso.
El segundo acto tuvo el inicio soñado. Exclusión madrileña y gol de Marcos Dorado. Sin embargo, fue Secin Group Bm Alcobendas el que pegó primero. Santi López y un gol de Manu Rodríguez desde su arco encendían las alarmas naranjas. En ese instante, una parada de Luis de Vega levantó a los suyos de la lona. La intervención del portero, unida un gol de Nico Colunga, devolvía las constantes vitales a los torrelaveguenses. La ventaja madrileña se quedó en dos.
El choque entró en una fase de corre calles en la que ambos equipos marraron algunas ocasiones claras para incrementar sus marcadores. Todo hasta que “Mojo” sacó a relucir su fusil desde lejos y Vicente Benito demostró que podría competir en 60 metros lisos. Dos cabalgadas del extremo zurdo, precedidas de otras dos buenas paradas de su portero, dieron la vuelta al electrónico y motivaron el tiempo muerto de Mozas. La crisis había pasado. Es más, Antón Setién voló desde su esquina para incrementar la ventaja naranja a dos tantos. Quedaban 20 minutos y los cántabros mandaban en el marcador.
Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, Secin Group BM Alcobendas dio la vuelta al marcador. Tres goles tan rápidos como un disparo que obligaban a los nuestros a comenzar de nuevo. En esta ocasión, el rescatador fue Pepe Oliver. Dos goles consecutivos del pivote igualaban el tanteo a 25 mientras que una frivolidad de Antón Setién devolvía la iniciativa a los naranjas.
El BM Torrelavega había activado la máquina de correr. Apoyados en una defensa sólida y una buena portería es mucho más fácil jugar al balonmano. Dorado ponía el 26 – 28 y obligaba a Alcobendas a reaccionar para recuperarle la cara al choque. Dicho y hecho. Parcial de 3 – 0 y la historia del partido comenzaba de nuevo. Esta vez, con tan solo trece minutos por disputarse.
En ese nuevo escenario, los nuestros comenzaron en desventaja por una rigurosísima exclusión de Marcos Dorado y otra no menos ajustada de Maxi Cancio y una tercera a Pepe Oliver. Los cántabros estuvieron con cuatro jugadores sobre la cancha durante varios minutos y eso lo aprovechó Martí Villoría para dinamitar el choque desde el extremo.
El tiempo muerto llegó con 31 – 28 en el electrónico y una parada de Luis de Vega que mantuvo con vida a los suyos. De hecho, el marcador se mantuvo estático durante los siguientes minutos. En parte porque los dos porteros hicieron bien su trabajo. En particular, un Manu Rodríguez que sacó un lanzamiento claro de Nico Colunga y otros dos de Vicente Benito desde el extremo. El choque parecía resuelto. Más aún cuando Álvaro Velasco lanzaba a los suyos cuatro por delante con tres minutos por jugarse.
Sin embargo, el BM Torrelavega volvió a demostrar que es el equipo con más coraje de la categoría. Con un Luis de Vega en estado de gracia, los naranjas comprimieron de nuevo el electrónico. Un arranque de casta y bemoles firmado por Edu Fernández y Ramiro Merino. Quedaba 1:10 y Alcobendas solo mandaba por uno, 32 – 31.
Tras el tiempo muerto de Mozas, los naranjas recuperaron la pelota y armaron la contra. Ramiro Merino batió desde lejos para sorprender a Manu Rodríguez pero el meta le adivinó las intenciones. El rechace lo cazó Vicente Benito y provocó un golpe franco con el consiguiente tiempo muerto de Soto.
Quedaban 19 segundos y había una pelota para empatar. Un lanzamiento que intentó primero Sergio Crespo y después Edu Fernández. El primero ni siquiera llegó a producirse y el segundo, sin apenas tiempo, llegó manso a las manos del portero madrileño.
Así las cosas, el BM Torrelavega se despide de su primera fase de ascenso a Asobal sin conocer la victoria pero con un propósito muy claro: volveremos.
Ficha técnica
Secin Group BM Alcobendas. Manuel Rodríguez (1), Miguel Nuñez; Santiago López (5), Roberto Giménez (), Manu Catalina (1), Alberto López (5), Adrián Torres, Álvaro Velázquez (3), Mikel Muñoz (3), Sergio García, Javi Barba (2), Sebas Kramarz (1), Nacho Gimeno (5), Martí Villoria (4), Asier Nieto (), Antonio Ortega y Daniel Tolmos (2)
Balonmano Torrelavega: Luis de Vega, Josema Urrutia; Carlos Pérez (), Edu Fernández (6), Vicente Benito (4), Pepe Oliver, Sergio Crespo (2), Genio González (1), Maxi Cancio (1), Sergio Rodríguez (1), Ramiro Merino (2), Antón Setién (2), Marcos Dorado (5), José Carlos Hernández (4), Alan Villalobos y Niko Colunga (3).
Parciales: 4 – 3, 6 – 6, 8 – 8, 10 – 9, 13 – 10, 17 – 14 descanso. 20 – 17, 21 – 23, 25 – 27, 29 – 28, 31 – 28, 32 - 31 final. Árbitros: Luis Ignacio Colmenero Guillen (C. A. Castilla y León); Víctor Rollan Martin (C. A. Castilla y León).
Foto: Cortesía de Saúl Ceballos.
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