El B.M. Torrelavega hizo bueno del dicho del “Cholo Simeone” de “nunca dejes de creer” y se sobrepuso a la derrota en la jornada inaugural con un triunfo trabajadísimo ante el anfritión, Valle de Trápaga, por 22-23 en un encuentro durísimo, un triunfo que permite a los naranjas llegar con opciones de ascenso a la última jornada, que se ha celebrado hoy domingo y en la que los de Torrelavega se han medido al “coco” de la fase, el filial del B.M Granollers, que ayer también ganaba y que es el gran favorito para lograr el ascenso. Eso sí, los cántabros dependen de sí mismos e incluso se podría dar un triple empate, ya que Elda se mide a un Valle de Trápaga sin opciones.
El triunfo de los cántabros, paradójicamente se ha basado en el magnífico trabajo defensivo de todo el equipo, mostrando una intensidad constante que maniató todas las maniobras del conjunto vizcaíno. Los primeros compases fueron de enorme igualdad, quizá con las precauciones propias de la necesidad de ganar, lo que provocó un constante atasco en ambos ataques, de hecho en el minuto 20, el marcador reflejaba un escaso 6-6. A partir de ese momento se agigantó la figura de un Javi Castillo, que paraba, junto con Luis de Vega todo lo que se acercaba a la meta naranja, mientras en ataque era Vicente Benito el que con su electricidad ofensiva daba las primeras ventajas serias a los cántabros , ventajas que se veían contrarrestadas por polémicas decisiones arbitrales que “birlaron hasta tres tantos a los torrelaveguenses.
Pese a todo ello, un tiempo muerto solicitado por Diego Soto provocó otro estirón de los naranjas en el tramo final de la primera mitad para llegar al descanso con la máxima ventaja del partido 8-11.
La segunda mitad empezó mal para los torrelaveguenses, varios despistes, seguidos de numerosas pérdidas de balón provocaron un parcial para los vizcaínos de 6-1 para empatar el partdo (14-14). En ese momento volvió a emerger de nuevo la figura de Javi Castillo, un autenticó baluarte en defensa que contagió a todo el equipo con su carácter para volver a coger el tono de la primera mitad. Un par de buenas acciones en defensa provocaron sendos tantos de los cántabros que volvieron a coger la iniciativa en el marcador (19-22), algo que alteró a Valle de Trápaga, que buscando acciones rápidas le puso en bandeja el partido a los torrelaveguenses que alcanzaban de nuevo su máxima diferencia (20-23) a falta de dos minutos.
Fue en ese momento cuando el técnico vasco T.M. Jaito pidió un tiempo muerto que reavivó a los suyos, que de nuevo con la inestimable ayuda arbitral lograron estrechar el marcador hasta el 22-23 final.
Una victoria, la del B.M. Torrelavega que deja todo pendiente del choque de mañana a las 10,30 horas frente a un Granollers que ha ganados sus dos partidos, por lo que el choque es una auténtica final en la que el que salga vencedor estará en año que viene en División de Honor B.
El triunfo de los cántabros, paradójicamente se ha basado en el magnífico trabajo defensivo de todo el equipo, mostrando una intensidad constante que maniató todas las maniobras del conjunto vizcaíno. Los primeros compases fueron de enorme igualdad, quizá con las precauciones propias de la necesidad de ganar, lo que provocó un constante atasco en ambos ataques, de hecho en el minuto 20, el marcador reflejaba un escaso 6-6. A partir de ese momento se agigantó la figura de un Javi Castillo, que paraba, junto con Luis de Vega todo lo que se acercaba a la meta naranja, mientras en ataque era Vicente Benito el que con su electricidad ofensiva daba las primeras ventajas serias a los cántabros , ventajas que se veían contrarrestadas por polémicas decisiones arbitrales que “birlaron hasta tres tantos a los torrelaveguenses.
Pese a todo ello, un tiempo muerto solicitado por Diego Soto provocó otro estirón de los naranjas en el tramo final de la primera mitad para llegar al descanso con la máxima ventaja del partido 8-11.
La segunda mitad empezó mal para los torrelaveguenses, varios despistes, seguidos de numerosas pérdidas de balón provocaron un parcial para los vizcaínos de 6-1 para empatar el partdo (14-14). En ese momento volvió a emerger de nuevo la figura de Javi Castillo, un autenticó baluarte en defensa que contagió a todo el equipo con su carácter para volver a coger el tono de la primera mitad. Un par de buenas acciones en defensa provocaron sendos tantos de los cántabros que volvieron a coger la iniciativa en el marcador (19-22), algo que alteró a Valle de Trápaga, que buscando acciones rápidas le puso en bandeja el partido a los torrelaveguenses que alcanzaban de nuevo su máxima diferencia (20-23) a falta de dos minutos.
Fue en ese momento cuando el técnico vasco T.M. Jaito pidió un tiempo muerto que reavivó a los suyos, que de nuevo con la inestimable ayuda arbitral lograron estrechar el marcador hasta el 22-23 final.
Una victoria, la del B.M. Torrelavega que deja todo pendiente del choque de mañana a las 10,30 horas frente a un Granollers que ha ganados sus dos partidos, por lo que el choque es una auténtica final en la que el que salga vencedor estará en año que viene en División de Honor B.
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