Mi suegra Tina (a quien El Señor habrá concedido Santo Paraiso) decía siempre que "no es más limpia la que más limpia, sino la que menos ensucia.
Viene esto a cuento de diversas noticias relacionadas con la limpieza de Torrelavega. Llama la atención que, al terminar la contratación de los refuerzos contratados con subvenciones del Gobierno Regional, se nos presenta una situación catastrófica. ¿Es que la plantilla habitual del servicio de limpieza no es suficiente para mantener la ciudad en orden de revista? Si tenemos en cuenta que la plantilla de bomberos, o de la Policia Municipal parecen estar también bajo mínimos, la conclusión que saco es que la única plantilla excelentemente dotada es la de políticos. Justamente la menos necesaria. Habrá que ponerlos a trabajar ya que son incapaces de administrar adecuadamente el presupuesto que entregamos. A ello se une el estado del pavimiento de muchas calles y aceras, la iluminación "ecológica" que deja la ciudad llena de zonas de sombra, el deterioro del mobiliario urbano, la proliferación de chirimbolos y de cables que cruzan las calles o caen por las fachadas.
Otra noticia ha sido la limpieza de un solar en la confluencia de las calles Argumosa con Alonso Astulez. ¿Nadie en el Ayuntamiento se había dado cuenta del estado de este solar? Cuesta creerlo, cuando algunos ediles pasan por allí todos los días camino de la sede de su partido. O por citar otro céntrico, el que está justo enfrente de la entrada del TMCE y de la Sala Mauro Muriedas. Años con un cierre indigno de un espacio centrico de una ciudad del siglo XXI. Nadie lo ve?.
También es verdad que si la ciudad no presenta de ordinario un aspecto impecable, es por la propia desidia de los torlaveguenses. Nosotros somos los que tiramos papeles, pipas, cigarrillos y chicles, los que sacamos los cartones del comercio y los dejamos en el suelo a cualquier hora del día, los que dejamos la basura fuera del contenedor, los que no recogemos las cositas de nuestros perros. Pero dicho esto, el Ayuntamiento tiene una responsabilidad "in vigilando": poner los medios, informar, educar y si no resulta, castigar.
Serafín Fernández Villazón.
Viene esto a cuento de diversas noticias relacionadas con la limpieza de Torrelavega. Llama la atención que, al terminar la contratación de los refuerzos contratados con subvenciones del Gobierno Regional, se nos presenta una situación catastrófica. ¿Es que la plantilla habitual del servicio de limpieza no es suficiente para mantener la ciudad en orden de revista? Si tenemos en cuenta que la plantilla de bomberos, o de la Policia Municipal parecen estar también bajo mínimos, la conclusión que saco es que la única plantilla excelentemente dotada es la de políticos. Justamente la menos necesaria. Habrá que ponerlos a trabajar ya que son incapaces de administrar adecuadamente el presupuesto que entregamos. A ello se une el estado del pavimiento de muchas calles y aceras, la iluminación "ecológica" que deja la ciudad llena de zonas de sombra, el deterioro del mobiliario urbano, la proliferación de chirimbolos y de cables que cruzan las calles o caen por las fachadas.
Otra noticia ha sido la limpieza de un solar en la confluencia de las calles Argumosa con Alonso Astulez. ¿Nadie en el Ayuntamiento se había dado cuenta del estado de este solar? Cuesta creerlo, cuando algunos ediles pasan por allí todos los días camino de la sede de su partido. O por citar otro céntrico, el que está justo enfrente de la entrada del TMCE y de la Sala Mauro Muriedas. Años con un cierre indigno de un espacio centrico de una ciudad del siglo XXI. Nadie lo ve?.
También es verdad que si la ciudad no presenta de ordinario un aspecto impecable, es por la propia desidia de los torlaveguenses. Nosotros somos los que tiramos papeles, pipas, cigarrillos y chicles, los que sacamos los cartones del comercio y los dejamos en el suelo a cualquier hora del día, los que dejamos la basura fuera del contenedor, los que no recogemos las cositas de nuestros perros. Pero dicho esto, el Ayuntamiento tiene una responsabilidad "in vigilando": poner los medios, informar, educar y si no resulta, castigar.
Serafín Fernández Villazón.
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