La sede de la Cámara de Comercio e Industria de Torrelavega (calle Ruiz Tagle, 6) acogió el pasado viernes la presentación del noveno tomo de
Torre la Vega, Crónica ilustrada de una Ciudad, obra de la que es autor
el doctor en Periodismo y Académico C. de la Real Academia de la
Historia, José Ramón Saiz.
En este acto intervino el jurista y
escritor, Pedro Crespo de Lara y también el primer teniente de alcalde, Pedro García Carmona.
De esta obra el autor destacó, entre
acontecimientos importantes, el Centenario de la Ciudad que se celebró
en 1995, el encierro de Sniace o la historia de la calle Mártires en la
que en diferentes épocas del último siglo y medio vivieron el Marqués de
Torrelavega, el Conde de Torreanaz y el Marqués de Pidal.
Sobre el encierro de Sniace en las primeras semanas de 1993 se destaca
aquel tiempo de manifestaciones en defensa del empleo que sacaron a las
calles a miles de torrelaveguenses, respuesta que se repitió con motivo
de la huelga general de 27 de enero de 1994 que paralizó la ciudad en
protesta por la reforma laboral aprobada por el Gobierno Central.
En el recorrido por las calles, en esta ocasión el autor eligió
Mártires, tan antigua como la propia historia de la Villa. Una calle que
conserva la Casa de los Escudos –la más antigua de la ciudad– además de
mantener el espíritu de un pasado aristocrático como recuerda el
palacete del Conde de Torreanaz, hoy convertido en Biblioteca Pública
Gabino Teira.
En Mártires vivieron, en diferentes etapas, Francisco de
Ceballos, primer Marqués de Torrelavega, en cuya mansión pernoctó
Alfonso XII; Ramón Fernández-Hontoria, Conde de Torreanaz y Alfonso
Pidal y Chico de Guzmán, Marqués de Pidal. Pero también vivieron otros
protagonistas de la ciudad que con sus quehaceres y profesiones dieron
vida y fuerza al viejo solar de los Garcilaso. Una calle, además, en la
que tuvo su sede Acción Católica gracias a la perseverancia del párroco
Teodosio Herrera con instalaciones para la juventud como el Ideal
Cinema, que representaron una apuesta significativa en los años
cincuenta, como ocurrió medio siglo después con la conversión del cine
Concha Espina en Teatro municipal.
Otro capítulo importante de este tomo al que se refirió Sáiz en la presentación fue la actividad
bancaria en constante crecimiento hasta los años noventa, en vísperas de
las grandes alianzas financieras que llevaron al Santander a absorber
al Hispano, Central y Banesto, después de que en 1942 hiciera lo mismo
con el Banco Torrelavega. Es significativa la imagen que a toda página
se publica en este capítulo referida al edificio de la oficina central
del Santander con el rótulo de Banco Torrelavega, que fue de su
propiedad desde la inauguración en 1938.
De las biografías con proyección nacional el autorb dfestacó la del actor Julio
Núñez Merino, figura de primer nivel en los espacios dramáticos de
Televisión Española –¡quién no recuerda aquellos programas de Estudio
1!–, además de cine y doblaje de la voz de grandes actores mundiales.
Julio Núñez, sin duda, ha sido el torrelaveguense de mayor éxito en la
escena.
Por otra parte, en estos años noventa los piscis homenajearon en
la ciudad a dos actores de gran relieve nacional: Alfredo Landa y
Antonio Ferrandis, después de entregar el piscis de oro en La Zarzuela
al jefe de la Casa del Rey, Sabino Fernández Campo.
También en este volumen se reflejan biografías importantes de la
ciudad. Cumplido en 2014 medio siglo de la inauguración de la iglesia de
la Virgen Grande, recuperan la capacidad artística de Higinio Sainz
Abascal, que fuera profesor de dibujo del Marqués de Santillana y que
como artista de la piedra realizó muchas de las esculturas del nuevo
templo erigido en honor de la Patrona de la ciudad. Otro artista que
traemos a nuestras páginas es Luciano García Herreros, Chanete,
considerado introductor de la serigrafía.
En este tomo se publican, además, imágenes de todos los Jefes de Estado
que visitaron Torrelavega en sus cien años de Ciudad (Alfonso XIII,
Niceto Alcalá Zamora, Francisco Franco y el Rey Juan Carlos), así como
dos fotos con historia.
La
primera, del desaparecido doctor Juan Manuel Sellers, corresponde a las
alumnas y alumnos del Colegio Crisol en el curso 1916. El recordado
doctor Sellers Arana identificó, prácticamente, a la totalidad de las
personas que aparecen en este documento gráfico a punto de cumplir cien
años de antigüedad.
La otra imagen sobre un curso de internas de los Sagrados Corazones,
fue facilitada por Asunción Mazón Muñoz, una de las primeras
universitarias de Torrelavega que obtuvo la licenciatura de Derecho en
la Universidad Central de Madrid.
La colección finalizará con un décimo tomo y que se presentará a finales de este año. Un capitulo de este futuro libro será dedicado a Paz Herrera Jubete, ganadora del concurso "Pasapalabra".
Por su parte, Pedro Crespo de Lara, dijo que el autor José Ramón Sáiz es un trabajador incansable, un peso pesado de trabajo intelectual. Lleva 40 años trabajando, estudiando, diez o doce horas diarias.
Del libro dijo que era ameno, muy bien escrito, con claridad y sencillez y muy rico en fotografías lo que te anima a leerlo pues estimulan su lectura y la enriquecen. "Nos muestra además una manera de hacer historia que es muy humana donde los verdaderos protagonistas son el pueblo", señaló.
Se declaró su admirador por su trabajo que dejó el periodismo (una carrera muy prometedora) por, primero, participar en política, construir Cantabria y más tarde a escribir libros. El libro ya está a la venta al precio de 30 euros.
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