El BM Torrelavega tiene por delante dos partidos
cruciales. Dos choques, separados por la Semana Santa, que están llamados a decidir el signo de la temporada. Derrotar
al BM Barakaldo en casa y al BM La Roca en tierras catalanas sería un impulso
definitivo hacia el objetivo de la permanencia.
El
primero de esos enfrentamientos se disputará mañana, en el Vicente Trueba y la
principal preocupación de los naranjas está en su propio vestuario. Los
torrelaveguenses tendrán cinco bajas seguras para recibir a los vizcaínos.
Gustavo Gil y Javi Peña padecen lesiones de larga duración. Oscar Arroyo pasará
a formar parte del filial por razones personales y Alberto Pérez sufre una
dolencia en la espalda que le impide vestirse de corto. Ante este panorama, el
club trabaja a marchas forzadas para tratar de acelerar el regreso de Joaquín Marcos.
El lateral santanderino está en la fase final de la recuperación de una
pubalgia pero todavía no está listo para regresar a las canchas.
Ante
esta situación, Diego Soto se verá obligado a tirar de algún jugador del filial
para completar el equipo. Abraham Fontaneda, cuya actuación en defensa fue
determinante para vencer al ARS Palma del Río, y Pablo Pastor, que ya jugó la
semana pasada en Nava, acompañarán a los miembros de la primera plantilla.
En
frente estará un BM Barakaldo que se agarra con uñas y dientes a la categoría.
Los pupilos de “Jaito” vienen de imponerse a Maristas Algemesí en Lasesarre.
Ahora, están únicamente a dos puntos del BM Torrelavega. Una victoria en el
Trueba podría sacarles de los puestos de descenso por lo que vendrán a
Cantabria a competir al máximo.
Matías
Muñiz y Joseba Jokin Ordoki, del colegio de árbitros navarro, serán los
responsables de dirigir un partido que comienza a las 18:30 horas y en el que
se ponen en juego mucho más que dos puntos.
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