Pasadas las 18.30 horas, los cohetes anunciaron la llegada al puerto de Suances de los barcos que transportaban a Los Reyes Magos. Así, bajo la atenta mirada de los centenares de personas que esperaban su llegada, y especialmente la de los más pequeños (con una mezcla de ilusión y nerviosismo) Melchor, Gaspar y Baltasar desembarcaron y fueron recibidos por la Corporación municipal, con el alcalde, Andrés Ruiz Moya, a la cabeza.
Desde allí, sus Majestades, acompañados por la comitiva real, recorrieron la Avenida de la Marina Española hasta llegar a la calle Enrique Oti, para después trasladarse a la parte alta del pueblo. Así, el recorrido siguió por la carretera principal, desde el pabellón hasta la plaza del Ayuntamiento. Por el camino, se representaron las tres tradicionales escenas: el anuncio del Ángel a los pastores, la llegada de María y José a la ciudad de Jerusalén para pedir posada, y el encuentro de Los Reyes con Herodes en el castillo. A las puertas de la ciudad, las autoridades recibieron a Sus Majestades y les hicieron entrega de las llaves de la villa, para que así esta noche puedan entrar en todas las casas de Suances a dejar sus regalos.
Desde ahí, Reyes y Corporación se dirigieron al portal del Belén para adorar al niño y acto seguido se acercaron al Consistorio.
Desde allí, sus Majestades, acompañados por la comitiva real, recorrieron la Avenida de la Marina Española hasta llegar a la calle Enrique Oti, para después trasladarse a la parte alta del pueblo. Así, el recorrido siguió por la carretera principal, desde el pabellón hasta la plaza del Ayuntamiento. Por el camino, se representaron las tres tradicionales escenas: el anuncio del Ángel a los pastores, la llegada de María y José a la ciudad de Jerusalén para pedir posada, y el encuentro de Los Reyes con Herodes en el castillo. A las puertas de la ciudad, las autoridades recibieron a Sus Majestades y les hicieron entrega de las llaves de la villa, para que así esta noche puedan entrar en todas las casas de Suances a dejar sus regalos.
Desde ahí, Reyes y Corporación se dirigieron al portal del Belén para adorar al niño y acto seguido se acercaron al Consistorio.
Una vez en el Ayuntamiento, el Alcalde dio la bienvenida, en nombre de todos los vecinos, a Sus Majestades, quienes dirigieron unas palabras a los asistentes.
Pero Melchor, Gaspar y Baltasar no quisieron irse sin antes atender a todos los niños (y no tan niños) que desearon acercarse a saludarles y, tal vez, a hacerles llegar alguna petición especial de última hora.
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