El grupo político Asamblea Ciudadana por Torrelavega (ACPT) ha denunciado hoy nuevos recortes en el horario de la estación de autobuses de la ciudad y ha asegurado que la compañía Alsa, mayoritaria en los servicios que se gestionan desde la estación, no ofreció el de atención al viajero durante el pasado fin de semana.
Para ACPT, esta medida no es nueva ni aislada, sino que se enmarca en una tendencia de recorte de sus servicios en Torrelavega, deriva que llevan años denunciando públicamente sin que las distintas administraciones hayan resuelto el problema.
ACPT recuerda que hace tan sólo tres años el horario de atención era diario, en horario de mañana y tarde, por un total de casi 70 horas semanales. Desde el 15 de Octubre, día de entrada en vigor del nuevo horario, el servicio pasa a prestarse tan sólo 18,75 horas semanales, menos de un tercio que hace tan sólo 3 años.
Para ACPT, esto no supone sólo un empeoramiento del servicio, sino una pérdida progresiva de puestos de trabajo y una precarización de los existentes, pues los empleados tienen que hacer el trabajo en menos tiempo y los vigilantes de seguridad (a los que también se les recortó el horario) se ven continuamente consultados por los viajeros, función que no les corresponde asumir.
Para ACPT, el recorte en el horario, disuade de que la gente acuda a consultar ó a exponer sus quejas y reclamaciones ya que es muy probable que acudan a la hora que acudan esta se encuentre cerrada y afecta en especial a las personas más vulnerables, personas con discapacidad, personas mayores, migrantes y a los visitantes.
ACPT vuelve a reclamar tanto a la Concejalía de Movilidad como a la Dirección General de Transportes que salgan de la parálisis en la que se han instalado y actúen con urgencia para revertir esta situación.
Es claro que de no producirse una actuación clara y contundente que obligue a ALSA a restablecer el horario anterior, nos encontremos en la antesala al cierre de la atención al viajero de la estación y a la pérdida de un puesto de trabajo más.
Para ACPT, esto no supone sólo un empeoramiento del servicio, sino una pérdida progresiva de puestos de trabajo y una precarización de los existentes, pues los empleados tienen que hacer el trabajo en menos tiempo y los vigilantes de seguridad (a los que también se les recortó el horario) se ven continuamente consultados por los viajeros, función que no les corresponde asumir.
Para ACPT, el recorte en el horario, disuade de que la gente acuda a consultar ó a exponer sus quejas y reclamaciones ya que es muy probable que acudan a la hora que acudan esta se encuentre cerrada y afecta en especial a las personas más vulnerables, personas con discapacidad, personas mayores, migrantes y a los visitantes.
ACPT vuelve a reclamar tanto a la Concejalía de Movilidad como a la Dirección General de Transportes que salgan de la parálisis en la que se han instalado y actúen con urgencia para revertir esta situación.
Es claro que de no producirse una actuación clara y contundente que obligue a ALSA a restablecer el horario anterior, nos encontremos en la antesala al cierre de la atención al viajero de la estación y a la pérdida de un puesto de trabajo más.
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