El Ayuntamiento de Santillana del Mar ha recibido la visita oficial de monseñor, Vicente Jíménez Zamora, quien ha sido recibido por el alcalde, Isidoro Rábago León acompañado por miembros de la corporación así como por el abad de la Colegiata de Santa Juliana, Luís López Ormazábal, en una recepción que en una recepción que “pasará a la historia por ser la primera vez que se produce la visita a la casa consistorial del Obispo de Santander” tal y como ha puntualizado el regidor.
Durante el acto, que ha tenido lugar en el salón de la alcaldía, el Obispo firmó en el libro de honor del Ayuntamiento, y recibió como obsequios institucionales un libro con la historia del municipio acompañado de una maqueta con la réplica del casco histórico de la villa. El encuentro en Santillana del Mar se completó con la visita al noble edificio de la Torre de Don Borja (TDB).
El Obispo de Santander comenzó el pasado domingo en la Colegiata de Santillana del Mar la apertura de su Visita Pastoral, que se extenderá hasta junio por todo el arciprestazgo de Santa Juliana que agrupa a 16 sacerdotes y fieles de las 28 parroquias que aglutina esta porción de la Diócesis, de 713 kilómetros cuadrados, y con una población de más de 36.000 personas.
Monseñor ha destacado la importancia de la Colegiata de Santa Juliana que tiene su origen en la expansión del antiguo monasterio del mismo nombre, a mediados del siglo XII, y que fue construido por un grupo de monjes para contribuir a la repoblación de la zona y crear una pequeña ermita en la que exponer las reliquias de la mártir Juliana, que traían consigo. Por aquel entonces la aldea tomó el nombre del monasterio: “Sancta luliana”, que declinó en la actual Santillana.
Colegiata de Santa Juliana
Hoy en día no se conservan restos del monasterio primitivo. Se supone que era una sencilla construcción de piedra con ábside rectangular y cubierta de madera, a semejanza de otras edificaciones visigóticas o mozárabes. De la estructura actual destaca la iglesia, de estilo románico influenciada por las corrientes del sur, a partir del paso del Camino de Santiago por las provincias de Burgos y Palencia. Su fachada principal se encuentra orientada al sur y precedida de un amplio atrio, cuenta con un arco de medio punto rodeado de arquivoltas con un friso que representa al Pantocrator y una hornacina con la imagen de Santa Juliana en el friso. Sus capiteles reflejan una gran variedad de motivos florales y figurados, ambos representativos de la iconografía románica. Cabe destacar su retablo mayor, realizado entre finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI y que mezcla elementos del gótico flamígero y del plateresco.
El Claustro, uno de los lugares más visitados en Santillana del Mar, se encuentra situado en la fachada norte del conjunto y sus capiteles muestran los principales elementos decorativos utilizados en la época, florales, geométricos y figurados. Predominan los arcos sobre dobles columnas, aunque también se encuentran pilares de cuatro columnas, que hacen las funciones de separadores de temas. Entre los temas representados se encuentran escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
Durante el acto, que ha tenido lugar en el salón de la alcaldía, el Obispo firmó en el libro de honor del Ayuntamiento, y recibió como obsequios institucionales un libro con la historia del municipio acompañado de una maqueta con la réplica del casco histórico de la villa. El encuentro en Santillana del Mar se completó con la visita al noble edificio de la Torre de Don Borja (TDB).
El Obispo de Santander comenzó el pasado domingo en la Colegiata de Santillana del Mar la apertura de su Visita Pastoral, que se extenderá hasta junio por todo el arciprestazgo de Santa Juliana que agrupa a 16 sacerdotes y fieles de las 28 parroquias que aglutina esta porción de la Diócesis, de 713 kilómetros cuadrados, y con una población de más de 36.000 personas.
Monseñor ha destacado la importancia de la Colegiata de Santa Juliana que tiene su origen en la expansión del antiguo monasterio del mismo nombre, a mediados del siglo XII, y que fue construido por un grupo de monjes para contribuir a la repoblación de la zona y crear una pequeña ermita en la que exponer las reliquias de la mártir Juliana, que traían consigo. Por aquel entonces la aldea tomó el nombre del monasterio: “Sancta luliana”, que declinó en la actual Santillana.
Colegiata de Santa Juliana
Hoy en día no se conservan restos del monasterio primitivo. Se supone que era una sencilla construcción de piedra con ábside rectangular y cubierta de madera, a semejanza de otras edificaciones visigóticas o mozárabes. De la estructura actual destaca la iglesia, de estilo románico influenciada por las corrientes del sur, a partir del paso del Camino de Santiago por las provincias de Burgos y Palencia. Su fachada principal se encuentra orientada al sur y precedida de un amplio atrio, cuenta con un arco de medio punto rodeado de arquivoltas con un friso que representa al Pantocrator y una hornacina con la imagen de Santa Juliana en el friso. Sus capiteles reflejan una gran variedad de motivos florales y figurados, ambos representativos de la iconografía románica. Cabe destacar su retablo mayor, realizado entre finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI y que mezcla elementos del gótico flamígero y del plateresco.
El Claustro, uno de los lugares más visitados en Santillana del Mar, se encuentra situado en la fachada norte del conjunto y sus capiteles muestran los principales elementos decorativos utilizados en la época, florales, geométricos y figurados. Predominan los arcos sobre dobles columnas, aunque también se encuentran pilares de cuatro columnas, que hacen las funciones de separadores de temas. Entre los temas representados se encuentran escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.
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