La planta de Bridgestone en Puente San Miguel ha planteado a sus trabajadores, ante una producción menor de la prevista, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión de 43 días para toda la plantilla que podría quedar reducido a una flexibilidad negativa de 10 días si una veintena de obreros aceptan el traslado durante un año a la sede de Burgos.
Asi lo señalan en la web fuentes del comité de empresa, que han explicado que ambas opciones fueron presentadas por la empresa a los representantes de los trabajadores el pasado jueves.
El comité cree que el ERE podría evitarse pues cree que habrá voluntarios suficientes para trasladarse a Burgos durante ese año, pues en un traslado anterior, que tuvo lugar en enero y que afectaba a 10 trabajadores se presentaron más de veinte voluntarios.
Precisamente ahora se ha abierto un periodo de tiempo para que los trabajadores que lo deseen se apunten como voluntarios para este traslado. Si finalmente lo hay, está previsto que se incorporen a la sede de Burgos el 2 de febrero.
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