La protesta convocada por la Plataforma de Afectados por E.ON en la que también participó Cantabria No se Vende (CSNV) ha responsabilizado a la compañía eléctrica de los altercados que se produjeron en la carrera nocturna y ha dicho que es a E.ON a quien se le debería caer la cara de vergüenza por utilizar la responsabilidad social corporativa para tapar su comportamiento en absoluto ético.
CNSV lamenta profundamente los altercados que se produjeron y señala que ocurrieron porque la masa de corredores y corredoras no se detuvo ante los manifestantes, estrellándose contra los mismos.
CNSV entiende que “si los corredores hubieran sabido que se enfrentaban a gente que ha tenido que ver a sus vecinos y vecinas morir de cáncer por culpa del transformador”, hubieran parado. “Es muy difícil difundir información que afecte a gigantes corporativos como E.ON, que son los verdaderos violentos, amenazando la salud y las condiciones de vida de personas indefensas”.
CNSV ha explicado que E.ON colocó hace ya casi siete años un transformador en Lasaga Larreta 33, en una comunidad de vecinos, para dejar libre un solar y que se pudiera construir, y lo hizo sin autorización, pero el ayuntamiento (primero PSOE y ahora PP) no ha hecho absolutamente nada. Dicen a los vecinos que no necesitan licencia pero nunca se los han dado por escrito. Desde entonces, hay una elevada tasa de muertes por cáncer en la comunidad, y la gente tiene problemas de tiroides, además de insomnio y malestar, ya que se notan las vibraciones y el ruido, en especial por la noche cuando la superficie de contacto es mayor al ir a la cama. En los edificios nuevos, los transformadores están fuera de las comunidades, pero en Lasaga Larreta 33 tienen que seguir soportando, con el silencio cómplice del ayuntamiento que no les defiende, la violencia descarada e impune de E.ON.
CSNV informa que la Plataforma de afectados por E.ON la forman los afectados y afectadas de Lasaga Larreta 33 unidos a otra gente afectada por las facturas abusivas y los cortes cuando han reclamado. A toda esta gente le ha dolido profundamente que E.ON organice una carrera “solidaria” cuando mantiene una actitud inhumana con ellos. Una actitud normalmente silenciada en los medios porque la publicidad de E.ON condiciona lo que se puede publicar o no, dificultando enormemente el trabajo periodístico. Otra muestra de su carácter violento, por cierto, aunque sea otro tipo de violencia.
CNSV destaca la actitud cómplice del ayuntamiento, “bailándole el agua a E.ON” mientras abandona las problemáticas de sus vecinos y vecinas, que debieran ser su prioridad. “Es vergonzoso ver cómo el Ayuntamiento hacía de valla publicitaria de E.ON” –se proyectaba publicidad en la fachada del mismo-, “mientras los vecinos y vecinas siguen afectados y estafados, mostrando la falta de independencia de los poderes públicos respecto al poder de las empresas”.
Por último, CNSV lamenta que haya cundido el mensaje de que la carrera era “solidaria”. Los 2.000 euros recaudados para Cruz Roja, que venían de donativos de los corredores y corredoras, son “migajas” para lo que la compañía gasta en publicidad. El verdadero reclamo de la carrera eran unos míseros frontales y camisetas que E.On ha utilizado para darse publicidad en la misma ciudad donde está destrozando vidas. “Para poder ser solidaria, E.On debería primero mostrar un mínimo comportamiento ético retirando el transformador de Lasaga Larreta 33”.
CNSV lamenta profundamente los altercados que se produjeron y señala que ocurrieron porque la masa de corredores y corredoras no se detuvo ante los manifestantes, estrellándose contra los mismos.
CNSV entiende que “si los corredores hubieran sabido que se enfrentaban a gente que ha tenido que ver a sus vecinos y vecinas morir de cáncer por culpa del transformador”, hubieran parado. “Es muy difícil difundir información que afecte a gigantes corporativos como E.ON, que son los verdaderos violentos, amenazando la salud y las condiciones de vida de personas indefensas”.
CNSV ha explicado que E.ON colocó hace ya casi siete años un transformador en Lasaga Larreta 33, en una comunidad de vecinos, para dejar libre un solar y que se pudiera construir, y lo hizo sin autorización, pero el ayuntamiento (primero PSOE y ahora PP) no ha hecho absolutamente nada. Dicen a los vecinos que no necesitan licencia pero nunca se los han dado por escrito. Desde entonces, hay una elevada tasa de muertes por cáncer en la comunidad, y la gente tiene problemas de tiroides, además de insomnio y malestar, ya que se notan las vibraciones y el ruido, en especial por la noche cuando la superficie de contacto es mayor al ir a la cama. En los edificios nuevos, los transformadores están fuera de las comunidades, pero en Lasaga Larreta 33 tienen que seguir soportando, con el silencio cómplice del ayuntamiento que no les defiende, la violencia descarada e impune de E.ON.
CSNV informa que la Plataforma de afectados por E.ON la forman los afectados y afectadas de Lasaga Larreta 33 unidos a otra gente afectada por las facturas abusivas y los cortes cuando han reclamado. A toda esta gente le ha dolido profundamente que E.ON organice una carrera “solidaria” cuando mantiene una actitud inhumana con ellos. Una actitud normalmente silenciada en los medios porque la publicidad de E.ON condiciona lo que se puede publicar o no, dificultando enormemente el trabajo periodístico. Otra muestra de su carácter violento, por cierto, aunque sea otro tipo de violencia.
CNSV destaca la actitud cómplice del ayuntamiento, “bailándole el agua a E.ON” mientras abandona las problemáticas de sus vecinos y vecinas, que debieran ser su prioridad. “Es vergonzoso ver cómo el Ayuntamiento hacía de valla publicitaria de E.ON” –se proyectaba publicidad en la fachada del mismo-, “mientras los vecinos y vecinas siguen afectados y estafados, mostrando la falta de independencia de los poderes públicos respecto al poder de las empresas”.
Por último, CNSV lamenta que haya cundido el mensaje de que la carrera era “solidaria”. Los 2.000 euros recaudados para Cruz Roja, que venían de donativos de los corredores y corredoras, son “migajas” para lo que la compañía gasta en publicidad. El verdadero reclamo de la carrera eran unos míseros frontales y camisetas que E.On ha utilizado para darse publicidad en la misma ciudad donde está destrozando vidas. “Para poder ser solidaria, E.On debería primero mostrar un mínimo comportamiento ético retirando el transformador de Lasaga Larreta 33”.
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